Declaración de la Academia Nacional De Educación sobre los intentos de manipulación ideológica en las instituciones educativas.

La Academia Nacional de Educación considera un deber ineludible
manifestar su seria preocupación en relación con los intentos de
manipulación ideológica en el ámbito de las instituciones educativas,
que se han hecho públicos recientemente. Ellos se advierten en los
contenidos de los diseños curriculares, en los materiales de estudio
elaborados por distintas administraciones educativas así como en los
textos que utilizan los estudiantes.

Por eso, ante esta preocupante situación, estima oportuno reiterar las
expresiones vertidas frente a una circunstancia similar, en su
declaración de agosto de 2012 sobre “Adoctrinamiento político partidario
en las escuelas”. En síntesis, antes y ahora la Academia reafirma los
siguientes principios consagrados en la Constitución Nacional, en los
tratados internacionales con jerarquía constitucional y en la
legislación nacional:

• Libertad de enseñanza y de aprendizaje.

• Derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos de acuerdo
con sus propias convicciones.

• Respeto a la dignidad de las personas que asisten a las instituciones
educativas de todos los niveles en cuanto a desarrollar su capacidad
para discernir con libertad y desarrollar el
pensamiento crítico sin ningún tipo de adoctrinamiento político partidario.

• Pluralidad y diversidad cultural en el marco de la autonomía
institucional.

En ese sentido, la Academia Nacional de Educación sostiene que, de
acuerdo con lo establecido en el art. 3° de la Ley de Educación Nacional
no.26.206, “La educación es una
prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir
una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional,
profundizar el ejercicio de la ciudadanía
democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y
fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación”.

Cumplir con estos claros objetivos requiere que en las instituciones
educativas, que constituyen un ámbito público, se respeten la diversidad
y la libertad académica y se estimule el debate de ideas y la búsqueda
de consensos. Eso supone desterrar de las aulas el pensamiento único que
termina por incitar al fanatismo.

POR EL PLENO.
José María La Greca
Académico Secretario