“Los anuncios de Macri fueron un gesto, pero no alcanzan”

Ambito.- El anuncio de Mauricio Macri de un ajuste en el Estado que incluye la reducción de un 25% de cargos políticos, el congelamiento de los salarios de los funcionarios y la imposibilidad de que los familiares de ministros ocupen cargos públicos, generó diversas reacciones tanto en el mundo político como económico. Con el eje puesto en la problemática del déficit fiscal, ámbito.com dialogó con el economista y director ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, quien calificó las medidas como “gestos” aunque los consideró “insuficientes”.

Periodista: Con este paquete de medidas el Gobierno pretende un ahorro de $1.500 millones anuales ¿será posible alcanzar esta meta? 

Aldo Abram: Pareciera que es posible dada la cantidad de cargos involucrados. Se habla de casi 1.000 puestos que se van a suprimir, que se supone que son cargos políticos, por lo que deben tener sueldos altos. Solamente por esa reducción es posible alcanzar los $1.500 millones.

P.: ¿En qué afecta este paquete de anuncios a la economía real en el mediano plazo?

A.A.: Este tipo de medidas simplemente son una muestra de buena voluntad de que la política haga algo de ajuste, porque hasta ahora no ha hecho nada. De hecho todo el ajuste en el sector público también lo hizo el sector privado. Todo lo que bajó el gasto privado es lo que bajaron los subsidios a las tarifas de servicios públicos. El gasto primario en los últimos dos años bajó mucho menos que lo que implicó la baja de los subsidios a las tarifas de servicios públicos. Con esto se demuestra que todo el ajuste lo hizo el sector privado, que tuvo que recortar gastos porque tenía menos subsidios.

P.: ¿Qué papel tiene el sector público entonces?

A.A.: Uno podría decir que el sector público gastó más incluso. Creo que estas medidas apuntan a eso, a mostrar un gesto, a que algo de esfuerzo va a hacer el sector político pero la verdad es que es un esfuerzo muy chiquito. Estamos hablando del 0,1% de los empleados del Estado nacional, 0,2% del déficit fiscal y el 0,4% de lo que se va a gastar en empleados públicos. Distinto es sí se hablara de una reducción del 25% en la estructura del Estado, que es lo que creció con este Gobierno. No el empleo, pero sí la estructura del sector público. En ese caso, el ahorro sería mayor porque se ahorra el empleo de gente que se suele gestar debajo de esos cargos políticos.

P.: ¿Se entiende como un puntapié, pero todavía no alcanza entonces?

A.A.: Básicamente hay que profundizarlo. En términos de déficit fiscal no se está ganando demasiado. El 0,2% no va a mover el amperímetro en materia de endeudamiento, no vas a generar una baja sobre la enorme presión tributaria que hay sobre los argentinos ni se resuelven los problemas fiscales del país. Claramente es un Estado excesivamente grande. Si esto queda en el anuncio que hizo el Presidente, estamos hablando de solamente un gesto que sirve para bastante poco.

P.: ¿Cree que este gesto está apuntado hacia los inversores?

A.A.: Está apuntado hacia el público en general porque los inversores se asesoran con economistas, que les dicen exactamente lo mismo que yo estoy diciendo ahora, que es simplemente un gesto que no mueve el amperímetro. A menos que se anuncie una verdadera reforma del Estado, esto no tiene peso para decir que has resuelto ni mínimamente el principal problema que tiene el país y que es el que preocupa a los inversores, que es un enorme Estado que exprime como naranjas a los asalariados, que trabajan alrededor de la mitad del mes para el Estado. La Argentina es uno de los 12 países del mundo que más exprime con impuestos a sus empresas para mantener ese enorme Estado; hay 177 países que los tratan mejor impositivamente. A pesar de eso, el país se tiene que endeudar un montón, con el riesgo que implica eso para mantener todo ese gasto. Esto se resuelve solamente profundizando el achicamiento del gasto público, no creo que esto tenga una influencia sobre las inversiones.

P.: ¿Qué propuesta considera necesaria para avanzar en esta materia?

A.A.: Los que más preocupados deberían estar no son los inversores, que de última invierten su plata en otro lado. Los que deberíamos estar preocupados somos los argentinos, que deberíamos estar demandando al Gobierno que cambie lo que ha venido pasando por décadas. Hemos dejado que los políticos construyan un Estado que les sirve a la política. Necesitamos demandar una reforma del Estado que nos sea útil y que, encima, lo podamos pagar. Esto es impagable.

P.: ¿Ve viable una reforma del Estado en el mediano plazo?

A.A.: Es factible hacerla. Probablemente este Gobierno preferiría hacerla gradualmente. Si se demuestran los pasos que se van a ir haciendo hacia adelante, incluso podría ser una opción. Obviamente gradualmente no es lo que se hizo hasta ahora, ni siquiera el gesto que anunció el Presidente. Gradualmente sería dar pasos fuertes en este sentido; no hacerla de un día para el otro, pero sí dar grandes pasos.

Publicado en Ámbito.-