La presión sobre el dólar no afloja: el contado con liqui pasó los $ 130 y el dólar blue subió a $ 132

CLARÍN – En el comienzo de agosto se incrementó la presión sobre el dólar y el apetito por los billetes verdes fue más fuerte que el optimismo que tiñó al mercado tras el anuncio del acuerdo por la deuda. Así, los dólares financieros no detienen su marcha. Este miércoles, el contado con liqui (CCL) subió 1,8% y llegó a $ 130,05 mientras que el dólar blue aumentó a $ 132, un peso más que en la apertura. En lo que va del mes el CCL trepó 5%, y acumula un alza del 23% en los últimos 45 días.

Mientras tanto, el dólar oficial minorista subió 15 centavos a $ 77,31. Con el impuesto PAIS llega a $ 100,50. El dólar bolsa o MEP cotizó a $ 125,7, una suba de 1%.

Fue una mala jornada para los bonos y las acciones argentinas. Los papeles de la deuda argentina cayeron en promedio 2% y llevaron al riesgo país a 2108 puntos básicos, 0,7% más que el martes.

Tras los marcados repuntes de la semana pasada al calor de la euforia por el acuerdo por la deuda ahora los inversores en activos locales vienen mostrando una actitud más cautelosa, a la espera de novedades acerca de las negociaciones con el FMI y la marcha de la economía.

En la bolsa porteña el Merval cayó 4% con casi todos los papeles de la pizarra central a la baja. En Nueva York, los ADR perdieron hasta 5%, con YPF afrontando una merma de 5,6%. Solo tres acciones argentinas salvaron la ropa este miércoles en Wall Street: Mercado Libre, Irsa y Tenaris.

La escalada de los dólares alternativos y la creciente demanda de billetes -se estima que en el arranque del mes compró 20% más gente que en el comienzo de julio-, redoblan la presión sobre el Banco Central, que en lo que va del mes ya se desprendió de US$ 450 millones para abastecer al mercado.

Un informe de la consultora Libertad y Progreso indica que viene en alza la cantidad de argentinos que aprovechan el cupo de US$ 200 mensuales. “El 24,6% de la población económicamente activa compró dólares en junio, cuando en mayo era de sólo el 17,9%”, señalaron. En julio, la recaudación del impuesto PAIS -el recargo del 30% sobre la compra de divisas- fue de $ 20.017 millones, un 41,8% más que en junio. Esto hace prever que hubo un nuevo salto en el número de gente que compró.

Según la consultora, en mayo compraron dólares oficiales 2,4 millones de personas, con un promedio de US$ 190, mientras que en junio fueron 3,3 millones con un promedio de US$ 193. Se estima que en julio hubo más de 4 millones de compradores. En el arranque se agosto se habría dado un salto adicional del 20%.

Con este nivel de demanda y a pesar del efecto restrictivo del cepo parece no haber dólares que alcancen. Desde la consultora Ecolatina destacan que pese al superávit comercial que en el primer semestre supera los US$ 8.000 millones, “el Central ha tenido que vender divisas netas en el mercado formal en lo que va del año. Al 27 de julio, el saldo de la intervención arroja un saldo de US$ -326 millones y, si se suma a esto, la colocación de letras intransferibles al Tesoro por US$ 3.200 millones para pagar deuda, se entiende porque las reservas netas rozan los US$ 10.000 millones, umbral que llevó- a la anterior y a esta administración- a implementar mayores restricciones“.

La consultora sostiene que “ni el BCRA, ni el gobierno nacional dan señales de que la moneda local vaya a estabilizarse, sirviendo así de reserva de valor. Ante esto, la alternativa de la población es consumir o dolarizar sus ahorros. Por lo tanto, la demanda de pesos seguirá cayendo y, por ende, perdiendo poder adquisitivo; lo que seguirá reflejándose en una inflación alta”.

Francisco Gismondi, director de Macroeconomía en Empiria consultores, apuntó que en los últimos meses “el dólar claramente se despegó de la inflación, o sea que los pesos se fueron yendo hacia ahí. Cuanto más exceso de pesos haya, mayor será la brecha cambiaria y siempre habrá una presión mayor para la devaluación del oficial”.