El dilema de los liberales ante el Gobierno de Macri

Periodista (TEA) y Master en Ciencias Políticas y Economía (Eseade).

PanAm Post – Luego de 12 años del kirchnerismo, sobre todo luego de la radicalización de Cristina Fernández tras la muerte de Néstor, los liberales argentinos no tuvieron muchas dudas a la hora de apoyar el cambio que propuso Mauricio Macri y su frente Cambiemos, conformado por la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica, además de la fuerza del actual presidente Propuesta Republicana.

Con el correr de estos dos años y los claro oscuros de la gestión, las posiciones de los defensores de las ideas de la libertad se han tornado diversas. Cada vez menos deciden vincularse con un apoyo explícito y las críticas son cada vez más frecuentes… y también más profundas.

Lea más: Grieta del sindicalismo: los que marchan contra Macri tratan de “cagones” a los que no participan
Ya en las últimas presentaciones públicas de Mauricio Macri como candidato en 2015, los liberales pudieron percibir que no se vendría un gobierno demasiado afín. Cuando el actual presidente tuvo que discutir el balotaje contra Daniel Scioli, se tuvo que digerir un estatismo moderado por parte del candidato de Cambiemos. Si bien proponía un modelo más “normal” que el peronismo, recalcaba que no se privatizarían las empresas públicas ni se iría hacia un modelo claro de apertura comercial. Sin embargo, a la hora de votar una de las dos opciones, la gran mayoría de los que se reconocen como liberales optaron por la dupla Macri-Michetti y no por la de Scioli-Zannini (“comisario político” de Cristina Kirchner para evitar cualquier independencia del candidato a presidente del peronismo).

¿Shock o gradualismo?
Al inicio del mandato se dio el debate que marcó el rumbo de una mayor distancia de la nueva gestión en relación a las ideas liberales, cuando las nuevas autoridades eligieron el camino del “gradualismo” descartando cualquier política de “shock” para salir de la crisis.

Más allá de que Cambiemos no sea una coalición “liberal”, por así decirlo, el rumbo a seguir luego del fracaso del estatismo exacerbado podía ser firmado por un social demócrata, por un liberal o por un conservador. El desastre del déficit fiscal, la inflación descontrolada, el control de cambios y el desabastecimiento energético requería, sin lugar a dudas, poner las cuentas del Estado en orden. Esto no obedecía a un debate ideológico, sino al sentido común.

A pesar de que un liberal puede aprobar el discurso de Macri (sobre todo en sus presentaciones en el exterior) el camino elegido de buscar una leve corrección del gasto público, mientras se apunta a un humilde crecimiento sostenido (y se va financiando con deuda el pasivo mientras tanto) de a poco produce desgaste y una merma en los apoyos con los que cuenta el Gobierno.

 

Liberales: ¿Oficialistas u opositores?

Ante la ausencia de un partido político que represente a los defensores de las ideas de la libertad, los liberales argentinos se encuentran en la disyuntiva de apoyar o no a un proceso político que, por un lado, no los representa, pero con la incertidumbre de lo que está en la oposición es aún peor.

Mientras tanto, los economistas como Roberto Cachanosky, Ricardo López Murphy o Javier Milei ya dejaron en claro ante la opinión pública los riesgos del camino que eligió el Gobierno. José Luis Espert incluso denominó al PRO como “kirchnerismo de buenos modales”, lo que enojó al mismo Macri, que en una entrevista hizo referencia a esta afirmación, la que calificó como injusta.

PanAm Post recogió en exclusiva la opinión de diferentes analistas liberales sobre sus impresiones del actual gobierno argentino:

  • “Si alguien esperaba ver en estos años una corrección de todos los desequilibros heredados, podrá encontrar ciertos progresos de importancia. Sin embargo, si lo que se esperaba era una reforma estructural, se tendrá que seguir esperando”. Adrián Ravier
  • “Los liberales debemos ejercer una sana crítica y marcar los errores”. Guillermo Covernton
  • “Hoy no hay un candidato mejor, por lo que la gente lo seguirá votando. El liberalismo, sin representación política nacional, debería encontrar la manera de al menos generar partidos distritales para conseguir acuerdos y llegar al Congreso”. Ricardo Manuel Rojas
  • “Hace falta un apoyo crítico. Nosotros respaldamos al Gobierno en su lucha contra Cristina y si no aparece una alternativa, lo seguiremos haciendo contra el peronismo. Mientras tanto, la tarea más importante es la lucha por las ideas. Lo que hay que dejar en claro es que si vamos a una crisis de deuda y a un nuevo default, esto no es culpa del liberalismo. Será de los keynesianos, del peronismo o del gasto público. Pero el liberal apunta a un programa de déficit cero”. Agustín Etchebarn