Edgardo Zablotsky – Los piquetes, las manifestaciones y los cortes de calles se han vuelto parte del folclore urbano. Transitar por la Ciudad de Buenos Aires ya no es tan solo dificultoso, sino también peligroso. Por ello, la posibilidad de que el Gobierno proponga una reforma del Código Penal a los fines de limitar estas prácticas no puede ser sino calificado de auspicioso. Es claro que el Gobierno busca un equilibrio entre el derecho de protestar y el derecho de transitar. En palabras, por ejemplo, del ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro: “Hay que incluir los delitos que no existen cuando por ejemplo se arroja una piedra con la intención de dañar a otra persona”.