Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas en ESEADE.
PANAMPOST
Las causas de crisis venezolana son 100% endógenas.
Venezuela está cada vez peor. La última noticia conocida tiene que ver con el ámbito político. El mandamás Nicolás Maduro, a través de su “Asamblea Constituyente”, decidió disolver la Asamblea Nacional y asumir sus funciones.
Con esta medida, se le pone fin al último vestigio de división de poderes que todavía quedaba vigente, aunque solo fuera como una fachada de cierta normalidad institucional.
Por un camino similar transita la economía. Las variables van para atrás, con la producción cayendo, los precios subiendo, la moneda devaluándose y la pobreza en aumento permanente.
Las emigraciones, en este contexto, son una constante. Gran parte de la población está convencida que la única salida a esta situación es por el Aeropuerto Internacional de Maiquetía.
Ahora bien, ¿a qué se debe semejante involución? En otra oportunidad este servidor explicó que los resultados económicos del chavismo bolivariano eran la consecuencia directa de haber seguido pie juntillas el proyecto socialista.
Es que cuando se destruyen los derechos de propiedad y el gobierno se hace cargo de la producción, el socialismo queda instalado y la decadencia es lo único que sobreviene.
La excusa del petróleo
Para muchos, la lectura anterior no es correcta. Desde su punto de vista, el modelo socialista no es responsable de la caótica situación que atraviesan los venezolanos. Este argumento sugiere que, si bien la economía venezolana no era un paraíso antes de 2014, la fuerte caída del precio internacional del petróleo fue lo que desató tan aguda crisis.
El razonamiento tiene algo de sentido. En una país donde el 98% de sus exportaciones son petróleo crudo y derivados, es sensato pensar que si se desploma su precio, también se desplomarán las exportaciones y, en consecuencia, el PBI.
Sin embargo, esta explicación no es suficiente para comprender la situación actual.
En primer lugar, porque Venezuela es hoy tan dependiente del petróleo, en parte como consecuencia directa de las políticas implementadas por el chavismo. De hecho, antes de que Hugo Chávez asumiera la presidencia las exportaciones petroleras representaban el 70% de las exportaciones totales, no el 98% como hoy.
Lo que ocurrió es que la economía socialista convirtió en inviables a numerosos sectores productivos, que debieron “bajar la persiana” de sus negocios. En ese marco, muchos que antes podían vender bienes al extranjero, dejaron de hacerlo y el petróleo fue ocupando su lugar.
En segundo lugar, porque otros países con similar o mayor dependencia de las exportaciones petroleras, no han sufrido en la magnitud que está sufriendo hoy el país dirigido por Maduro.
En un reciente análisis realizado por la consultora Oikos Bs. As., se muestra cómo ha evolucionado el PBI anual promedio (entre 2014 y 2016) de los principales exportadores de petróleo del planeta. Entre ellos encontramos a Venezuela, pero también a Colombia, Iraq, Noruega o Ecuador.
En esta amplia muestra se observa cómo, a pesar de la caída en el precio del petróleo, son muy pocos los países que mostraron un crecimiento negativo en este período. Sobre una muestra total de 22 países, solo 3 tuvieron recesión. Es un 13,6% del total.
Ahora bien, ninguno de ellos mostró una caída promedio anual de 5,3% como lo hace Venezuela. La crisis en Caracas, de hecho, triplica a la de su primer seguidor, Brunei. Esto contrasta ampliamente con lo que sucede en Iraq, Indonesia o Malasia, donde el PBI no solo no cayó, sino que avanzó más de 5% anual en el período analizado.
Un caso más cercano, obviamente, es el de la vecina Colombia que, con un 69% de exportaciones petroleras sobre el total, mantuvo una tasa de crecimiento de 3,1% anual.
No es el petróleo, sino el socialismo
Los datos analizados dejan en claro una cosa: los problemas de Venezuela no son producto de la caída del precio del petróleo, sino la consecuencia inevitable de la implantación de un modelo socialista.
El socialismo asfixió el entramado productivo nacional e híperconcentró las exportaciones venezolanas. Además, al comparar al país caribeño con otros similares, se observa que ninguno, a pesar del bajón petrolero, tuvo una recesión tan aguda.
La crisis venezolana es 100% endógena. Lo demás son puras excusas.
Publicado originalmente en PanAm Post.