BAE – La actividad económica cayó 9,9% en el 2020. Se trató de una contracción bastante menor a la de 12,5% que se llegó a proyectar en lo peor de la pandemia. Pero, a la vez, fue el peor número registrado desde la debacle cambiaria del 2002, cuando el PBI cayó 10,9%. Además, fue el segundo peor desplome del 2020 en la región, por debajo del 11% que sufrió la economía peruana. Sin embargo, esa contracción mayor a las del resto de los países también está asociada con la dinámica de la recesión previa, heredada por este Gobierno.
Desde Fundación Libertad y Progreso, señalaron: “Argentina se ubica entre los países que más ha caído en el 2020, con un derrumbe del 9,9% en el nivel de actividad según los datos más recientes del Instituto de Estadísticas y Censos. Esta mala performance sólo es superada en la región por Perú que caería en torno al 11%. El resto de los países vecinos experimenta caídas menores: Brasil (4,1%), Chile (5,8%), Uruguay (5,4%), Colombia (6,8%) y Paraguay (1,5%)”. Su director, Iván Cachanosky, afirmó que “la explicación va más allá de la Pandemia”.
De hecho, al corregir esos datos a partir de la proyección que el FMI hacía a fines del 2019 para distintos países de la región, resulta que Argentina era el único para el que se proyectaba una caída. Al comparar lo esperado con lo ocurrido, se ve que no es el que peor desempeño tuvo. Es decir: por ejemplo, si bien Colombia cayó “solo” 6,8% en la totalidad del 2020, lo cierto es que el Fondo esperaba un crecimiento de 3,6% para ese país durante ese año. La diferencia entre la proyección, realizada en octubre del 2019 por el organismo internacional, y el resultado finalmente obtenido por ese país, fue de 10,4 puntos.
Para Argentina la proyección previa indicaba una nueva contracción de 1,3%. El resultado finalmente obtenido fue una baja de 9,9%. Es decir, una diferencia de desempeños de 8,6 puntos. Los números tienden a mostrar que la pandemia golpeó a la economía en una forma no demasiado distinta a lo que ocurrió en los países de la región, contrario a lo que señalan algunos análisis. Para Chile, la proyección era un crecimiento de 3,3%. Terminó cayendo 5,8%. Una diferencia de 9,1 puntos.
Para Brasil el FMI esperaba un crecimiento de 2%. La baja fue de 4,1%. Es decir, 6,1 puntos de diferencia. Uruguay iba a trepar 2,3% pero cayó 5,4%. Una diferencia de 7,7 puntos. En definitiva, un desempeño a mitad de tabla, lo que muestra que el impacto de la pandemia fue similar para los distintos países la región.
Algo similar se observa al comparar lo ocurrido entre febrero y diciembre específicamente (último dato publicado por los distintos institutos de estadística del continente). El Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) compiló los datos de todos aquellos países que publican las variaciones en forma mensual desestacionalizada. Argentina sufrió una caída de 3% en ese período. Eso la deja en el puesto 8°, de 15 países. Exactamente a mitad de tabla.
Por debajo continúan Estados Unidos, con una contracción de 4,9%; Canadá, con otra de 3,3%; México con una de 3,2% y Colombia con 3,1%, entre otros. Por encima se ubicaron países como Brasil con una de 1,4%; Ecuador con un crecimiento de 0,2%; Guatemala con uno de 4,3% y Chile con una mejora de 2,8%.
Los números permiten juzgar el desempeño de la gestión económica, que no se destacó ni para bien ni para mal. Lo que viene depende bastante de la posibilidad de que haya nuevas cuarentenas. El Gobierno proyecta un crecimiento de 7%. Las consultoras uno de 6,2%.