Más inflación – Impacto en Argentina de la invasión rusa a Ucrania: más presión sobre los precios de los alimentos

CLARÍN – La escalada en los precios internacionales de los commodities a partir de la guerra ruso ucraniana pone más presión sobre los alimentos que se consumen a nivel local. Si bien, es una buena noticia que la Argentina exporte soja, trigo y maíz porque esto le permite un ingreso más abultado de dólares, también se estima que los precios de muchos alimentos podrían tener incrementos significativos.

Sucede que el mercado internacional de estos cultivos reaccionó con una fuerte suba de precios. La soja se mantiene arriba de los US$ 625 la tonelada el trigo se espiralizó en el ultimo mes al pasar de $280 a $481 la tonelada. Como en toda guerra, además, se elevó el precio de la energía: el petróleo Brent, que marca referencia en los mercados internacionales, llegó a u$s129, un valor que no alcanzaba en 14 años. Todos estos factores, inyectan presión a los costos de los productos locales.

La gran presión de los precios internacionales en todo el mundo tienen que ver con que Ucrania y Rusia, foco del conflicto bélico,  tienen el 27% de la exportación de trigo y el 18% de la exportación de maiz​.

Hernán Letcher, economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) habla de un doble impacto del aumento de precios de los commodities en la economía argentina. Por un lado: implica “ganancias sensibles para el sector agroexportador” “ Y un segundo efecto son las tensiones al alza de los precios locales de los productos vinculados a esos commodities producidos en el país.” En este sentido, los precios de muchos productos podrían tener incrementos significativos”, dice.

“Algunos ya han aumentado como el pan que , en muchas panaderías, ya se comercializa a mas de $250. Y el problema adicional es el desabastecimiento: las panaderías y los molineros reclaman que no consiguen trigo, lo cual tensa aun mas al alza los precios”, dice.

En un ejercicio sobre esas potenciales presiones al alza, el analista señala que el pan podría llegar a $310, o el aceite de girasol (hoy a $305) a $430 si siguen la evolución al ciento por ciento del precio internacional de sus insumos principales. Sin embargo ésta es solo una estimación porque los insumos que registran subas no impactan en un 100% en el precio del producto.

En el caso de los combustibles, la prohibición de importaciones de petróleo ruso por parte EEUU puso en vilo a ese mercado que registró los mayores aumentos desde 1990. En la Argentina, el escenario, en principio no impactaría en los surtidores dado que el precio está regulado. Pero la presión alcista,  podría influir en aumentos indirectos sobre el costo de los productos, por ejemplo, en el transporte.

En el caso del trigo, la secretaria de Comercio armó un fideicomiso donde se aportan 800 mil toneladas sobre la base de un precio de $23 mil la tonelada para permitir sostener los precios de góndola. Pero ese fideicomiso tiene la finalidad de contener solo las subas de la harina triple cero y de los fideos, todavía quedan afuera el pan y los derivados del girasol. Con todo, “esta podría podría ser una medida insuficiente si el conflicto sigue escalando, evaluó el secretario de Comercio Roberto Feletti en una entrevista televisiva. “Si el conflicto sigue, hay que pensar en un desacople más profundo”, dijo.

El economista Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso explica que, en términos estadísticos, el alza de los precios internacionales le va a pegar al Indice de Precios al Consumidor sólo en décimas, a nivel interanual, como ocurrirá en el resto de los países más “normales” en materia inflacionaria. Es decir, el salto no se verá mucho de un mes a otro. Sin embargo, los consumidores si podrán notar los aumentos puntuales de los productos derivados de estos insumos que se están disparando a raíz del conflicto.

“Pueden verse aumentos en el precios del pan y sus derivados como consecuencia del aumento del trigo, por ejemplo. O las subas que pueden impactar -de manera indirecta- como consecuencia del aumento del combustible”, explicó. Pero el problema no es que sube el pan y la carne, sino que complican aún más la inflación ya alta” que está más justificada por un exceso de emisión monetaria, consideró.

Las mediciones de precios en los alimentos que realiza la consultora Eco Go, no registraron – durante la primera semana de marzo- aumentos vinculados al conflicto. Sin embargo, ya prevé que la suba del mes, sólo en este rubro, llegará al 4,2%: un nivel similar al del índice general de la inflación.