Oportunidades tras el ‘Brexit’

Consejero Académico de Libertad y Progreso

Hemos podido comprobar el impacto negativo del Brexit en las pocas semanas transcurridas desde el 23 de junio. Sin embargo, mirando a un plazo más largo, es posible que el Brexit, e independientemente del grado en que se concrete en la práctica, se convierta en una oportunidad.

Es lógico que haya habido inicialmente mucho temor en Gran Bretaña, y que se hiciera patente en el caso de las inversiones inmobiliarias, que típicamente son difíciles de liquidar a corto plazo; esto pasó también en España cuando estalló la crisis hace diez años. Pero el mercado puede recuperarse, y ya hay operaciones en las que los inversores están aprovechando la caída de los precios.

No hay motivos para preocuparse por los efectos del Brexit en el sector inmobiliario español, como escribió el experto José Luis Ruiz Bartolomé en Expansión: “Aunque el desconcierto inicial frene la compra de viviendas turísticas por parte de británicos, el efecto es muy limitado. Hace una década los ingleses suponían alrededor del 60% de las compras de extranjeros en España. Hoy, mucho más diversificados en clientes, los compradores provenientes de Reino Unido están en el entorno del 25%. Antes de que España entrara en la UE, los británicos eran nuestros principales clientes y, si se van, no hay ninguna razón de peso para que no sigan siéndolo”.

Si el panorama no se despeja a medio plazo, es posible que los fondos de inversión inmobiliaria con sede en Londres decidan dirigirse hacia España, y algo parecido podría suceder en otros campos del sector financiero y bancario.

Pero las oportunidades no están abiertas sólo fuera de Gran Bretaña. Sus autoridades son conscientes del riesgo que plantea el Brexit, y por eso se esfuerzan en aclarar que no van a conspirar contra las fuentes de su propia riqueza. El ministro de Economía, George Osborne, escribió hace poco en el Wall Street Journal un artículo en el que insistía que el Gobierno no iba a centrarse en lo peor del Brexit, es decir, en el nacionalismo, el proteccionismo y el intervencionismo, porque sabe que eso sería la garantía de la ruina británica. En vez de ello, las autoridades pueden profundizar en una línea liberalizadora: “Britain is open to business”, dijo Osborne. No sabemos qué hará Theresa May, pero si la nueva Primera Ministra camina por esa senda, el resultado será positivo.

Fuente: http://sotograndedigital.com/