Las mil y una formas del fraude electoral, explicadas por Agustín Etchebarne

Foto Agustin Etchebarne
Director General en 

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

El director general de la Fundación Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne, analizó las formas que toma el fraude electoral, tema debatido en estos días a raíz de los sucesos acaecidos en la elección provincial en Tucumán.
“Primero hay que distinguir entre las irregularidades y el fraude electoral, que es de magnitud. Un fraude electoral es aquel que puede cambiar el resultado de las elecciones, y que ha sido diseñado por autores intelectuales con el propósito de alterar la voluntad de los electores”, destacó Etchebarne. “En el caso de Tucumán hay muchos indicios de que existió un verdadero fraude electoral, posiblemente sistemático,”, acotó.
De acuerdo al experto, es importante comprender que existen cuatro etapas de fraude electoral:

1) La primer etapa es el “fraude pre-electoral”. Aquí se incluye la manipulación de los distritos (Gerrymandering), el reparto de DNI a extranjeros, la manipulación del padrón, no dar de baja a muertos, retener o desviar telegramas de Correo con la designación de las autoridades de mesa, etc. Y la más grave y más usual que es el clientelismo, es decir, el uso de todo el aparato del Estado en beneficio político de un partido. “Por ejemplo, Milagros Sala en Jujuy otorga puestos de trabajo, educación, casas, alimentos. Todo financiado con dinero estatal pero entregado desde el movimiento Tupac Amarú, desde donde se adoctrina a los jóvenes con una ideología marxista combativa. Pero esto no es un caso aislado, en muchos lugares aparece la figura del puntero político. Muchos intendentes están bien organizados y tienen hasta cuatro punteros por mesa electoral. Es decir, uno cada cien o menos personas. De manera tal que hacen asistencia social durante todo el año, otorgan subsidios, planes sociales, turnos en los hospitales, resuelven problemas como obtener un ataúd … Acompañan y conocen por nombre y apellido a cada votante, y posiblemente pueden amenazarlos con perder  todos los beneficios si no votan a determinada lista”, explicó Etchebarne.

2) La segunda etapa es el “fraude del día del sufragio. Durante esta etapa existen al menos 17 modalidades conocidas de intento de fraude electoral, que están descriptas en la página web de la Red Ser Fiscal, como por ejemplo:
· Impedir la entrada de los fiscales mientras se preparan las urnas y las aulas. Si el fiscal no está presente en el acto de apertura de la urna es sencillo agregar por ejemplo 35 votos (10% de los votos de una mesa de 350 electores). Como habitualmente vota cerca del 70% del padrón, aunque se revise la urna luego del escrutinio, el fraude ya está constituido, la única irregularidad que se observaría es que votó el 80% del padrón de la mesa en lugar de 70% habitual. “En el caso de la urna de Famaillá, en Tucumán, donde Scioli obtuvo el 105% de los votos, es caso donde se detectó una irregularidad, pero que es un fuerte indicio de un fraude, al menos de todas las mesas de Famaillá y posiblemente extendido a muchos más casos”, explicó Etchebarne.
· “Se utiliza a veces una figura que es la del “encargado de escuela” que no tiene autoridad para hacerlo, pero a veces impide la entrada a tiempo de los fiscales, en ocasiones, apoyado incluso por la Gendarmería. Por eso es indispensable que los fiscales de cada partido estén presentes a las 7.45 am, en cada escuela y organizados en equipos”, destacó el economista.
· “A lo largo del día es indispensable cuidar la urna en TODO momento, y acompañarla incluso hasta el baño si el presidente de mesa pide ir al baño. En el baño pueden ocurrir la introducción de votos. Se conocen casos donde se fabrica una trifulca para distraer a los fiscales e introducir votos, etc”.
· “Se han detectado casos de urnas mellizas con el propósito de cambiarla en algún momento de distracción. La firma del fiscal es lo único que asegura que no la cambien”.
· “El  voto cadena es archi-conocido. Es la forma en que tiene el “puntero” para asegurarse el voto del “cliente”. El puntero compra el voto a cambio de dinero o favores, para asegurarse que el elector vote  de determinada manera, le entrega un sobre original cerrado con un voto para que deposite en la urna al votar, y solo le paga cuando el “cliente” le devuelve un sobre oficial abierto que obtuvo en su mesa antes de entrar al cuarto obscuro. Esta cadena puede cortarse si un partido cuenta con 100.000 fiscales entrenados que firmen y controlen cada sobre”.
· “El robo de boletas es muy frecuente. En la Red Ser Fiscal se reciben habitualmente denuncias de un 15% de las mesas donde existe este delito. En esos casos, el comicio no se detiene y el elector debe buscar por su cuenta una boleta o bien votar por otro candidato, lo cual es más probable”.

