En diálogo con La Mañana, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación “Libertad y Progreso”, resaltó que la administración nacional haya logrado un convenio con los bonistas privados, porque eso brindará mayor certeza a la sociedad en su conjunto y facilitará el acceso al crédito por parte del sector público y la actividad privada.
También, el profesional advirtió que la inflación en la Argentina seguirá siendo creciente, pero tendrá un nivel menor al que hubiese llegado si el país estuviese en default. En este sentido, el licenciado especificó que se podría llegar a una tasa mensual del 5% hacia fin de año, debido a la alta emisión monetaria y a la importante devaluación de la moneda nacional, lo cual originará que haya ahorristas que sigan comprando dólares, aunque en cantidades menores que aquellas que se observarían en un escenario de mayor incertidumbre.
“Habrá mayor tranquilidad en la población. No todos los factores de incertidumbre están resueltos, pero una mayor certidumbre derivará en que la ciudadanía ahorre un poco menos en dólares y gaste un poco más. Esto será muy bueno para un proceso necesario de recuperación. Cuanto más rápido se recupere el nivel de actividad, más gente podrá salir de la pobreza”, explicó Abram a este diario.
Asimismo, el especialista se refirió al tipo de financiación que podrían recibir el Estado y el sector privado productivo. “Hay entidades que estarán dispuestas a prestar dinero a empresas argentinas, aunque con una tasa de interés mayor a la que se observa en otros países. Al mismo tiempo, los organismos internacionales tienen mayor predisposición para prestar dinero a aquellos países que no están en cesación de pagos. No habrá acceso a fondos importantes, pero esas entidades ofrecerán crédito a todos los países, debido a la pandemia. Esos fondos serán fundamentales para lograr una reactivación económica”, agregó.
“Lo peor hubiese sido no tener un acuerdo, porque en ese caso, el nivel de incertidumbre en la Argentina se hubiese potenciado. Con el cierre de este tema, la negociación con el FMI no será una complicación, y se planteará la necesidad de refinanciar en un plazo más largo los vencimientos de los próximos dos años”, aseveró Aldo Abram.
