Se aceleró a fines de mayo la salida de depósitos en dólares

LA NACIÓN.- Pasó de US$ 100 millones diarios a US$ 120 millones; cayó también la demanda de pesos. La salida de depósitos en dólares del sistema financiero se aceleró la última semana de mayo, mientras que fue acentuándose la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo o blue, que con muy pocas operaciones cerró ayer en torno de los $ 5,90, diez centavos por encima de su cotización del jueves.

Según se desprende de los últimos datos difundidos por el Banco Central (BCRA), del 28 de mayo al 1° de junio, los ahorristas retiraron a razón de US$ 120 millones por día de los bancos, contra los US$ 100 millones diarios de la semana anterior. En los bancos, sin embargo, afirman que la salida se habría empezado a estabilizar en torno de estos niveles en las últimas ruedas.

Pero el cepo cambiario no sólo está provocando un drenaje de dólares del sistema financiero, sino que, según Pablo Curat, economista y socio de Curat, Martínez Larrea & Asociados, está generando una caída de la demanda de dinero. En otras palabras, está haciendo que la gente prefiera no tener pesos en su poder.

En los primeros cinco meses del año, de hecho, la base monetaria -que mide la cantidad de billetes y monedas que hay en poder del público, más los pesos depositados en cuentas corrientes- subió $ 2590 millones, contra $ 12.277 millones en igual período del año anterior.

“El sector público, a diferencia de lo que se dice, no aumentó este año su emisión neta de pesos, así es que la base monetaria está casi igual que en diciembre”, explicó el economista. “En este escenario, si no hubo una suba de las tasas de interés [producto de que la oferta de pesos aumentó menos], es porque la demanda de dinero se desaceleró. Por dos motivos: porque la gente salió del peso por el temor a perder capital en un escenario de devaluación de la moneda contra el dólar y porque hay un menor nivel de actividad”, sentenció.

Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica, opinó que la caída en la demanda de pesos por parte del público sería aún peor de no ser porque las restricciones cambiarias impiden que muchos conviertan sus ahorros a dólares.

“Los agregados monetarios [esto es la cantidad de pesos en circulación más la depositada en los bancos a la vista y a plazo fijo] venía creciendo el año pasado al 40%, luego bajaron al 30% y se estabilizaron allí, pero posiblemente hubieran seguido cayendo de no ser por los controles. Ante la falta de alternativas de inversión, parte del dinero queda al sistema financiero local”, dijo Castiñeira. Los depósitos privados en pesos, según datos del BCRA, crecieron hasta mayo $ 26.000 millones; de ese total, 20.000 millones fueron a plazo fijo.

ENCRUCIJADA

El problema, advierten los economistas, es que en este escenario de menor demanda de dinero, si el Banco Central empezara a acelerar su ritmo de emisión de pesos para financiar al Tesoro -cosa que podría hacer fácilmente, tras la reforma de su Carta Orgánica-, lo más probable es que el público no los absorba, y los pesos se vuelquen luego al dólar (en el mercado blue) o a los precios.

“Hasta ahora, gran parte de lo que el Banco Central emitía con la compra de dólares, lo absorbía después colocando títulos [Lebac y Nobac] o con operaciones de pase. Pero si ahora emite también para financiar al Tesoro, la exigencia de absorción para el Central será mayor, porque si no los pesos se irán a precios o al dólar paralelo”, asevera Curat.

El BCRA paga por sus Lebac y Nobac una tasa de interés, por lo que emitir títulos tiene un costo para el banco. En los últimos años, su balance vino deteriorándose, y la entidad prácticamente no tendría ganancias de no ser porque los dólares de sus reservas valen más por la devaluación del peso.

Castiñeira anticipa que es probable que el Gobierno demande más financiamiento del Banco Central en el segundo semestre del año, ya que es entonces que tiene concentrada gran parte de sus vencimientos de pesos. Sin ir más lejos, en diciembre suele ser un mes fiscalmente más complicado, simplemente porque debe pagar aguinaldos en la administración pública. “Así sucedió el año pasado”, dice Castiñeira. “El BCRA le aportó al Tesoro $ 30.000 millones sólo en el segundo semestre”.

“El peso es un bien. Si el BCRA imprime y la gente está menos deseosa de tener pesos, el precio del bien baja, pierde valor”, dice Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso. “El BCRA, con su política, deprecia nuestra moneda, para cobrarnos un impuesto inflacionario, para financiar al Gobierno. Lamentablemente, hacia adelante esto debería empeorar porque se agrega la menor demanda de pesos”, dijo Abram.

Para Abram, “es un error mirar el problema que tenemos como un problema de dolarización. No es que de golpe se puso de moda el dólar, sino que los argentinos estamos queriendo salir del peso y de los activos locales, porque tenemos miedo de las políticas que se están tomando. Si el Gobierno insiste con este rumbo, puede acelerar la huida”, afirmó.

*Publicado en La Nación, Buenos Aires.