EL TTRIBUNO -SALTA- El economista y director de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, llegó a la provincia para disertar en una conferencia sobre la actual administración nacional. “Mauricio Macri ante su laberinto económico”, conferencia organizada por la Fundación Federalismo y Libertad, explica cuáles son las medidas necesarias que deberá tomar el Gobierno para lograr la reactivación.
En diálogo con El Tribuno, el economista opinó sobre diversos temas que forman parte de la agenda económica del país como la inflación, el rol del Banco Central, la herencia del gobierno anterior, la falta de inversiones y el aumento de la estructura del Estado en la era Macri. Aunque se mostró crítico con algunas decisiones de la actual administración, expresó que se evitó una crisis profunda que nos hubiese llevado a tener las misma complicaciones que Venezuela.
¿Por qué eligió para su disertación el título “Macri ante su laberinto económico”?
Hoy Macri se encuentra ante un laberinto económico porque tiene que tomar decisiones a veces que implican un alto costo político. En definitiva, son mitos que han quedado establecidos por los propios economistas que condicionan esas decisiones necesarias.
¿Cuáles serían esas decisiones necesarias?
Te doy un ejemplo que puede llegar a servir. A la gente le llama la atención que la reactivación en la Argentina se haya demorado más de lo que se preveía y que además haya sido lenta. Ahora, tenemos que imaginarnos que luego de una caída al final del 2015 hasta el tercer trimestre del año pasado que tocó fondo la recesión, el aparato productivo, a partir del cuarto trimestre, está escalando para salir de este pozo en el que ha caído profundamente. Pero lo estamos obligando a escalar con un enorme monstruo inútil atrás que es el Estado en sus tres niveles, nacional, provincial y municipal. En definitiva, es el sector productivo el que paga los impuestos para sostener ese Estado. Lamentablemente, el Gobierno se la pasa hablando de que el ajuste que ellos van a hacer es gradual, la realidad es que no ha hecho ningún ajuste a nivel consolidado en los tres niveles del Estado. Para que te des una idea, el empleo público en 2016 aumentó y obviamente eso implicó una fuerte caída en el sector privado.
¿Por qué hubo esa fuerte caída en el sector privado?
Cuando vos le preguntás a una persona que trabaja en el sector privado o un empresario sobre la gradualidad del ajuste, te dice ¿qué ajuste gradual? El ajuste fue de shock. Y sí, porque lamentablemente los costos que había que pagar para resolver los problemas económicos heredados los tuvo que pagar el sector privado.
¿Para usted existió tal herencia como dice el oficialismo?
Sin lugar a dudas. Si un gobierno que se dedica a subir a más no poder los impuestos porque quiere aumentar el gasto y como no le alcanzan los impuestos que nos cobra y no tiene crédito para tomar porque nadie le quiere prestar en el exterior, en definitiva termina financiándose con el Banco Central. Eso determina que a la larga tenga controles de cambio, y que termine quebrando por el saqueo que se hace del Banco Central. Una historia muy parecida a Venezuela que sí llegó al desastre. Evidentemente en ese rumbo íbamos.
¿Por qué el país no se llegó a ese destino?
Porque, por algún motivo, la gente entendió que íbamos en ese rumbo. Lo que determinó es que en vez de dejar que la anterior administración nos llevará a quiebra como país, cambiara el gobierno que evitara ese rumbo hacia una crisis que era segura. Igual, eso no quiere decir que no vas a pagar costos. Sí es cierto que aumentó el nivel de pobreza, estará en un 34%, pero hay que recordar que cada vez que la Argentina entró en crisis llegamos a superar el 50% de pobres.
Usted y la fundación que dirige realizaron un informe en el cual remarcaron que la estructura del Estado en la era Macri creció un 25% en los cargos jerárquicos ¿El aparato del Estado es grande o es ineficiente?
En los últimos 10 años, el sector público, fundamentalmente las provincias y en los municipios, aumentó el empleo en un 80%. Uno se pregunta si era necesario, ¿si hay un Estado que presta mejor los servicios que debería dar? Claramente no. Entonces fue la forma de compensar una realidad que es que en Argentina, con el modelo anterior, nadie quería invertir por lo tanto el crecimiento del empleo privado fue bajísimo y en algunos momentos, por lo menos en los últimos cinco años, casi no existió. Lamentablemente el problema es que hoy, en Argentina, 8 millones de personas que trabajan en empleos en blanco mantienen con sus impuestos a 21 millones de cheques que salen del Estado, y eso es imposible. Hoy tenemos un gobierno nacional que tiene 21 ministerios, centenares de direcciones, subsecretarías, secretarías, que a la vez se multiplican porque cada uno de esos ravioles tiene más personal.
¿Que debería hacerse en ese caso puntual?
Lo que debería hacerse es mostrar una voluntad de tener un Estado que primero lo podamos pagar y que realmente sea útil a los argentinos. Según nuestros cálculo, con ocho ministerios alcanza para que funcione eficientemente.
¿Eso no va a significar despidos?
Obviamente, eso se va a traducir un montón de gente en la calle y es ahí donde tenés que ser gradual, pero el cambio del Estado para que nos sea útil hay que hacerlo mañana. Ahora, lo que hacés con la gente que queda en disponibilidad tenés que hacerlo gradual. Un plan de dos años, en los cuales las personas cobren la mayor parte de sus sueldos y generar incentivos para que esa gente se pase al sector privado.
¿Qué se puede hacer para que esa gente se pase al sector privado?
Lo que se puede hacer es un programa por el cual si un empresario toma uno de estos empleados que ha quedado en disponibilidad el Estado le paga los aportes previsionales. El empresario gana plata, le conviene tomar esta gente porque va a tener menos costos laborales. Y el Estado gana, porque se ahorra todo el sueldo excepto las cargas sociales.
¿Cómo se hace para que los inversionistas vengan? Muchos de ellos piden seguridad jurídica…
La Argentina es un país que si realmente lograra dar las señales correctas tiene para crecer hacia adelante por lo menos por año entre un 5 y 6%. Lo cual implicaría la posibilidad de darle a todos los argentinos muchísimas más posibilidades de progreso. En los últimos 20 años ha sido el segundo país del mundo que más a destruido su calidad institucional. Cuando uno invierte, no lo hace por los próximos cuatro años, lo hace por 30 años. Pero los inversores no solo miran a este gobierno sino también a la oposición. La verdad, que a veces te tiemblan las rodillas cuando ves alguna propuesta de la oposición. Eso, creo yo, es uno de los factores que más complotan contra la llegada de inversiones a la Argentina.
¿Existe tal presión tributaria que frena a los inversores?
Ese es el otro factor importante. Nosotros somos uno de los doce países del mundo que más exprimen a sus empresas con impuestos. No conozco mucha gente que ande buscando países en donde los expriman para invertir. Hoy un trabajador que paga impuesto a las ganancias más de la mitad de sus ingresos lo trabaja para el Estado.
¿El camino para bajar la inflación es el correcto?
El segundo semestre del año pasado veníamos a cumplir las metas de la inflación. En el segundo semestre, como se hicieron las cosas bien, ocurrió que cayó abruptamente la inflación mensual, cayó un tercio comparado a lo que fue en el primer semestre. Si vos anualizas la inflación del segundo semestre del año pasado da menos de 20%. O sea, que estamos muy cerca realmente del 17%. Lamentablemente, tenemos políticos y economistas que le están demandando al Banco Central que tenga más de un objetivo y eso no se puede, el único instrumento que tiene es la capacidad de emitir más o menos pesos.