Dolarización en Argentina: “hay tener una moneda que no se deprecie por la inflación”

Director General en

Economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados Internacionales. Profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de la Red Liberal de América Latina (RELIAL) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 

SPUTNIK La dolarización apareció en la agenda cómo una propuesta del candidato libertario Javier Milei como una salida a la inestabilidad económica. Hablamos con Agustín Etchebarne, economista afín a la medida. Por otro lado, analizamos la visita de Luis Inacio Lula Da Silva, presidente de Brasil, a Pekín donde puso en discusión el comercio en dólares.
La extensa crisis económica que azota a los argentinos, cuya inflación ya superó el 100% anual, reavivó el debate sobre la dolarización, que implicaría eliminar la moneda local y manejarse con el papel estadounidense.
Argentina ya ha pasado por una experiencia similar durante la presidencia de Carlos Menem en la década de 1990 con la convertibilidad, aplicada desde 1991 hasta el 2002. Esto implicaba que el peso continuaba existiendo, pero equivalía a un dólar. La medida logró eliminar la inflación, pero obligó al Gobierno a mantener una afluencia de dólares para sostener el sistema que no logró obtener y tampoco podía devaluar para ajustar el tipo de cambio y terminó fracasando con el estallido social de 2001.
El principal sector que apoya esta iniciativa es el de Javier Milei, de La Libertad Avanza, quien también propone cerrar el Banco Central y confluye con la mirada de exfuncionarios de esa época, como el ex ministro de Economía Domingo Cavallo quien mira con buenos ojos que se genere un revival de los 90.
Entrevistamos a Agustín Etchebarne, director general de la Fundación Libertad y Progreso, economista y defensor de la dolarización, quien se preguntó “si somos capaces de tener una moneda sana y un Banco Central”.
El objetivo de la dolarización sería “tratar de tener una moneda que no se deprecie porque la inflación pega en los salarios y es un mecanismo de transferencia de riquezas de pobres a ricos”.
“La dolarización es una herramienta, pero hay que hacer las otras reformas. Eso daría un impulso inicial que permitiría hacer las reformas del Estado más fácil porque no habría que hacer los cambios con un plan de austeridad y contracción monetaria, sino que se podría hacer con expansión”, agregó.
Sobre las limitaciones que eliminar el peso supondría para Argentina, sostuvo que “lo que harías es atar de mano a los políticos para que no puedan imprimir billetes, porque eso es robarle a la gente. En Argentina nunca funcionó bien eso en manos de los gobiernos. Atémonos a una moneda durante 50 años y aprendamos, para que luego los políticos hagan las cosas bien”.

Lula cuestiona la hegemonía del dólar

El presidente de Brasil visitó China para encontrarse con su par Xi Jinping en el Gran Palacio del Pueblo, en la Plaza Tiananmen, para afianzar las relaciones bilaterales y discutir temas mundiales.
Lula desafió la hegemonía del dólar en el comercio internacional al preguntarse durante su discurso frente al Nuevo Banco de Desarrollo: “¿Por qué no podemos comerciar respaldados por nuestra moneda? ¿Por qué no podemos comprometernos con la innovación? ¿Quién decidió que el dólar fuera la moneda después de que el oro desapareciera como moneda? ¿Por qué no el yen? ¿Por qué no el real, el peso?”.
Además, se ofreció como mediador en el conflicto en Ucrania. Sobre esto se pronunció vía Twitter. “Propuse un G20 de paz. Cuando hubo una crisis económica, rápidamente creamos un grupo para discutir el tema económico. Hablé con Xi Jinping sobre este asunto y ahora he hablado con el Emir [de Emiratos Árabes Unidos]. Estamos creando un grupo de países interesados en La Paz”.
Cara o Ceca habló con Nestor Restivo, periodista, quien analizó esta cumbre: “fue una gira muy importante. Marca la reconfiguración en curso a nivel mundial en el sentido de no tener más miedo en decir algunas cuestiones. Lula fue muy duro con las condicionalidades del Fondo Monetario Internacional y con la postura belicista de EE.UU. y Europa en el conflicto en Eurasia”.
Sobre el cuestionamiento al uso de la moneda norteamericana para el comercio entre países, opinó que “China lo está impulsando sin apurarse, pero está internacionalizando el yuan con varias naciones donde abrió una ventanilla para hacer intercambios sin pasar por el dólar”.