“Hay un festival de bonos en pesos, con la idea de que es deuda pagable con emisión”

Director General en

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

ANDINO – A poco de las elecciones del 14 de noviembre, frente a las medidas para muchos efectistas que cotidianamente adopta el Gobierno nacional para torcer el rumbo de una economía empiezan los análisis sobre lo que se hace y se debe hacer.

Sitio Andino dialogó al respecto con el economista Agustín Etchebarne, de la Fundación Libertad y Progreso, autor del libro “El camino es la libertad, de la pobreza a la abundancia”. A su criterio, las decisiones de política económica “son parches” que no permitirán revertir los resultados de los comicios que dejaron las PASO de septiembre. Inflación, la madre de todos los males, endeudamiento y más.

¿Qué márgen de maniobra tiene el Gobierno para salir de la crisis?

Una cosa es el margen político, y otra son las ideas que tiene, porque si son erradas lo reduce. Creo que por más que se ha inyectado mucho dinero la derrota electoral de las PASO se repetirá, aunque tal vez el Gobierno logre retener algunas bancas en el Senado. El presidente Fernández tiene la oportunidad de buscar un acuerdo más amplio, pero el problema está dentro del propio peronismo: en cuanto al acuerdo con el FMI, no hay un consenso sobre cuál.  Con bajas reservas del Banco Central, el Tesoro casi quebrado y también complicada la caja de Anses estamos en un problema serio. 

¿Y entonces?

Van a tener que lograr el acuerdo, porque sino Argentina no podrá pagar e ir al default agravaría más la crisis, con una aceleración de la inflación y pobreza, es decir, una crisis económica y social. El tema es que no hay interlocutores en el sindicalismo, porque hoy, con 6 millones de personas en la informalidad y muchos viviendo de planes, el poder sindical es mucho menor al de antes. Entonces, a los 3 actores conocidos, políticos, empresarios cercanos al poder o “empresaurios” y sindicalistas, se suma un cuarto: los que ganan gracias a los planes sociales, que montaron estructuras financiadas por el Estado para distribuír plata entre los carenciados, organizaciones complicadas. Por eso si Fernández quiere un acuerdo tendría que hacerlo con parte del peronismo, Larreta y Massa. Cambiemos así le daría apoyo a leyes que signifiquen reformas estructurales profundas. 

¿Cuáles son los indicadores que hacen prever una crisis más seria?

El balance del Banco Central muestra una “bola de nieve”, la deuda remunerada, equivalente a 142% de la base monetaria total de Argentina, que paga una tasa del 45%. Al empezar el año ya se sabe que sólo afrontar intereses equivale a 60% de esa base. A eso hay que sumarle el déficit fiscal, con lo cual en 2022 es probable que tengamos una inflación de 70% como piso después de casi 50% este año, una inflación reprimida con cepo cambiario, tarifas congeladas y ahora 1.400 precios también pero puede ser mayor porque la gente tiene gimnasia, y cuando ve ciertas condiciones empieza a huir del peso. La caída de demanda de dinero, con el mismo nivel de emisión, acelera la inflación, algo que vimos con la híper de Alfonsín en el ’89 y luego con Menem y deriva en lo social; ahora, con una pobreza del 40% la situación es muy compleja.  

De la devaluación al “Tomba”

Inflación y tipo de cambio son fenómenos que van de la mano. La medida de la apertura de cuentas bancarias para turistas con el dólar MEP de referencia es convalidar una devaluación?

Sí, de alguna manera es permitirlo, el problema son las facilidades y qué turistas estarían dispuestos a tramitar una caja de ahorros. Está claro que por ahora son parches, y que al nivel del dólar paralelo, al MEP o Contado con Liqui, Argentina es un regalo y un atractivo fenomenal para los turistas, que no son tontos y de hecho muchos cambian en la calle. Saben que si gastan con tarjeta les cobran el dólar oficial; lo ideal sería que les tomen el MEP en todo caso en la tarjeta más que abrir una cuenta, hay maneras más sencillas. El turismo es una forma de atraer divisas pero al final tenés que subir las exportaciones, con lo cual esa símil-devaluación debería buscarse para toda la economía: un cepo cambiario grande deprime las ventas al exterior, fomenta las importaciones y la sobrefacturación.

Precisamente, el control de importaciones, con topes a los pagos anticipados, empezó a flexibilizarse parcialmente. ¿Se pueden reactivar según los resultados del 14?

