Cuáles son los caminos posibles para financiar el abultado déficit fiscal

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Iván Cachanosky
Economista, colaborador de Libertad y Progreso

Lic. en Administración de Empresas. Magister en Economía Aplicada de la UCA. Doctorando en Economía en la UCA.

Diego Piccardo

Analista Económico en Libertad y Progreso.

ÁMBITO FIANCIERO – Esta semana se dio a conocer el resultado fiscal del mes de abril. Como era de esperar los gastos crecieron y los ingresos bajaron. Sin embargo, lo que preocupa es la magnitud del impacto de la crisis en las cuentas públicas.00:00/00:00Loading Ad

Nuestro país no estaba preparado para enfrentar una crisis de esta magnitud. En realidad, hace décadas no lo está. No es que Argentina tuvo la mala suerte de estar mal parada, es que hace 60 años que estamos mal parados. De esta manera, es inevitable que tengamos un golpe mayor al que tendrán otros países con economías más equilibradas. Para ponerlo en términos de una analogía futbolística, si uno juega todo el partido con el arquero adelantado, probablemente la cuestión termine mal. En cuanto a los últimos años, también preocupa ya que venimos de 10 años de estancamiento, alta inflación y problemas de deuda. Este combo de desequilibrios estructurales nos deja sin mucho margen de maniobra para enfrentar la crisis. Sin embargo, el gobierno está ejecutando un paquete fiscal que según la Oficina Presupuestaria del Congreso (OPC) llegaría al 4,7% del PBI.

Aunque a nuestros gobernantes no les guste, there is no such thing as free lunch (Nada es gratis)Todo incremento del gasto público requiere financiamiento. La restricción presupuestaria no desaparece por más crisis sanitaria que exista y Argentina va a requerir mucho financiamiento. En este marco, los datos fiscales de abril mostraron un déficit fiscal primario de u$s3.490 millones, y u$s5.976 millones en el acumulado del primer cuatrimestre del año, lo que revela como el gasto se aceleró en el mes de abril. Este resultado se explica por una suba de apenas 14% interanual de los ingresos y de una suba del 97% interanual de los gastos. Comparado con el mismo período del año pasado vemos un claro deterioro fiscal aún antes del comienzo de la pandemia.

Resultado primario del 2019 vs 2020 en millones de dólares

Fuente: Libertad y Progreso en base a Secretaría de Hacienda

Si bien es comprensible el aumento del gasto en situaciones críticas como la que se atraviesa por el Covid-19, no se observa que el Estado haga un esfuerzo significativo para reducir sus costos operativos. Peor aún, tampoco se observa que el equipo económico plantee un programa para lograr equilibrar las cuentas públicas a futuro.

Entonces, ¿Cómo se va a financiar el déficit fiscal?

Argentina tiene vedado tomar crédito en los mercados internacionales en estos momentos, dado que esta renegociando la deuda. Por más que se logre un acuerdo va a estar fuera del mercado por un tiempo. Por otro lado, la presión tributaria ya se encuentra en niveles récord, por lo que no hay mucho margen para ir por esa vía, ya que el sector privado está paralizado. Por lo tanto, sólo queda la opción de la emisión monetaria.

Aquí tampoco las noticias son alentadoras. El BCRA dio a conocer sus estados contables del año 2019. Mediante un cambio de valuación de las Letras Intransferibles que empiezan a medirse a valor técnico y no a valor de mercado como solían hacerlo, la autoridad monetaria tiene permitido girarle al tesoro 1,6 billones de pesos. En otras palabras, se van a valuar por lo que dicen valer y no por lo que realmente valen.

Así, la intención del gobierno es claramente financiar el enorme agujero fiscal que va a existir para este año con emisión monetaria. Este incremento enorme de la oferta de dinero va a coincidir con una caída de la demanda de pesos a medida que la cuarentena vaya relajándose. Esta divergencia entre oferta y demanda provocará que el peso se deprecie fuertemente generando más inflación y mayor apetito por el dólar.

Argentina tiene que entender que no puede vivir gastando mas de lo que le ingresa. El gobierno de Cambiemos tampoco lo entendió del todo. Si bien es cierto que logró un déficit primario del 0,4% del PBI en 2019, ocurrió producto de una fuerte devaluación que licuó el gasto público y no porque se hayan hechos las cosas bien. Macri tuvo la oportunidad de iniciar un ajuste fiscal gradual y de encarar las reformas estructurales al principio de su mandato y en las elecciones intermedias de 2017. Al no hacerlo el gobierno, la realidad se impuso y el ajuste vino por las malas por no respetar normas básicas del mercado. Hoy nos enfrentamos al mismo dilema ¿Quién va a hacer el ajuste? ¿El mercado de manera ordenada con reformas o la inacción fiscal con más devaluación?

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