Audaz jugada: lanzar un canje “en el aire” y rezar a ahorristas

Aldo Abram
Director Ejecutivo en Libertad y Progreso

ÁMBITO FINANCIERO – Jorge Herrera

La corrida contra las reservas no dejaba mucho margen al Gobierno que sólo aspira a llegar al 27-O en calma. Sin embargo, la reacción oficial no parece ser demasiado acertada. Hay mucha confusión.

En este delirante e irresponsable juego electoral de “quién se pone el país de sombrero”, la carencia de verdaderos líderes y estadistas no ha hecho más que arrimar a la Argentina, nuevamente, cerca del abismo. La delicada situación económica y financiera bombardeada, intermitentemente, por misiles de ambos bandos electorales no le dejaron más alternativa al Gobierno que improvisar el anuncio de un canje de deuda. Así lo presentó ayer el titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lacunza, quien sin mostrar las cartas, quizás, porque todavía ni hay mazo, o sea, un proyecto de ley consensuado en el Congreso, esbozó la reprogramación de parte de las Letras del Tesoro, la propuesta a renegociar con los bonistas con títulos bajo ley externa mientras que los bonistas bajo ley local serán reprogramados por una ley del Congreso.deuda argentina default selectivo

Todo parece muy confuso, e incluso improvisado bajo la excusa de “estar aprendiendo”. La audacia, de anunciar un canje de deuda prácticamente en “el aire”, a 60 días de las elecciones presidenciales, refleja la distancia entre la espada y la pared. Anoche analistas y expertos debatían si el anuncio respecto de las Letes no implicaba un “default” selectivo o no, lo cual podría activar los seguros contra default (CDS). Sin embargo, fuentes de Economía señalaron a este diario que esto no era así porque no se habían violado los contratos. Habrá que esperar ahora la opinión de calificadoras y abogados de Wall Street.

Lo cierto es que la presión sobre las reservas del BCRA, producto de este maquiavélico juego electoral, no le dejaron muchas opciones al ministro Hernán Lacunza. Al respecto cabe recordar que el exministro Nicolás Dujovne había incorporado un artículo en el Presupuesto para poder renegociar la deuda, prerrogativa que el Congreso no le aprobó. “Sin duda la renovación de las Letes de hoy (por ayer) fueron un test ácido para Lacunza. Tenía que conseguir , como mínimo, un rollover de 46% para Letes y 33% para Lecap, y parece que no pudo. Esto le dejaba dos opciones: desdoblamiento cambiario (con el consiguiente riesgo de hiperinflación dadas las actuales circunstancias) o reprogramación de vencimientos”, consideró Norberto Sosa, director de IEB.

Las primeras lecturas entre economistas, analistas y gestores no eran muy alentadoras. Obnubilados por la niebla de este confuso anuncio, el gran temor del mercado es que, a contramano de lo que debía procurarse, se detone una corrida financiera. Sí va en línea con el objetivo de parar, o por lo menos desacelerar, la corrida cambiaria. Ahora está claro que las reservas disponibles del BCRA son para defender el valor del peso y no para pagar deuda. En ese sentido el director de la Fundación L&P, Aldo Abram, valora esto calificándolo como “lo único bueno del anuncio” y que “se acaba el debate político para qué son las reservas”. “El resto es confuso y el riesgo son las Leliq porque pueden generar una corrida bancaria. Para que eso no ocurra el BCRA debe ganar la pulseada contra el dólar”, señala Abram.

Como señaló en varias oportunidades del presidente Macri, hay que llegar a la otra orilla, y eso es el 27 de octubre. Después veremos. Pero dada la historia hoy el temor es que se acelere la salida de depósitos como así también los rescates sobre los fondos comunes de inversión, por lo menos hasta que se aclare el panorama. “Pocas reservas, mucha demanda de dólares, caída de valor de cuotapartes, acelera la salida”, explicaba un exdirector del BCRA quién a la vez advertía los potenciales problemas por las Letes en manos de provincias, municipios, sindicatos, iglesias etc. que entran como inversores institucionales. Un gestor se lamentaba por la decisión anunciada ya que consideraba mejor aceptar el pago de impuestos con Letes y Bonar 20, con quitas, en lugar de defaultear a 3 meses diciendo que ahí van a pagar. Al recordar las esquirlas del 2001, seguramente la Comisión Nacional de Valores (CNV) tendrá que tomar cartas en el asunto y aclarar rápidamente cómo serán los rescates en los fondos comunes de money market (los que invierten en plazo fijo y Letras del Tesoro principalmente) y cómo será el tratamiento entre personas físicas y jurídicas. Todo esto trae tristes recuerdos del 2001.

¿Cómo tomarán los anuncios los mercados? Ni ellos lo saben. El Gobierno optó por sentarse en las reservas del BCRA y aguardar como en “El Álamo” el asalto final. Ayer el termómetro del mercado fueron las tasas implícitas de las Letes en el mercado secundario del 140%. Estaban de remate. Algo el mercado sospechaba. ¿Inside Information? Puede ser. Lo cierto es que el mercado, ante la escasez de la oferta de dólares, le envió un mensaje tanto al oficialismo como a la oposición: no estamos dispuestos a refinanciar los vencimientos de Letes. Ven un Gobierno que se va y al que parece que viene le están diciendo que no bastan declaraciones amigables de voluntarismo de pago de la deuda. Por el momento, Macri empezó a “defaultear” para beneplácito de los Fernández.

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