3) La tercera etapa es el “cierre del comicio”; que junto con la apertura son los momentos de mayor tensión. La dificultad adicional, es que al cierre un fiscal que estuvo desde el alba ya está muy cansado, y ahí es cuando uno necesita  toda su fuerza moral.
Durante el escrutinio pueden ocurrir innumerables actitudes fraudulentas.
· Cortes de luz que se aprovechan para alterar los votos.
· Vivezas para distraer a los fiscales opositores durante el recuento de votos.
· Presiones a los fiscales.
· Cambiar los números de la planilla y o de los telegramas del correo.
· Reparto de los votos de los partidos que no tienen fiscales, entre los partidos que tienen fiscales presentes, etc.
“La tarea del fiscal es bien difícil en ese momento: lograr el recuento transparente, obtener la planilla firmada por el presidente y otros fiscales, y fotografiar la planilla del presidente de mesa, y controlar que esté bien llenado el telegrama que enviará el correo y que luego también debiera fotografiar.
Por supuesto, en los lugares donde un presidente de mesa es honesto, tiene coraje y es idóneo, la tarea de los fiscales es mucho más llevadera. Pero en muchos lugares, como el conurbano bonaerense o el norte del país, la elección de las autoridades de mesa es más controvertida, y quienes han fiscalizado en esos lugares denuncian todos los temas descriptos más arriba”, destacó Etchebarne.
En suma, para el economista, es indispensable que cada partido político se organice en todo el país para tener equipos de fiscales para cada escuela, y cuenten como mínimo con dos fiscales por mesa, más dos fiscales generales por escuela.  Esto significa unos 210.000 fiscales por partido. “Por ahora, sólo el peronismo-kirchnerismo está bien organizado en todo el país”, dijo Etchebarne.
Luego, según Etchebarne, quedan todavía otras dos etapas. “El cuarto es el fraude post-electoral, es el que puede ocurrir en la sede del Correo con el recuento provisorio y definitivo, donde hay que sumar fiscales informáticos además de los oculares. Por último, existe habitualmente un fraude, o tal vez podemos llamar, manipulación de la interpretación de los resultados electorales“, explicó .
Por ejemplo, “el Gobierno menciona cifras de cómputos como los expresa la ley, pero que resultan en una suerte de engaño o exageración de la verdad. Por ejemplo, en las últimas PASO, se dijo que Scioli sacó el 38,5% de los votos. Pero en realidad obtuvo el 26% de los votos de las personas habilitadas para votar. Muy pocos aclaran que el cómputo anunciado es sobre los votos válidos, descartando los votos en blanco, los impugnados y los ausentes. De este modo, se descarta la actitud de mucha gente que está cansada y tal vez repudia a todos los políticos en general. Cosa que luego puede verse reflejada cuando estallan las crisis y la gente grita “”Que se vayan todos”””, dijo Etchebarne.
En síntesis, según el director de Fundación Libertad y Progreso, “el sistema electoral actual es ante-diluviano y parece diseñado para permitir el fraude sistemático, y todo indica que el partido hegemónico se consolida gracias a que ha ido perfeccionando su influencia y manipulación de un importante sector de la población: los más necesitados”.
Es por eso, señaló Etchebarne, que “es bienvenido el reclamo, cada vez más generalizado, de utilizar las urnas electrónicas, y ojalá a este reclamo se le sume la eliminación del sistema de listas sábana que ha tergiversado por completo la representatividad de los diputados y concejales”

Buscar