¿Quién dice la verdad sobre la inflación?

Aldo Abram
Director Ejecutivo en Libertad y Progreso

INVERSOR GLOBAL – Argentina tiene dos caras. Desde afuera, los mercados internacionales ven un futuro prometedor para el país con la salida del default y la remoción de controles, pero desde adentro la historia luce diferente. El protagonismo lo tiene la inflación. Es persistente y escala cada día a nuevos niveles: ¿quién dice la verdad?

Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central (BCRA), sostuvo durante la presentación de su programa monetario que aspiran llegar a una inflación tan cercana como sea posible al 25%, a pesar de que las estimaciones privadas estén por encima del 30%.

Con sus declaraciones desestimó la tesis que manejaban hasta hace unos días: recalcular las proyecciones en 2016 a tasas más realistas. Se mantendrá en 25%.

Sin embargo, hubo un avance: durante la presentación del programa monetario se entregó un informe de 21 consultoras y bancos privados que calculan una inflación para 2016 que oscilará entre 31,8% y 33,4%.

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Fuente: BCRA

Bajar la tasa no ha demostrado ser una tarea fácil, pero hay un camino a seguir.

En enero, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, hizo una predicción: la inflación sería de 1% para febrero, pero esto no sucedió.

¿Y qué tan alta es la inflación?

En Buenos Aires, durante el primer trimestre del año, el precio de los alimentos subió 14,5%, más que cualquiera de los bienes y servicios, cuya alza fue de 11,3% en el mismo período.

Todo está en el lado de la especulación. Aún no hay cifras oficiales.

El país aún está sumido en una emergencia estadística decretada una vez que las nuevas autoridades del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) detectaron irregularidades en la formación del índice de precios.

Un renovado índice de precios volverá para la ciudad capital en junio, pero el nacional aún no tiene fecha de salida. Se calcula que ocurrirá en 2017.

Un dato adicional: en marzo, el Gobierno determinó que se utilice el índice de precios de la Provincia de San Luis para el cálculo del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), en lugar de las estadísticas porteñas, una cifra a través de la cual se actualiza el valor de algunos bonos de deuda.

La inflación en San Luis

Pudiera pensarse que tomar los datos de la provincia de San Luis y nacionalizarlos no tiene consecuencias, pero si llegáramos a esa conclusión no pudríamos estar más equivocados.

Lo primero: una población de poco más de 400.000 personas no representa más del 1% de la población argentina.

Pero desde el Banco Central, Federico Sturzenegger, argumentó que la aceleración de precios en San Luis está en línea con el resto de lo que sucede en la Argentina.

Claro, esto da rienda suelta a que muchos piensen que es un cambio conveniente, porque los precios en San Luis han aumentado mucho menos que en Buenos Aires.

Por ejemplo, en febrero la inflación de San Luis fue de 2,7%, comparada con el 4,4% experimentado en la capital o el 3,07% de Córdoba, la segunda ciudad más poblada del país.

Lo cierto es que en el pasado, en medio de un INDEC intervenido por el kirchnerismo, la data de San Luis se usaba para medir una inflación alternativa por su transparencia metodológica, pero los analistas empiezan a mirar con recelo el hecho de que sea tan baja respecto a otros índices.

¿Qué causa esta inflación desmedida?

Remover los controles que pesaban sobre la economía y subir las tarifas tiene sus consecuencias, pero es una inflación en el plano inmediato.

Desde el Gobierno alegan que es una inflación temporaria. Una suba de tarifas o la devaluación no incidirán a lo largo del año en el índice.

Esto se suma a lo que economistas como Ricardo López Murphy o Aldo Abram catalogan como la verdadera causa de la inflación: la herencia de impresión desmedida de billetes de la era K.

La administración macrista redujo de 40% a 29% la cantidad de billetes que el BCRA imprime mes a mes, pero está lejos de sus verdaderos propósitos que es dejar de usar esa máquina para migrar hacia una bancarización sueca.

¿Qué ocurre ahora?

Esta semana, durante la presentación de Sturzenegger, se repitió que los objetivos de inflación será mantenerla en un rango del 20% al 25%, pero las metas verdaderas arrancarán en 2017.

¿Por qué?

Muchas de las medidas macristas no tendrán efecto sino en el mediano y largo plazo, como la contracción en la impresión de billetes.

El año próximo, por ejemplo, las 21 consultoras privadas ven alcanzable que la inflación oscile entre 12% y 17%, para que en 2018 se acerque más a un dígito y en 2019 sea entre 3,5% y 6,5%.

¿Cuándo comenzará a bajar la inflación?

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Fuente: BCRA

El Gobierno finalmente contestó esta pregunta. Antes prefería decir que sucedería en algún punto del segundo semestre, carente de ajustes a la economía.

El mes clave es septiembre. Finalmente, en ese mes la inflación proyectada es de 1,5%, cuando comenzará el ciclo presupuestario del año que viene.

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