Pesce tras los pasos de Sturzenegger: La deuda remunerada como principal instrumento de financiamiento

El Banco Central financia al tesoro, con una mayor proporción de deuda remunerada para evitar la emisión en el corto plazo.

Desde que asumió Alberto Fernández como presidente, el Banco Central financió al Tesoro Nacional en $1.632.000 millones principalmente por medio de deuda remunerada (Leliqs y Pases Pasivos) más que por emisión monetaria. De esta manera nos estamos acercando a un escenario de crisis similar al de 2018.

Al 18 de agosto del corriente, aproximadamente el 90% del financiamiento fue mediante deuda remunerada y el resto por emisión monetaria. Esto implica que el cobro de impuesto inflacionario inmediato es menor. Pero, al igual que en 2018, se está acumulando un pasivo peligroso que se verá multiplicado por la tasa de interés y derivará en un pago desordenado con emisión, licuando el pasivo en términos de las reservas, es decir, en dólares.

Iván Cachanosky, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso explica la mecánica: “El BCRA está fondeando las transferencias al Tesoro mediante dos instrumentos: Uno es la emisión de moneda y cobrar el impuesto inflacionario que surge de quitarle poder adquisitivo a los pesos que tiene la gente, para transferírselo al gobierno. El otro mecanismo es que el BCRA coloca deuda remunerada, principalmente a los bancos, y esos recursos se los transfiere al Tesoro. Esto no quiere decir que este tipo de financiamiento esté exento de consecuencias. La deuda remunerada es equivalente a una emisión futura”.

En un informe el BCRA indicó que las transferencias que hace al Tesoro surgen de recursos provenientes de ganancias del mismo. Sin embargo, la única forma de hacerlas disponibles para el gobierno sería enviarle esas divisas o venderlas y transferirle su resultado, lo que no sucedió.

 “Gran parte de las ganancias responden a la revalorización de activos externos en su cartera, generadas por haber devaluado nuestra moneda. Además, el BCRA decidió contabilizar a su valor técnico las letras intransferibles del Tesoro que tenía en sus balances a precio de mercado; que por sus características es muy bajo. De esa forma infló artificialmente sus ganancias con un mecanismo que podría ser considerado fraudulento, si alguno de los bancos que tiene bajo su control lo hubiera hecho. Tampoco existen esos recursos para enviarlos como dividendos al gobierno” explica Iván Cachanosky, Economista Jefe en la Fundación Libertad y Progreso.

El stock de Leliqs y Pases Pasivos equivalen a poco más de una base monetaria entera. Tomando el último dato de agosto, los pasivos remunerados se elevan a casi el 110% de la base monetaria; no tan lejos del pico de 126,4% de marzo del 2018, durante la gestión de Sturzenegger.

Por el momento el gobierno se las ingenia para recibir financiamiento sin asumir el costo en el corto plazo. Sin embargo, los desequilibrios macroeconómicos continúan y con ellos, la amenaza de sus consecuencias.

En el corto plazo las autoridades deberán revisar esta estrategia, o la inflación tomará dimensiones que aumentarán la pobreza.