“La actual política agropecuaria le hace mucho daño a las economías regionales”

El consultor y economista Aldo Abram, socio-Director General de la Consultora Exante y Director Ejecutivo del Think Tank “Libertad y Progreso”, disertó en los salones del Jockey Club de Tucumán en el marco de un evento organizado por la Fundación Federalismo y Libertad; charla que formó parte del ciclo de eventos denominado “Claves para interpretar a la Argentina” que dicha ONG lanzó con el objetivo de analizar la realidad política, económica y social de nuestro país en un año electoral, como el corriente, y a la cual fue invitada a participar Revista PRODUCCIÓN.

Vale resaltar que dicho encuentro sirvió de marco para la presentación del área de Políticas Públicas de la Fundación Federalismo y Libertad, que estará a cargo del economista tucumano Gustavo Wallberg y que actualmente es presidida porJosé Guillermo Godoy; Fundación que tiene como objetivo la investigación y difusión de temas de políticas públicas, y promover las ideas de la libertad en el contexto de las relaciones sociales.

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En la charla, Aldo Abram se refirió al contexto político-económico actual, como así también proyectó el posible escenario del país y la situación agropecuaria para los próximos cinco años. Para el economista, el momento que vive la gestión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es crítico, tanto por el cepo cambiario, las trabas a las importaciones y otras políticas que amenazan el normal rumbo económico argentino. Abram sostiene que se está yendo hacia una crisis y asegura que el próximo gobierno va a agarrar un ajuste ya hecho.

En el mejor de los casos, el escenario monetario puede ser similar al de 2012, con una inundación de pesos hacia el final del año, que implicará sostener un nivel de inflación en torno de un 20% anual. Pero en algún momento, el gobierno deberá reconocer sus errores, en materia económica y una devaluación tiene un costo económico y un costo social”.

El año pasado, tomando datos del sector privado en materia económica, surgió que fuimos (Argentina) el segundo país con peor perfomance en nivel de actividad, superados sólo por Paraguay, un país que tuvo ese año una crisis política e institucional muy importante y una sequía muy dura, que afectó su principal actividad que es la agropecuaria, por lo que en su caso, se justifica que le haya ido tan mal. En nuestro caso nada lo justifica. Y lo malo -lo llamativo para decirlo de algún modo-, Argentina, para este año está esperando que suceda lo mismo, que seamos el segundo país de Sudamérica en irle peor. Es muy probable que a la producción le vaya igual de mal no sólo por la sequía, sino también porque las políticas nacionales no han variado en absoluto su rumbo.

Desde el año 2003, con el gobierno de los Kirchner, hubo un gran gasto público, muy grande, donde se ha duplicado en términos de PBI y cuando uno mira el endeudamiento que hubo, se asusta un poco, porque las tasas son muy altas y seguramente van a repercutir en la economía en algún momento. O sea, cuando miramos la historia reciente, entonces ya sabemos de qué se trata. Es una carga muy importante sobre la espalda de todos los argentinos.

A partir de 2002, por ejemplo, se vivió en el país una recuperación de la economía muy importante, después de 4 años de caída muy fuerte, apoyado con vientos muy favorables a nivel internacional, un mundo demandante de productos agropecuarios, tasas de interés bajísimas en créditos, había mucha liquidez en todo el mundo y eso facilitó mucho el crecimiento de la economía nacional y, aportó a la vez, a la recaudación tributaria. Entonces como había en la Argentina sectores a los que les iba muy bien, como el campo -por el precio de los commodities-, el Gobierno le puso el ojo, y a través de las retenciones al agro y al petróleo obtuvo buenos réditos. El Gobierno Central le sacó gran parte de su rentabilidad y generación de renta al campo. Así, con ese nivel de presión tributaria importante, con esa mochila en sus espaldas, pretenden que corra la carrera de competitividad mundial con otros países exportadores de granos y carnes, todo un disparate. Claramente, el gran problema que tiene el Gobierno es que ellos pretenden seguir gastando, recaudar más impuestos apretando al sector productivo privado.

Pero la necesidad de recaudar más para cubrir el excesivo gasto social los llevó crear la famosa resolución 125, ley de retenciones móviles al campo, por lo que se produjo la rebelión fiscal, el gobierno no tuvo otra que dar marcha atrás con las retenciones móviles y entonces fueron por otra caja que estaba disponible para ellos: ofrecieron pasar voluntariamente a todos los que aportaban a las AFJP a la de Reparto, ahí hicieron una masa de flujo fenomenal. Además, vale la pena aclarar, también confiscaron los ahorros de los que aportaban en el Sistema Previsional de Reparto.
O sea, el Gobierno de los Kirchner confiscó nuestros ahorros para los viajes, para aumentar el gasto. Fue otra caja tomada para “la fiesta”. A todo esto quiero decir que hay una mala noticia: Hasta ahora han logrado financiarse con la ANSeS, pero a partir de 2015 va a empezar a dar pérdida, lo peor de todo es que a partir de 2020 el Fondo de Garantía estará confiscado del todo, se va a terminar. Así que vayan pensando quiénes les van a pagar sus jubilaciones. Eso significa un problema de endeudamiento de hasta 2 veces lo que es la deuda pública, es un problema fenomenal heredado por nuestras generaciones futuras.

