Este 2012 viene con dosis de incertidumbre

Desde el punto de vista económico el 2011 será recordado por su fuerte crecimiento del orden del 7,5%, con niveles muy bajos en desocupación y alto nivel de consumo y de inflación. Para este 2012, el panorama se muestra considerablemente distinto, por circunstancias locales concretas y por un panorama internacional realmente complicado.

En principio, distintos analistas económicos coincidieron en estimar que el 2011 culminó con un crecimiento que osciló entre el 7,0 y el 7,5, con una inflación acumulada importante, que varió entre el 23 y el 26%, con un dólar que registró un incremento del 7% anual y con una desocupación situada en alrededor del 7,3%.

Claro que el 2011 marca también otro importante punto de atención: la desaparición de los superávit gemelos, es decir, el comercial y el fiscal. En cuanto a la balanza comercial, la misma culminó con un resultado positivo que es un 30% inferior a lo obtenido en el 2010.

En cuanto a lo fiscal, se considera que el resultado financiero de las cuentas del Estado culminó el año pasado con un déficit global superior a los 12.000 millones de pesos.

Un punto de atención que queda de cara al inicio de este año es que en los últimos tres meses se vio una importante desaceleración en la evolución de algunos sectores, incluyendo la producción automotriz, la “niña mimada” del actual modelo económico de la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Los especialistas coinciden en que los desafíos para este 2012 son unos cuantos. En principio, enfrentar una situación internacional cada vez más complicada y sus consecuencias, tanto a nivel de inversiones, como de intercambio comercial.

Paralelamente, estiman que habrá que seguir muy de cerca la inflación, que el ritmo de la actividad económica va a ser más atenuado y que la situación fiscal será más estrecha.

Todo esto en un contexto quizás más complicado en algunas cuestiones puntuales, como por ejemplo, la relación tirante del gobierno con la CGT, la ola de reclamos salariales que se espera para marzo próximo y la excesiva cantidad de funcionarios que tiene el gobierno en el área económica, que podría generar mayores internas y complicar el panorama interno de la propia presidente.

Por lo pronto, en el Poder Ejecutivo han tratado de emitir señales positivas. Por eso, las pautas optimistas que se incluyeron en el Presupuesto 2012, donde se contempla una pauta de crecimiento del 5,1%, una variación anual del índice de Precios al Consumidor del 9,2%, una cotización promedio del dólar de 4,40 pesos y el uso de 5.674 millones de dólares de reservas para el pago de deuda. El presupuesto estima exportaciones por 90.833 millones de dólares e importaciones por 82.254 millones de dólares, con un superávit en la balanza comercial de 8.579 millones de dólares, entre otras cuestiones.

La recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones a la seguridad social se calculó en 668.290,5 millones de pesos, un 23,2% mayor al 2011.

Proyecta que por Impuesto a las Ganancias se recauden 131.329,7 millones de pesos; por el Impuesto al Valor Agregado, 185.109,2 millones; por el impuesto al cheque, 43.927,1 millones; por el Impuesto sobre los Bienes Personales, 7.146,6 millones y por los Derechos de Importaciones y Exportación, 89.005,7 millones.

El gasto total previsto en el Presupuesto asciende a 505.103 millones, de los cuales un 60% será destinado a servicios sociales, un 18,8 a servicios económicos, un 8,9 puntos a deuda pública, un 6,5 a la administración gubernamental y un 5,8% a los servicios de defensa y seguridad.

Frente a este panorama trazado por las proyecciones oficiales, para el economista y consultor Camilo Tiscornia el panorama para 2012 lo definirá “lo que pase en la situación internacional”.

“Por ejemplo, en un escenario donde no se agrave la crisis internacional, el crecimiento económico para el 2012 podría estar entre 3 y 4%, un nivel de consumo más acotado, una generación de empleo más baja, dentro una inflación similar a la del 2011,”, resaltó el economista.

Tiscornia sostuvo que “es determinante lo que pueda pasar con los commodities y la situación fiscal puede llegar a agravarse si no se toman medidas de mayor austeridad.

“Creo que podría haber un escenario de una inflación del 24 o 25%, y habrá que ver que pasa en el comienzo de este año con las negociaciones paritarias”, resaltó el economista.

PROBLEMAS NUESTROS

Por su lado, Aldo Abram, economista y director de la Fundación Libertad y Progreso, enfatizó que “la variable más importante es determinar qué puede pasar con el contexto externo”.

“Si se profundiza la crisis, podría afectar fuerte a nuestra economía con precios de commodities que podrían caer, mayor salida de capitales, precios de las materias primas más bajas. Es decir, hay condiciones macro que generan preocupación como las hubo en 2008 con respecto al panorama internacional”, puntualizó Abram. Subrayó que “además hay condiciones locales que también complican como el incremento del déficit fiscal, la expansión monetaria, el incremento inflacionario”.

“Entonces, por lo que podemos ver, en este 2012 vamos a seguir enfrentando algunos problemas estructurales como una elevada inflación del orden del 25 al 27% anual, un crecimiento mucho menor, en torno al 4% y un déficit fiscal que se podría ubicar en 3.000 millones de dólares”, señaló.

En la misma sintonía se expresó el ex subsecretario de Comercio Exterior, Raúl Ochoa, quien advirtió que “en estos últimos dos meses hemos visto una fuerte desaceleración de la economía”.

“Para los próximos meses es fundamental ver lo que pasa a nivel internacional, qué pasa con el precio de los granos, eso define mucho para la economía argentina, pero igualmente no creo que se logre un crecimiento superior al 5% y una inflación muy elevada”, expresó.

Para este economista, la inflación de este año podría oscilar en torno al 27%, aunque hay un punto que le preocupa más.

“El tema es que el gobierno está teniendo una mala relación con la CGT y eso podría ser muy determinante a la hora de medir la evaluación de la economía en los próximos meses”, agregó Ochoa.

Para el ex secretario de Hacienda y actual titular de la consultora Infupa, el panorama de 2012 “es considerablemente distinto al del año pasado”.

“Aquí hay problemas graves que van a incidir directamente. Uno es la situación internacional. Otro es la inflación, acentuada ahora con la suba de las tarifas de servicios públicos. Todo esto hace predecir un 2012 realmente más complicado, con menor márgen fiscal, con un déficit público que se empieza a incrementar cada vez más y con un panorama quizás de mayor desgaste político del gobierno, ya que las caras son las mismas, prácticamente no hubo cambios para el inicio del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner”, concluyó Manuel Solanet, consultor y economista.

*Por FERNANDO NOLE para RioNegro.com.ar.