Propiedad competitiva versus corrupción, la batalla por el futuro

Consejero Académico en Libertad y Progreso

INFOBAE -La humanidad progresó en la medida que el orden económico y social se fue haciendo más abierto y transparente. Quienes se apartaron de ese camino cayeron en la pobreza.

Aunque pueda sorprender, la competencia es el proceso colaborativo por excelencia, que impulsa a cada persona a ofrecer bienes más valiosos para los demás a cambio de bienes más valiosos para sí mismo. Se trata de un proceso win – win (todos ganan) que multiplica los ingresos individuales, cuando las actividades estén libres de obstáculos arbitrarios. Libertades que cultivan entramados institucionales y redes de transacciones personales.

La libertad de no sufrir impedimentos innecesarios es el impulso mayor a las actividades creativas, el comercio y la producción.

Los ingresos individuales se multiplicaron en los últimos 40 años. Salvo en sociedades arruinadas por la corrupción: las violaciones a las normativas que ordenan el sistema y defienden las propiedades. Acciones que contaminan las actividades y contagian otras corrupciones, como contratar funcionarios incompetentes (que producen menos que su costo). Un virus que socava la cooperación y sociedades.La libertad de no sufrir impedimentos innecesarios es el impulso mayor a las actividades creativas, el comercio y la producción

Hasta el 1700, la humanidad subsistió en el límite de vida, denunció Thomas Malthus. A partir de entonces se fue propagando la aceptación de los Derechos Individuales a las Propiedades Competitivas y los ingresos personales progresaron, dejando atrás miserias milenarias.

Las sociedades apuran el progreso a medida que reconocen derechos a vivir en libertad de obstáculos redundantes a satisfacer sus propios deseos, comerciando y acrecentando la propiedad de lo ganado. Un hallazgo decisivo y novedoso, vigente de modo desigual según liberan actividades.Donde se fue propagando la aceptación de los Derechos Individuales a las Propiedades Competitivas, los ingresos personales progresaron, dejando atrás miserias milenarias (EFE)
Donde se fue propagando la aceptación de los Derechos Individuales a las Propiedades Competitivas, los ingresos personales progresaron, dejando atrás miserias milenarias (EFE)

El impulso de la propiedad privada competitiva

La propiedad privada competitiva revolucionó las organizaciones humanas. Distribuye los beneficios de las actividades según la contribución de cada individuo al resultado de cada emprendimiento. Reconociendo las ventajas de convenir coordinar las actividades y distribución de beneficios, restringiendo las violencias que marcaron la experiencia humana.

La propiedad privada competitiva es la renuncia a despojar mediante guerras, violencias, argucias diversas. Refuerza los convenios voluntarios en la generación de ingresos y señala a la corrupción, la enemiga de la sociedad. Las ventajas de acordar son muy superiores a lo ruinoso de redistribuciones forzadas, robos, expropiaciones oportunistas.La propiedad privada competitiva es la renuncia a despojar mediante guerras, violencias, argucias diversas. Refuerza los convenios voluntarios

La historia de la humanidad puede dividirse en antes y después de la aceptación de la propiedad individual competitiva. Durante los cientos de miles de años anteriores al año 1700, la violencia de los poderosos prevaleció sobre los convenios de producir y distribuir los beneficios. En contraste, en los últimos 300 años, la difusión de la propiedad individual competitiva multiplicó el PBI mundial 200 veces, incrementando los ingresos cada vez más rápido. La población general se multiplicó por algo menos de 13; mientras el PBI per cápita lo hizo por 14, en donde y a medida que la propiedad competitiva se va afirmando.

El despegue del PBI por habitante, en dólares de poder adquisitivo constante se observa con claridad en la evolución de la población y la riqueza mundial.

El gráfico siguiente ilustra el ingreso por habitante de los 195 países socios del FMI. Las tremendas diferencias de ingresos promedio, en países de millones de habitantes, es consecuencia del ordenamiento institucional protector de la propiedad privada individual. La brecha entre los distintos países mide el daño de la corrupción sobre los ingresos. Suiza, el país con mayor protección a las propiedades individuales desarrolla instituciones que delinean mas competitivamente los derechos y propiedades.

A medida que aumentan las violaciones de propiedades, menguan los ingresos promedio. Burundi y Sudán del Sur son los países con peores violaciones de los derechos, consiguiendo apenas USD 300 anuales por persona. Los argentinos, que en 1980 ganaban el triple del ingreso mundial ahora ganan 30% menos que el promedio mundial. Evidencia el daño de corromper las competencias.

Estamos desperdiciando las oportunidades de las libertades y democracia. Salvo Venezuela, ningún país perdió tanto poder adquisitivo en América como la Argentina, en estos últimos 40 años. Las pérdidas de libertades e ingresos van acompañadas.

Ahora pareciera que las instituciones están sufriendo un nuevo ataque, y se pretende que el voto popular en las elecciones políticas decida todos los conflictos. La prepotencia corrompe. Las cuestiones científicas no se deciden según el voto popular. Las elecciones son sólo útiles para decidir gastos e ingresos públicos.

La libertad ilumina las vidas individuales para encontrar el camino propio. La libertad de sufrir impedimentos redundantes se resguarda con la igualdad de reglas para todos. Si las reglas son iguales para todos, ninguno puede aducir que enfrenta escollos artificiales, injustos.Si las reglas son iguales para todos, ninguno puede aducir que enfrenta escollos artificiales, injustos

Las libertades individuales se resguardan con igualdad de reglas en los diferentes conflictos particulares. Tales juicios no puede ser sometido a la voluntad popular, expresada en elecciones políticas. El ingreso de los países lo confirma. Las poblaciones se enriquecen mutuamente con la competitividad de sus instituciones y propiedades individuales. Sostenidas con la certidumbre de la Justicia. Jueces competentes que sostienen reglas justas, estables a lo largo de las ocasiones, personas y tiempos. El ideal proclamado por la Revolución Francesa contra los regímenes feudales.

Las variaciones legislativas y judiciales incrementan la incertidumbre, devalúan propiedades, ingresos y perspectivas.

Una Argentina enervada por la corrupción expulsa capitales, empresas y jóvenes profesionales. Urgen seguridades para trabajar productivamente.

Endeudarse consigue recursos bienvenidos. Pero se tornan desventajosos si requieren intereses elevados.

Los Estados se crearon para dar confianza. Pero la corrupción hace al Estado argentino inconfiable. Los inversores huyen, a causa de las variaciones regulatorias.

“El índice de riesgo país mide la inseguridad de los derechos y propiedades. La batalla por un régimen judicial competitivo, garante de derechos y propiedades, con reglas estables a lo largo de personas y tiempos, es la condición para el progreso”, expone el libro “Por un País más Justo y Floreciente”.