Argentina, en el podio de la inflación y a la cola del crecimiento

Director en Iván Carrino y Asoc. | Website

Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.

PANAM POST – Si bien dejó un legado de alta inflación, pobreza y estancamiento económico, el kirchnerismo todavía tiene adeptos en nuestro país.

El último argumento que utilizan los defensores del modelo, apodado “nacional y popular”, es que la economía, según las estadísticas divulgadas por el nuevo Gobierno, creció 2,1% en 2015. De acuerdo con estos referentes, si la producción en el país pudo avanzar a ese ritmo el año pasado, no hay argumentos para decir que durante su última etapa, el kirchnerismo llevó a la Argentina a la estanflación, esa indeseable situación en que se combinan altos niveles de inflación con el estancamiento de la economía.

De hecho, según esta mirada, la estanflación respondería exclusivamente a la nueva política económica, mientras que antes lo que prevalecía era una el crecimiento, con inflación alta pero en descenso.

¿Será real lo que plantea el kirchnerismo? ¿Es cierto que estábamos yendo por la buena senda y que todo cambió cuando Cristina Fernández dejó el poder?

Como normalmente sucede, la clave para responder estos interrogantes es abrir la mirada y considerar no sólo períodos más largos, sino también una geografía más amplia para poner en perspectiva los datos.

En el cuadro de abajo puede observarse el crecimiento económico de Argentina, Brasil, Colombia y el resto de los países grandes de América del Sur. En el eje izquierdo se observa el crecimiento acumulado de los años 2012, 2013, 2014 y 2015, mientras que en el derecho aparece la tasa de inflación para ese mismo período.

tabla

A pesar del relato kirchnerista, durante el último mandato de Cristina Fernández de Kirchner, la economía argentina estuvo en el podio de la inflación, pero a la cola del crecimiento.

En términos de inflación, el país solo fue superado por Venezuela, cuyos niveles son estratosféricos. Desde el primero de enero de 2012 al último día de 2015, los precios subieron en Venezuela un 804%. En Argentina la suba fue menor, de 178%, pero considerablemente superior a la del resto de Sudamérica, en donde los precios treparon, en promedio, 21% en cuatro años.

En términos de crecimiento la imagen no es nada mejor. Junto a Brasil y Venezuela, Argentina completó el podio de los que menos crecieron en los últimos cuatro años. Con un aumento acumulado de 6,4%, el avance de nuestra producción quedó muy por debajo de los de Bolivia, Paraguay, Perú o Colombia.

Si tomamos el promedio, durante estos cuatro años el país creció 1,6% por año, junto a una inflación del 29,3% anual, evidenciando una clara situación de estanflación. Por si esto fuera poco, el Indec (organismo de estadísticas oficial de Argentina) todavía debe revisar el crecimiento de años anteriores, por lo que la imagen podría deteriorarse aún más, ya que se sospecha que el éste estaba sobrestimado.
Conclusiones
Los cuatro años analizados se caracterizaron por la profundización del modelo populista impuesto por el kirchnerismo. A la luz de los datos, el mayor déficit fiscal, la inflación persistente, los controles de precios y un discurso profundamente anticapitalista no contribuyeron en nada al bienestar de la población.

En tiempos de cambio político en Argentina es normal que aparezca la nostalgia por el antiguo régimen. Sin embargo, deberíamos comprender que no es en ese modelo donde vamos a encontrar respuesta a nuestros problemas.

De hecho, lo mejor que podemos hacer es tomarlo como referencia de lo que no se debe hacer para que un país tenga éxito.