Abram: “Un nuevo impuesto sobre la riqueza profundizará la caída de las inversiones”

LA MAÑANA ONLINE – En diálogo con La Mañana, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación “Libertad y Progreso”, opinó que el proyecto de ley que impulsa el Frente de Todos con el fin de gravar fortunas superiores a tres millones de dólares derivará en una profundización de la caída de las inversiones y de la actividad económica en la Argentina.

Asimismo, el profesional planteó la necesidad de que en vez de fijar nuevos gravámenes sobre el sector privado productivo, el Gobierno nacional y la dirigencia política en general apunten a bajar gastos excesivos e innecesarios.

“Un nuevo impuesto es una pésima señal para cualquiera que quiera invertir en el país, y no sólo por el gravamen. El impuesto podría ser analizado en distintos contextos. El problema es que este nuevo tributo está siendo considerado en un momento en el cual la política, excepto honrosas excepciones, y el Estado, no bajaron un solo gasto. Se viene pidiendo solidaridad sólo al sector privado productivo, que además está en caída, incluso en el caso de aquellas actividades que siguen funcionando en el marco de la cuarentena. En Argentina, el esfuerzo siempre es realizado por los mismos”, explicó Abram a este diario.

Por otro lado, señaló que además de los impuestos nacionales, provinciales y municipales, el sector privado se verá afectado por el “impuesto inflacionario” debido a las subas de precios que se produjeron en los últimos meses, y que continuarán en el marco del período de aislamiento.

“Con este nuevo impuesto, se les dice a los inversores que no vengan, porque cualquiera que tenga su dinero en la Argentina será ‘exprimido’ a más no poder, para mantener un Estado ‘gigantesco’, que ni siquiera puede hacer una reducción de gastos en un momento en el cual es realmente necesario”, agregó.

“La cantidad de empresarios que se van es cada vez mayor. Antes de la crisis originada por el coronavirus, Argentina estaba en el puesto número 21 en la lista de 190 países que más ‘castigan’ a sus empresas con impuestos. Esto quiere decir que hay 169 países que tratan mejor a los inversores. Los políticos no van a hacer ningún esfuerzo, y por eso inventan este nuevo impuesto”, aseveró Aldo Abram.