“El Gobierno está acabado, no tiene respuestas”

LA NACIÓN Gustavo “Lacha” Lazzari, disertó ante empresarios cordobeses y señaló que el Gobierno “para tapar un escándalo, genera otro”. Fue contundente: “El Gobierno está acabado, no tiene respuestas. Un Gobierno acabado en un contexto sin tiempo es… … Hay que prestarle atención. Con un Buenos Aires que no se prende fuego por planes sociales y porque está el peronismo es un buen escenario electoral para pegarle un cachetazo. El año 2022 será más difícil que 2021″.

La Argentina en esta década está cumpliendo 100 años de un largo recorrido y esta es la estación final, que se llama inviabilidad; el cambio macro no alcanza”. Enfatizó que el país “no tiene tiempo; tiene un reloj de arena a punto de explotar”.

Disertó ante los empresarios de la Bolsa de Comercio de Córdoba. “Necesitamos una ‘revolución económica’. Para nosotros es una revolución, pero es la normalidad. También necesitamos una revolución microeconómica, de oferta, para restablecer el músculo productivo”, agregó.

El precandidato de la lista de Ricardo López Murphy habla de “inviabilidad” porque el país no puede lograr sus objetivos. “No puede sacar a la gente de la pobreza, lograr un crecimiento en el empleo y no lo podremos lograr con lo que tenemos. Lo que sigue es un cambio disruptivo”, dijo.

A su entender, hasta esta crisis, “no se tomaba conciencia del grado de deterioro que solo se arregla con gente en las fábricas y chicos en las escuelas”; apuntó que hasta ahora se suponía que “los problemas se arreglaban con una buena cosecha, o algún acuerdo”.

“No vamos a crear empleo de esta manera; con el actual sistema es imposible generar puestos de trabajo. La realidad es que si tenemos 20 millones de planes y 4 millones de empleados públicos es por un problema de incentivos. El músculo de 600.000 Pymes es absolutamente insuficiente”, aseguró.

Repasó las “cuatro mochilas” que hay en la economía argentina. Una es la tributaria (180 impuestos, 25 agentes de retención y 100 mecanismos de recaudación). Calificó a los impuestos de “altos, más que en Noruega. No como dicen desde el Gobierno; la tasa legal de impuestos que miran las inversiones formales espantan. Por eso la Argentina no entra en el plan de negocios”. Agregó que los impuestos son “complejos e injustos”.

La segunda mochila a la que apuntó es el sistema regulatorio -que cree que “sí tiene arreglo”- que traba la generación de empresas y la tercera es el esquema laboral, al que sumó la doble indemnización y la prohibición de despidos que “hacen inviable todo”. En el cuarto lugar puso el endeudamiento de las empresas. “Si mañana el genio de la lámpara arregla la macro, el músculo productivo está roto”, sintetizó.

Consideró que es “utópico” pensar que la Argentina puede funcionar con este sistema. Lázzari dijo que impulsará un “techo fiscal” que debería ser equivalente al “arancel máximo consolidado” que tiene la Organización Mundial de Comercio (OMC). “Si le damos estabilidad fiscal a eso habrá algún proyecto que se banque”, resumió.

También planteará -si llega al Congreso- que se expliciten todos los impuestos en las facturas: “La evasión llevará a bajar los impuestos”. En materia regulatoria, cree que se deben hacer cambios para lo incremental, “con lo cual la nueva actividad empieza a trabajar el primer día”.

Para el área laboral, pide una tasa diferencial de aportes para los que pasan del sector público al privado. “Hay que dar la previsibilidad de que contratar a un empleado no es un matrimonio”, graficó.

Criticó el manejo de la pandemia del Gobierno: “Por no comprender al sector privado lo dejaron caer; por más que volvamos a la normalidad el endeudamiento seguirá por mucho tiempo, por eso la necesidad de un reperfilamiento de esas deudas que no fue generada por ir a Disney, sino por la inviabilidad fiscal y laboral”.