Con la hidalguía y el espíritu de lucha que fue su sello, Pablo María Leclercq partió dejando atrás su penosa enfermedad. Tuvo la compañía permanente de su familia y el afecto de sus amigos que ahora extrañarán su conversación entretenida y su erudición. Paul fue un empeñoso lector, con la capacidad de analizar lo leído y desarrollar conclusiones que a veces habían escapado a la imaginación del propio autor. Su biblioteca rebalsó físicamente los espacios de su casa, pero no los de su mente.
Fue ingeniero Civil de la UBA con un posgrado en filosofía y economía en La Sorbonne en París. Desarrollo su profesión de ingeniero en la Argentina y en otros países. Fue consultor del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Organización de Estados Americanos. Su actividad pública comenzó de muy joven como ministro de Economía de la provincia de Chubut. Tiempo después ocupó la Secretaría de Servicios Públicos de la Nación.
Su vocación por la cosa pública se manifestó en su participación en la fundación del Partido Federalista de Centro y del Partido Recrear. En este último fue codirector de la Escuela de Formación Política, y presidió la Comisión de Doctrina y el Distrito Capital.
Integró el Instituto de Política Económica de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Fue un escritor prolífico. Entre sus publicaciones mencionamos “Ideas sobre el hombre que cambiaron el mundo”, “Reflexiones sobre el futuro posible”, “Hacia una nueva configuración social”, “Los nuevos patrones del empleo y la distribución”, “La decadencia de la Argentina”, “La decadencia Argentina como falla sistémica“. Su último libro publicado en 1996 mostraba un camino de esperanza. Su título ”La salida de la decadencia argentina” se completaba con una sugestiva pregunta:”¿Será Macri?”. Paul Leclerc fue miembro del Consejo de Administración y del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso. Su participación intensa y valiosa y el afecto que creó en todos quienes trabajaron con él, hará más notoria y pesarosa su ausencia.
