Desde la izquierda, los consideran parte de una organización internacional para explotar a la gente. Desde la derecha, grupos que se aprovechan de la falta de información transparente. Lo cierto es que todos critican a los supermercados y nadie se hace cargo del verdadero problema: la inflación.
Argentina tiene dos caras. Desde afuera, los mercados internacionales ven un futuro prometedor para el país con la salida del default y la remoción de controles, pero desde adentro la historia luce diferente.
Los economistas tienen la noción de algo que llama “la maldición de los recursos naturales” y la idea es que los países con mayores recursos naturales terminan empobreciéndose.