Diego Piccardo
Analista Económico en Libertad y Progreso.
LA NACIÓN – En medio de las tensiones por la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los datos económicos trajeron buenas noticias para el Gobierno. Dos sectores claves de la actividad mostraron resultados positivos en noviembre: la industria creció un 4,8% con relación a octubre, mientras que la construcción creció en un 0,4% en el mismo período.
Los datos surgen del Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) y del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) difundidos esta tarde por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Ambas actividades se mantienen por encima de los niveles que mostraban en la prepandemia.
La recuperación de la industria, sin embargo, no alcanzó a compensar la fuerte caída de 5% registrada en octubre, pero muestra una aceleración en el crecimiento interanual, que alcanzó un 10,1%. Por el lado de la construcción, en tanto, se observó un crecimiento interanual de 8,4%, muy similar al registrado en octubre (8,3%).
Con el dato de noviembre, la actividad superó por 16,3% el crecimiento acumulado de los primeros once meses de 2020, y por 6,4% a los de 2019. En el Ministerio de Economía aseguraron que, tanto la producción industrial como la actividad de la construcción, acumulan 13 meses en alza y que, en el caso de las industria, “refleja el repunte de la actividad económica”.
Los economistas consultados por LA NACION señalaron que la flexibilización de las restricciones por la pandemia fueron clave para el rebote de ambas actividades, pero estimaron que aún no se llega al nivel logrado entre 2019 y 2018. Por otra parte, advirtieron por el impacto que pueden tener las limitaciones para importar insumos, en particular para la construcción.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, celebró los indicadores a través de sus redes sociales. “La industria tuvo el mejor noviembre en 4 años. La industria produjo 15% por encima de 2019 y 10% por encima de 2018″, expresó el ministro en su cuenta de Twitter.
Para Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, el resultado refleja un comportamiento de tipo “serrucho”, ya que las actividades caen y se recuperan en forma consecutiva. Caamaño destacó que, si bien los niveles de actividad ya son superiores a los de la prepandemia, todavía no superan los valores de 2018-2019. En cuanto a la construcción, aseguró que todavía no termina de recuperarse de las caídas de agosto (-3,1%) y septiembre (-1,3%).
Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, estimó que el crecimiento de la industria implica un repunte tras la caída del mes previo. En cambio, sobre la construcción remarcó que el crecimiento, si bien no fue significativo, sigue la tendencia del mes anterior, cuando se registró un incremento de 2%. “Se ve que hubo un buen momento a mitad de año, pero luego vino una pérdida de impulso, con la que se llegó a una especie de meseta”, señaló.
En la misma línea opinó la economista de la Fundación Libertad y Progreso Natalia Motyl, que agregó que el crecimiento en la construcción tiene que ver con la reanudación de obras que se habían paralizado por las medidas restrictivas impuestas en el segundo trimestre. Sin embargo, advirtió que la recuperación de los últimos meses no llega a los niveles de 2018 y que “la dificultad para importar insumos en algunos sectores dentro de la construcción está generando problemas en uno de los sectores que más empleo genera en el país”.
Con relación a la producción manufacturera, Motyl destacó el crecimiento del 10,1% interanual, volviendo a los niveles que presentaba a mitad de año. La economista dijo que la recuperación se da por el impulso de la flexibilización de la mayor parte de las actividades, que tuvieron un rebote favorable respecto de 2020 por la ausencia de medidas restrictivas.
Gustavo Vallejo, jefe del Departamento de Estadísticas del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), indicó que se comenzó a confirmar una importante disminución en las tasas de expansión. “Tras haber marcado un 22,7% de crecimiento interanual en agosto, el resultado de 8,4% para noviembre corresponde a que, en 2020, el último tramo del año fue de recuperación tras el relajamiento de las restricciones para contener el avance de la pandemia”, sostuvo.
Diego Piccardo, de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que la economía en su conjunto tuvo una fuerte recuperación en octubre, lo que repercutió directamente en la industria. El economista coincidió en que uno de los factores que jugó a favor fue la situación sanitaria durante ese período, dado que la ausencia de restricciones a la actividad durante noviembre significó una buena noticia, tanto para la producción como para el consumo.