Boom inflacionario devora inversiones en plazo fijo tradicional

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Iván Cachanosky
Economista, colaborador de Libertad y Progreso

Lic. en Administración de Empresas. Magister en Economía Aplicada de la UCA. Doctorando en Economía en la UCA.

IPRO – Momarandu – El 4,8% de todo el mes pasado dejó bajo tierra al 3,08% que otorga invertir en plazo fijo tradicional, en el mismo período (37% anual) una colocación a 30 días.

Desde la cifras, la lectura que realiza el mercado es que, de seguir en el mismo nivel de precios de forma indomable, el Gobierno deberá incrementar las tasas de interés para incentivar al ahorro.

Sino, aquellos que estén posicionados en las colocaciones tradicionales podrían migrar en masa a la variante UVA que ajusta por el índice CER, y cuyo plazo mínimo del encaje de los fondos es de 90 días.

O bien, lo que sería peor para las autoridades, es que se vuelquen esos pesos sobrantes al mercado de dólar informal, para no ir “a pérdida” al plazo fijo tradicional. Un hecho que generaría una presión extra al precio del blue por la mayor demanda.

“Las personas buscan protegerse contra la inflación y mantener su poder adquisitivo lo máximo posible, por lo que toman decisiones en base a ello. El problema es que la toma de decisiones es cada vez más difícil, porque los niveles de incertidumbre son cada vez más elevados”, dice a este medio Iván Cachanosky, economista de la fundación Libertad y Progreso.

INFLACIÓN EN ALZA

Entre esos niveles de desconcierto, este analista menciona a distintos factores, como que no se sabe qué ocurrirá con el acuerdo con FMI, como tampoco cuánto escalará la inflación.

Es que en marzo pasado tocó la cifra más alta mensual del año (4,8%), y los pronósticos para adelante encienden las alarmas.

De acuerdo al reciente informe de Ecolatina, publicado horas atrás, las proyecciones del índice de Precios al Consumidor (IPC) del Gran Buenos Aires “trepó” 4,5% entre la primera quincena de abril y el mismo período de marzo.

“Esta dinámica incluye la aceleración que tuvieron los precios hacia el cierre del mes pasado, reflejada en el IPC Indec de marzo publicado días atrás, de modo que esperamos que la suba de precios se desacelere en la segunda mitad de este mes”, detalla.

Sin embargo, aclara Ecolatina que esta baja en la segunda parte de abril “no alcanzaría para perforar el 4% en el promedio mensual”. Es decir, se prevé que los precios sigan por encima del 4% mensual.

Con este resultado previsto, la inflación acumularía 17% en los primeros cuatro meses del año, “consumiéndose casi el 60% del objetivo anual de 29% fijado en el Presupuesto 2021”, alerta.

Según proyecta, durante abril, los aumentos más significativos serán los vinculados a la indumentaria, a los que se sumarán los incrementos en prepagas, combustibles, expensas, cigarrillos y el ajuste en la tarifa de subtes y taxis, en la ciudad de Buenos Aires.

En este sentido, Cachanosky se plantea la pregunta si, bajo este panorama, el Gobierno podrá mantener el mercado cambiario tranquilo hasta octubre.

Al mismo tiempo, surge el interrogante respecto al tiempo en el que perdurarán las restricciones a la circulación por el incremento de casos de Covid-19.

Una situación que generará, por lógica, un menor nivel de actividad en varios sectores de la economía, y una mayor inyección de pesos al sistema, por los casi $15.000 millones que se volcarán a la calle para ayudar a los sectores más vulnerables.

Un hecho que, se teme, generaría una mayor presión al incremento de los precios, por la mayor demanda que se producirá en determinados rubros.

DUDAS EN AHORRISTAS EN PLAZO FIJO

En resumidas cuentas, la mayor inflación actual y proyectada para los próximos meses está cambiándoles el panorama a los ahorristas.

“Ante esta situación, pareciera que el foco de los ciudadanos es no perder poder adquisitivo, lo que es sumamente lógico y entendible”, sincera Cachanosky.

En este marco, destaca este economista que fue cobrando cierto protagonismo los plazos fijos UVA, que ajustan por índice CER, como alternativa a los plazos fijos tradicionales.

“Es que el plazo fijo tradicional desde hace unos 7 meses que obtiene resultados reales negativos, ya que la inflación le gana a la tasa que ofrecen los bancos. Esto obliga a los ahorristas a pensar en alternativas, y una de ellas es la colocación ajustable por las UVA”, afirma Cachanosky a iProfesional.

Y agrega: “Lo que garantiza este último instrumento es que posibilita ganarle a la inflación, ya que asegura una pequeña tasa por arriba de la misma. En un contexto donde la inflación se acelera, este instrumento fue creciendo”.

En este marco, según el último boletín diario publicado por el Banco Central, los depósitos a plazo fijo ajustables por CER (UVA) avanzaron, en volumen, un 16,8% en los últimos treinta días.

“Esto no implica que los depósitos a plazo fijo tradicionales estén cayendo, continúan creciendo, pero a tasas más bajas”, aclara Cachanosky.

Un dato que también aclaran los economistas respecto al salto en los últimos meses del crecimiento de las colocaciones de los plazos fijos UVA, es que venían de niveles muy bajos. Por eso, ahora, las variaciones porcentuales que se observan parecen muy elevadas.

De acuerdo cita el mencionado analista, en base a los datos informados por el Banco Central, los saldos al 12 de abril para los depósitos en el plazo fijo tradicional registran $3.387.514 millones, mientras que los depósitos a plazo fijo ajustables por UVA son de $123.838 millones. Es decir, estos últimos representan apena el 3,7% de los tradiciones.

“No debe ignorarse que el 2021 es un año electoral y que, como todo año electoral, la demanda por el dólar cobrará intensidad”, advierte Cachanosky.

Por eso, destaca que si bien es cierto que el Banco Central y la ANSES cuentan con instrumentos necesarios para combatir un alza en los precios de los dólares paralelos para que la brecha no se dispare, también es cierto que hasta octubre existe un largo recorrido.

“En la medida que el mercado cambiario continúe sin grandes sobresaltos, los depósitos a plazo fijo ajustables por CER (UVA) continuarán creciendo, sobre todo hasta junio”, destaca.

La mira para el segundo semestre, en la previa electoral y también luego de los sufragios, estará puesta en el precio del dólar.

Para el segundo semestre, según Cachanosky, la situación del mercado cambiario “podría comenzar a complicarse”.

De ocurrir esto, se estima desde la City que la demanda por el dólar volvería a tener protagonismo. Al fin y al cabo, siempre es el “paraguas” para resguardar los ahorros de los argentinos, dentro de una historia que siempre marca que la inflación elevada le quita constantemente al peso su poder adquisitivo.

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