(Xinhua) — El economista argentino Aldo Abram afirmó hoy que el acuerdo por el que Argentina recibirá del Fondo Monetario Internacional (FMI) una línea de crédito “stand by” a 36 meses de 50.000 millones de dólares “genera una oportunidad”, aunque enfatizó que, en adelante, el gobierno deberá encarar en paralelo “reformas estructurales profundas” para el crecimiento del país.
El experto, director de la Fundación Libertad y Progreso, dialogó con Xinhua luego del anuncio de un acuerdo entre Argentina y el organismo multilateral sobre un crédito que será desembolsado por cuotas y estará disponible a partir del 20 de junio, cuando está previsto que lo apruebe oficialmente el directorio del FMI.
“El acuerdo sin duda es una buena noticia. No existía esa opción que planteaban algunos economistas de que se podía no tener un acuerdo con el Fondo y todo iba a seguir bien. Al contrario. Se hubiera profundizado la situación hasta tener una crisis como la del 2002 o peor. Esa era la alternativa. Tener un acuerdo es bueno, porque nos da una oportunidad”, consideró Abram.
El economista remarcó que con el financiamiento del FMI el gobierno argentino podrá dejar atrás “una oportunidad desaprovechada con el crédito voluntario al que se tenía acceso, para ahora sí hacer la reforma del Estado, a fin de que éste no tenga más exceso de gasto, con el menor costo social posible”.
“Ahora tenemos esa oportunidad. Podemos seguir haciendo lo mismo que antes con la plata del Fondo Monetario Internacional, o podemos usar esta plata justamente para hacer la reforma del Estado y otras reformas estructurales minimizando el costo social, que espero que sea el camino elegido”, afirmó.
El ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, precisó la noche del jueves que el programa acordado con el organismo financiero contempla una meta de reducción del déficit primario para el año 2019 del 1,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), frente al 2,2 por ciento del que se partía.
En el año 2020 se proyecta llegar al equilibrio primario y para el año 2021 pasar a un superávit primario de medio punto del PIB, dijo Dujovne.
“Los compromisos que asume la Argentina respecto a déficit fiscal son más que cumplibles. Ahí uno lo que puede y debería después evaluar es cómo se cumple. Una cosa es cumplir los objetivos de déficit fiscales haciendo que este Estado obeso e inútil que tenemos ‘baje de peso’, y a partir de ahí pueda hacer cosas útiles, o recortando por ejemplo inversiones en infraestructura, lo que equivaldría a amputarle una pierna. Ello no tiene ningún sentido, porque sí va a hacer que el Estado ‘baje de peso’, porque seguramente va a pesar menos, pero no lo va a hacer más útil, sino más inútil”, consideró.
Además, como parte del acuerdo, el Banco Central definió un sendero de metas de inflación, de un 17 por ciento para fin de 2019; de un 13 por ciento para 2020 y de un 9 por ciento para 2021.
Para Abram “la realidad es que las metas de inflación del año pasado eran cumplibles y las de este año también eran cumplibles, pero la realidad es que no se cumplió la del año pasado y en cuanto a la de este año, del 15 por ciento, lo cierto es que vamos a rondar eso en el acumulado de los seis primeros meses. O sea que claramente del acuerdo con el FMI no depende que se cumplan las metas de inflación. Lo que sí es cierto que por algunas medidas, como por ejemplo no tener que financiar más al Estado (con Letras del Banco Central), da más posibilidades de cumplir, pero no necesariamente es así”.
El gobierno del presidente Mauricio Macri comenzó a gestionar el auxilio financiero del FMI el 8 de mayo pasado, en medio de una “turbulencia cambiaria” por la que el peso, la moneda nacional, se terminaría depreciando ese mes un 21 por ciento para un total en los primeros cinco meses de 34 por ciento.
Con el acuerdo, para Abram, “la economía argentina claramente se fortalece. Estábamos enfrentando ya un segundo semestre con recesión por la sequía, y lamentablemente eso se profundizó por la corrida cambiaria contra el peso que tuvimos en los últimos meses. Eso generó fuga de capitales, que desfinanció la economía, e incertidumbre, y la gente con más incertidumbre consume menos e invierte menos. Seguramente eso ha profundizado esta recesión y es probable que la extienda hasta por lo menos parte del tercer trimestre”.
“El acuerdo con el Fondo lo que brinda es la oportunidad, primero de que algunos capitales financieros regresen, y eso vuelva a generar financiamiento en la economía. Y también que la gente tenga menos incertidumbre, y por lo tanto compre e invierta más. Y eso tendería a mejorar el nivel de actividad después. Pero para que mejore y crezca bien la economía el gobierno tiene que dar señales de reformas estructurales profundas. Si no, simplemente se va a crecer poco hacia adelante”, advirtió.
Para el experto argentino, “gracias al FMI vamos a tener una oportunidad para que la economía vuelva a crecer. Si no, hubiéramos ido a una crisis o a una recesión mucho más profunda, con muchísima pobreza y desempleo, como en 2002, o peor”.
Para este año, el FMI estimó que la economía argentina, la tercera de América Latina después de Brasil y México, crecerá un 2 por ciento, mientras que el gobierno nacional prevé una expansión económica del 3 por ciento.
