Las señales siguen confirmando el rumbo. El gobierno de Argentina se esmera en esto de ganar tiempo y hacer de esta actitud, una absoluta política de fondo. En realidad, ese es justamente su gran plan en marcha.
Durante la primera mitad del siglo XX, tuvo lugar un intenso debate respecto a la superioridad del socialismo sobre el capitalismo (entendido éste último como un régimen donde se respeta la propiedad privada y los mercados funcionan relativamente libres).