En 2009 vieron que en 2010 iban a tener un bache importante de financiamiento a cubrir y ahí vino la decisión de avanzar sobre las reservas del Banco Central. Bueno, eso es algo muy preocupante, sacarle solvencia al BCRA es muy negativo y así como en 2010 y 2011 se financió el Gobierno con recursos del Banco Central, el impuesto inflacionario de este año es usar todas las reservar del Banco Central para pagar deudas y asumir gastos.

Ahora, pienso, si hay una crisis cambiaria ¿cambiará inmediatamente el eje del Banco Central? Ceo que sí, porque se tendrán que usar todos sus instrumentos para poder contener el problema y poder salir a asistir a los bancos. La pregunta es ¿tendrá flujo para salir a atender sus compromisos y evitar una cesación de pagos?. El problema de este Gobierno es que usan las reservas del Central como si fueran suyas y emiten sin control. Esa manera de actuar puede generar un gran problema de ahí que estén ahora con el tema del control de divisas extranjeras.

En materia agropecuaria, es sabido que las economías regionales hoy son las más afectadas. Si bien el Gobierno tiene un tipo de cambio especial que les reconoce a productores industrializados que exportan, no se está reflejando en el tipo de cambio y en el costo de los productores. En realidad le está haciendo una tremenda quita a los productores que generan bienes que son exportables y, siguiendo en ese camino, lleva a producir más soja sobre soja para lograr algo de rentabilidad en medio de producciones que no son tan viables por precios o imposibilidad de venderlas en tiempo y forma como el trigo o el maíz que tienen cupos. Ahora bien, si no podemos producir soja, apaguemos la luz y vayámosnos todos. En la zona núcleo de la Pampa Húmeda, cuando vendan la cosecha actual, comparando todo con el año pasado cuando recibieron el 60 por ciento contando las retenciones, esta vez van a recibir no más del 40 por ciento. En realidad, con suerte van a estar en el 40 por ciento. Pero digo yo, el señor qué va a hacer cuando proyecte sus inversiones futuras, va a querer llorar, porque como viene la mano, el próximo año con suerte va a recibir el 30 por ciento de lo que vale su producto en el exterior y eso lo va a llevar a invertir mucho menos y entonces recibirá por ende también menos. En la zona núcleo de la Pampa donde tendríamos que estar produciendo a más no poder se vive esa situación, imagínense en las otras zonas marginales, no van a poder producir ni siquiera para sobrevivir. El agua nos va tapando más rápido.

El sector agropecuario el año que viene va a estar mucho más ahogado todavía, aún si hubiera un plan de desdoblamiento cambiario, porque en ese caso, de que haya un plan de desdoblamiento cambiario, eso va a traer un alivio coyuntural, pero no va a tapar el problema de fondo, que permanece, que es el tipo de cambio especial que hay, que le van a seguir pagando a los productores y que no refleja para nada la devaluación que sufre el peso.

Hay un desequilibrio monetario en estos momentos en el país; estamos con una brecha muy alta entre el peso y el dólar y eso perjudica mucho no sólo al ahorrista, y al productor o industrial que exporta, sino también al país, al Estado. Hay que ver que también estamos perdiendo reservas sistemáticamente, entonces es lógico que se piense que puede haber una devaluación monetaria o una apertura de un mercado financiero y turístico, y de un mercado comercial; pero estimo que eso no va a ocurrir antes de las próximas elecciones parlamentarias. El problema es después. ¿Qué va a pasar?

Otro problema que se observa es que en este contexto de país donde hay un Gobierno central dueño de todo, vemos que las provincias han cedido facultades a la Nación que no son razonables, y revertirlo requiere de un cambio de actitud muy grande. No creo que eso pase con este régimen de gobierno tan autoritario. Hay que creer en el federalismo y esta gente que hoy gobierna al país no cree en eso ni una palabra.

Mi impresión es que los últimos tres meses va a haber una fiesta en el gasto por parte del Estado Nacional, como hubo todos los años de elecciones, la brecha va a ser muy grande porque va a haber una gran repartija de dinero para tratar de ganar las elecciones. No creo que eso cambie porque el gran gasto lo hubo siempre, en todas las competencias electorales con esta gente. El sector agropecuario está muy castigado en el país y sobre todo, las producciones regionales. En Tucumán vemos que la actividad azucarera está muy dolida y parte del dolor tiene que ver con el atraso cambiario. Si el tipo de cambio estaría en otro nivel, el sector podría exportar y ahí se acaba el problema. Es fundamental no seguir deprimiendo más artificialmente el tipo de cambio porque afecta y hace mucho daño a todas las economías regionales del país.

Sostuvo además “que la sociedad argentina tiene muchos mecanismos de defensa muy fuertes ante cualquier situación que genere incertidumbre o pánico respecto al rumbo de la economía”. Destacó que esto hay que tenerlo muy en cuenta, porque si bien pueden aparecer situaciones como el blanqueo de activos, hasta las elecciones vamos a ver un gran estrés político. Un Gobierno tratando de ir por todo y eso generará una gran percepción del riesgo a futuro”.

Indicó que cuando sucede eso, “la gente busca protegerse comprando activos externos y eso lleva indefectiblemente a una nueva suba del dólar paralelo”. Agregó que “ésto es el reflejo del temor y con miedo no se consume ni se invierte. Más allá de que tengamos un veranito, es muy probable que en el segundo semestre ésto se desacelere y veamos tendencias recesivas el año venidero, porque no se resuelven los problemas causados por el cepo cambiario que ahoga a las actividades productivas”.

*PUBLICADO EN REVISTA PRODUCCIÓN, JULIO 2013