El Economista Abram explica que los gobernadores deben gastar menos para reducir el clientelismo político

DIARIO LA OPINIÓN La Fundación “Libertad y Progreso” dio a conocer los lineamientos que forman parte del plan económico que la entidad propone para la Argentina, con medidas que abarcan cuestiones como una reforma impositiva y de la Coparticipación Federal, en un marco de acciones tendientes a reducir el gasto público y las cargas tributarias existentes en el país.

En este sentido, se pidió la eliminación gradual del impuesto a las transacciones financieras (conocido como Impuesto al Cheque), junto con una reducción -hasta su eliminación- de los derechos de exportación y del Impuesto a los Bienes Personales.

Asimismo, se propone enviar al Congreso una ley para lograr la devolución de potestades tributarias a las provincias, como “Ganancias de Personas Físicas, Combustibles, Bienes Personales e Internos”, y para establecer el reemplazo de Ingresos Brutos “por Ventas (provinciales) y calibración de éste con la alícuota del IVA (nacional) para empalmar con la distribución primaria vigente”, para así conseguir una “supresión de la Coparticipación vertical”.

También se marcó la necesidad de crear un “Fondo de redistribución horizontal” que produzca un “empalme” con el sistema de Coparticipación vigente, pero que “al quedar inamovibles esos porcentajes, se exija acompañar cualquier aumento de gasto de una provincia con impuestos provinciales adicionales”. De esa forma se apunta a “alinear los incentivos” y a que “los gobernadores gasten menos y mejor”.

En lo referente a este tema, el licenciado Aldo Abram, director ejecutivo de “Libertad y Progreso”, comentó que se debe apuntar a que los Estados provinciales puedan tener una mayor cantidad de tributos propios, para evitar el uso político de los recursos que provienen de la Coparticipación; y destacó que para lograr una “salida” ordenada del sistema anterior, se propone el establecimiento de un Fondo, financiado con un impuesto sobre los combustibles, para subsidiar a aquellas provincias que “sean más pobres”, como sucede con las jurisdicciones del Norte, y lograr que su situación sea “igual” a la que tendrían si continuara la modalidad anterior.

“Uno de los principales problemas” “Nosotros consideramos que la Coparticipación es uno de los principales problemas que tienen las provincias pobres de la Argentina, porque todo lo que gastan proviene de la Nación. No es de la Nación, porque para que la Coparticipación tuviese su origen, las provincias pusieron plata. Es un error decir que es plata de la Nación. Pero la mayor parte del gasto público de muchas provincias, sobre todo de las provincias más pobres, se cubre con recursos de la Coparticipación, que recauda la Nación y que distribuye la Nación”, mencionó.

“Para los gobernadores, esta plata termina siendo dinero que pueden manejar con objetivos políticos y no pensando en el largo plazo. Se usa para clientelismo político y no para desarrollar sus provincias”, acotó el economista.

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