Por Axel Kaiser | En América Latina, el general Perón sería uno de los principales exponentes de esta doctrina que rechaza la libertad económica en nombre de la justicia para ” el pueblo”, creando un Estado clientelar e intrusivo. Los peronistas, por cierto, también suelen descalificar de “fascistas” a los que promueven la libertad individual y el sistema de mercado, como si Perón, un confeso admirador de Mussolini, no hubiera precisamente instaurado un sistema económico filo fascista en Argentina y como si los Kirchner no hubieran elevado ese mismo sistema a categoría de culto.