Los analistas dicen que es una medida que no sorprende

LA NACIÓN – El decreto de necesidad y urgencia con el que el Gobierno modificó en más de $ 122.000 millones el presupuesto 2016 no significó ninguna sorpresa para los economistas, que opinan que no es otra cosa que poner en la letra lo que ya ocurría en los hechos. En conclusión, afirman, es sólo un aviso legal de que se está gastando más de lo presupuestado.

“La pauta del gasto lo va dando el informe mensual de Tesorería y, por lo tanto, no es una corrección para atrás de lo que ya se ejecutó de caja, sino que es un reconocimiento legal a la ejecución del Tesoro, que viene por encima de lo originalmente presupuestado”, comenta Jorge Vasconcelos, economista del Ieral.

Según Vasconcelos, lo que hace este decreto es consolidar algo que en los hechos ya viene sucediendo porque, por ejemplo, en octubre pasado el gasto comenzó a tener una variación interanual de 50 por ciento. “El decreto usa las atribuciones de lo que ha quedado de la ley de emergencia económica y legalmente hace falta ese paso, pero eso no constituye una revisión de la trayectoria fiscal conocida hasta octubre”, explica.

Hay que recordar, dice el economista, que el presupuesto 2016 fue aprobado durante el kirchnerismo, y los supuestos sobre los que se basaba eran ridículos, por lo cual lo que se estimaba en gastos fue superado por los hechos. “El decreto en sí es una medida que todo aquel que venía siguiendo la ejecución presupuestaria se veía venir”, concluye.

Para Aldo Abram, director de la fundación Libertad y Progreso, no tiene ningún sentido seguir con este tipo de decretos, porque hace años que todo el manejo presupuestario se venía haciendo con medidas de este estilo. “En realidad, la mayoría de los gastos que después aparecen en estos decretos ya han sido realizados. Está dentro de lo que uno esperaba y no por esto uno va a cambiar las estimaciones fiscales”, señala el economista.

Según Abram, lo que se gastó en los últimos años no se pareció ni un poco a lo que decían los presupuestos. “El año que viene, se supone que va a haber un límite para este tipo de decretos y se debería empezar a respetar un poco más la letra del presupuesto. Sería imposible pedirle a Macri que no usara un decreto para modificar el presupuesto 2016, porque era un dibujo. Esta es la única forma de gestionar presupuestos que son un dibujo”, remata.

 

En tanto, Rodolfo Santangelo, director de Macroview, analiza que el Gobierno tuvo un gasto público que excedió lo presupuestado, entonces ahora tuvo que sacar un decreto para consolidar lo que ya tuvo que gastar. “Esto es simplemente un blanqueo para garantizar que todo lo que ya se gastó por fuera del presupuesto no esté violando ninguna ley”, destaca. “Eso sí, 2016 debería ser la última vez que se utilicen estos decretos de necesidad y urgencia”, opina.

Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando J. Ferreres y Asociados, considera que es adecuado sacar un decreto de necesidad y urgencia para adecuarse a la realidad. “No es algo que sorprenda que saquen un decreto de este estilo, porque ya estaban subestimadas la inflación, el gasto y la recaudación. Por lo cual, con un presupuesto como el de 2016, no quedaba más remedio que adoptar esta decisión”, destaca.

 

Puntos de vista

 

Jorge Vasconcelos Ieral

“Lo que hace este decreto de necesidad y urgencia es consolidar algo que en los hechos ya viene sucediendo desde hace tiempo ”

 

Aldo Abram Libertad y Progreso

“Este tipo de decretos son la única forma en que se puede gestionar un presupuesto que no es otra cosa que un dibujo”

 

Rodolfo Santángelo  Macroview

“Esto es simplemente un blanqueo para garantizar que lo que ya se gastó por fuera del presupuesto no esté violando la ley”