En Argentina no se eliminó el control de cambios

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Iván Carrino
Director en Iván Carrino y Asoc. | Website

Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.

En el día de viernes, luego de que el Banco Central dejara que el dólar en el regulado mercado oficial suba un 16% hasta los 8 pesos, el gobierno argentino anunció que volvería a autorizar la venta de dólares para atesoramiento por parte de las personas físicas. Esto hizo que muchos crean que se eliminaba el control de cambios vigente desde fines de octubre de 2011. Sin embargo, las palabras del Jefe de Gabinete Jorge Capitanich fueron: “Hemos decidido autorizar la compra de dólares para la tenencia de personas físicas de acuerdo al flujo de ingresos declarados”.

A partir de las declaraciones, queda claro que el control de cambios seguirá vigente. La herramienta legal (inconstitucional) que prohibía el ahorro en dólares y cualquier otra divisa extranjera era la comunicación “A 5318” que el Banco Central emitió el 5 de julio de 2012.

Sin embargo, desde mucho antes las compras de dólares se veían fuertemente restringidas gracias a la autorización previa que debía realizar la AFIP (la agencia recaudadora de impuestos). La AFIP debía supuestamente corroborar que los pesos con los que se querían comprar dólares tuvieran un origen lícito y no provinieran de la evasión impositiva. Sin embargo, luego se vio que era una simple excusa para frenar la demanda.

En este sentido, el anuncio de ayer vuelve a los argentinos a los largos meses previos a julio de 2012, cuando nadie era libre de comprar dólares y el acceso a ellos estaba arbitrariamente definido por la agencia impositiva gubernamental.

Por otro lado, la comunicación A 5318 también prohibía la compra de dólares por parte de empresas, y ningún cambio se ha anunciado respecto de este tema.

¿Qué cambió entonces?

En primer lugar, el tipo de cambio. El precio del dólar en el mercado oficial está hoy 90% por encima de cuando comenzaron los controles. Curioso dato puesto que el cepo se había implementadopara evitar una devaluación.

El problema es que ese tipo de cambio sigue siendo artificial dado que se sigue teniendo que restringir la demanda con regulaciones y controles. En este sentido, todos los problemas que el cepo le trajo a la economía (aparición del mercado paralelo, incremento de la inflación, reducción del ritmo de aumento de las exportaciones, necesidad de trabar aún más las importaciones) seguirán existiendo.

Por otro lado, a menos que el gobierno decida enfrentar la inflación de manera seria y no con controles y denuncias de conspiración y codicia empresaria, por más que autoricen algunas compras de dólares al tipo de cambio oficial, ese tipo de cambio seguirá atrasado respecto del resto de los bienes de la economía, lo que afectará nuevamente a las reservas internacionales, al tipo de cambio oficial y a la diferencia de éste con el tipo de cambio del mercado paralelo.

Finalmente, los problemas de fondo no se atacan y, aunque en una versión suavizada, el control de cambios sigue. Es muy pronto para festejar por el porvenir económico de Argentina.

*PUBLICADO EN ORO Y FINANZAS, DOMINGO 26 DE ENERO DE 2014

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