Empleo temporal y abusos

Consejero Académico de Libertad y Progreso

EL CATO – Este verano hemos visto que las autoridades han intensificado su habitual persecución a los empresarios con el argumento de los abusos del empleo temporal. Como siempre, lo que suele reinar en estas cuestiones es la confusión, empezando porque se confunde a los culpables.

Hablar de abuso de los trabajos temporales centra la culpabilidad en los empresarios, como si se aprovecharan de los trabajadores, lo que exigiría la intervención de los políticos, los sindicalistas, y los burócratas, para impedir tan inicua explotación.Creación de empleo, políticas laborales

En realidad, los políticos, los sindicalistas y los burócratas son los responsables de los abusos, porque no hay abuso mayor que el desempleo, y este se produce precisamente por la intervención legislada por los primeros, jaleada por los segundos y administrada por los terceros.

En un mercado de trabajo con menos intervención no habría paro, como lo prueban los países nórdicos, tan aplaudidos por los progresistas, que púdicamente ignoran que allí los mercados son muy flexibles, en particular el de trabajo, con muchas facilidades para contratar y despedir. En nuestro país, en cambio, hay toda clase de supuestas “protecciones” a los trabajadores que en verdad los llevan al desempleo, como sabemos bien aquí en Andalucía.

La conciencia de que esto es así fue lo que llevó a los socialistas de Felipe González a facilitar la creación de empleos temporales o a tiempo parcial, que aumentaron desde entonces muy considerablemente. Y siempre se condenaron los “abusos” cuando lo que habría que condenar es la legislación laboral franquista, que tantos izquierdistas añoran, y que ningún político en España se ha atrevido a desmantelar.

Hay trabajos que son temporales por naturaleza, como en la agricultura o el turismo. Sería absurdo pretender que en Sotogrande hubiese el mismo trabajo en hostelería en agosto y en febrero. Si se abusa de la contratación temporal o a tiempo parcial no es porque los empresarios sean intrínsecamente perversos sino porque el empleo fijo es demasiado caro. No tiene sentido quejarse de la segmentación del mercado laboral sin señalar a los sucesivos Gobiernos que la impulsaron y fomentaron. Y menos sentido tiene pensar que las mismas políticas antiliberales que han producido el intolerable desempleo que padecen los trabajadores en España van a ser la solución del problema.

Este artículo fue publicado originalmente en El Periódico de Sotogrande (España) el 11 de septiembre de 2018.