La otra deuda: La deuda remunerada representa el 134% de la base monetaria y se acerca a niveles de la gestión anterior

El gobierno enfoca sus esfuerzos en un milagroso acuerdo con el FMI mientras la deuda del Banco Central tocó un pico de 141% en mayo.

Según datos del BCRA la deuda remunerada alcanzó en mayo un pico de 141% de la base monetaria y hoy se mantiene en torno a 134%, tan sólo tres puntos por debajo del nivel máximo de la gestión anterior (137%). Los analistas advierten que coquetear con niveles similares previos a la crisis de confianza en 2018 sumado a la alta inflación, puede ser peligroso.

A lo largo de la gestión de Miguel Ángel Pesce en el BCRA, la deuda remunerada se duplicó ya que cuando asumió era el 63% de la base monetaria. Hoy, la magnitud de los pasivos es tan grande que excede a la base monetaria en 1,34 veces. Todo esto en un contexto en donde la inflación se ubica en el 51,8% interanual.

Iván Cachanosky, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso sostuvo que “la deuda remunerada equivale a emisión futura, por lo que el potencial de emisión es inmenso y se ubica casi en los mismos niveles críticos a los que llegó la gestión anterior. Para peor, es muy probable que la emisión monetaria gane velocidad agravando aún más el problema de la inflación”. El problema empeora ya que parte de los depósitos de la gente están respaldados en gran medida por las Leliqs y no por pesos. Por lo tanto, si las personas comienzan a demandar esos pesos, los bancos tendrán que devolverle las Leliqs al BCRA y la entidad se verá obligada a emitir. Este dato no es menor teniendo en cuenta el contexto electoral.

El principal problema cuando la deuda remunerada es tan grande es que la misma entidad se ve obligada a emitir para pagar los intereses de la misma deuda remunerada, entrando así en un círculo vicioso. Esta problemática no hace más que continuar alimentando la bola de nieve de la deuda remunerada.

El economista agregó que “para terminar con el martirio de la inflación y de la deuda remunerada se vuelve necesario bajar en serio el gasto público. De lo contrario, la dependencia de la deuda y la emisión continuarán siendo una constante en Argentina, con sus consecuencias económicas”.