Hasta entonces, muchos cambios no veo. La gran mayoría de lo que se importa son bienes intermedios o insumos que se usan para producir otras cosas. Acá se observa con la vitivinicultura pero en distintos puntos del país está pasando con los neumáticos, por ejemplo, un problema para el agro y el transporte. Muchos se consideran bienes finales pero no lo son. Por eso una industria protegida resulta ineficiente: para que la gente entienda, es como que el equipo de Godoy Cruz solamente pudiera jugar en Mendoza. ¿Cómo va a ser competitivo? Despues de 70 años armàs el equipo con las inferiores, lo encerrás y decís “Hasta que no logremos que sea muy bueno no vamos a competir con el resto del país o el mundo”. Pasa lo mismo con la industria. 

La culpa de la inflación

Para Etchebarne, no toda la responsabilidad del desenfrenado aumento de precios recae en la clase empresaria. “Preocupa que algunos funcionarios del Gobierno culpen a los empresarios de la inflación, cuando en época de híper bajó de 3000% a 0%. Significa que se volvieron buenos? En Chile es mucho menor. ¿O sea que cruzan la cordillera y se convierten en malos?”, reflexiona.

Pero todos, Gobierno y empresarios, tienen una cuota de responsabilidad en esto….

Es cierto, pero los políticos sobre todo. El Banco Central tiene la solución: deja de emitir y se termina. O con una reforma monetaria, por ejemplo, dolarizar la economía como Ecuador, que ha tenido deflación en los últimos años. Automáticamente se desploman las tasas de interés y se expande el crédito porque recuperás la moneda. Porqué no baja? Muchos empresarios no quieren, porque prefieren tener inflación alta con tasas bajas para ir generando grandes negociosLos funcionarios tampoco, porque imprimen y reparten el “plan Platita”. Pero joroba al que cosecha la uva o la manzana, que no pueden cubrirse y ven licuados sus ingresos. Como la leche aguada, el dinero ya no es lo que era, entonces si los precios suben el doble es que en realidad bajó la moneda, que está licuada. En 20 años, desde el 1 a 1, el peso, con la destrucción de 2 ceros bajó 200 veces, una pérdida de más del 99% del poder adquisitivo. Eso salvó la convertibilidad.

Sin embargo, la paridad peso-dólar duró 10 años, cuando algunos lo recomendaban como una salida provisoria para sanear la moneda..

Eso dicen los que prefieren seguir “inflacionando” la economía. Podríamos estar 1 a 1 hoy, con inflación 0 pero obviamente no se podría usar la política de imprimir billetes para pagar el déficit fiscal, que es sólo gastar más de lo que ingresa. Y tendríamos salarios per cápita del doble que los actuales probablemente, cuando el salario real cayó 42% en los últimos 8 años. 

Con colocaciones cotidianas de deuda en pesos para gastos corrientes y sin acuerdo con el FMI ¿qué alternativas de financiamiento le quedan a Argentina de cara al 2022?

Hay un festival de bonos en pesos, ajustables por CER o por el dólar, con la idea de que es deuda “pagable” con emisión, y de última con una híper se licúa. No hay forma de emitir en dólares, lo que sí hizo Macri con el márgen que tenía. Durante su gobierno aumentó mucho la deuda en moneda extranjera y ahora en pesos. Pero de una u otra forma se tiene que pagar, y si es con emisión recae en el asalariado, el mismo problema de siempre. El ajuste que se está haciendo ahora. Una moneda sana es respetar el valor de los sueldos y que las jubilaciones no se deterioren, y firmar contratos: con la nueva ley de Alquileres se puede ajustar una vez al año pero no se sabe cuándo subirán los precios. Malo para el inquilino y el propietario, por eso ahora buscan derogarla algunos de los que la impulsaban. Hay mucho populismo en Argentina, pero hay un cambio de ideas.

¿De quiénes?

Muchos economistas intentamos explicarlo, pero empresarios y políticos no nos dieron bola. Son los jóvenes; y no es una cuestión social, porque pasa en estratos de altos ingresos y también muy bajos, porque no tienen futuro en Argentina. Los de clases más acomodadas piensan en irse del país, ¿y los de menos recursos?. Hay mucha preocupación, porque están sufriendo la brutal decadencia de Argentina, pero son los que se están volviendo liberales y van a cambiar el destino del país.