Skip to main content

SALTOS TECNOLÓGICOS Y LAS DIMENSIONES DE LA LIBERTAD

22 Mayo 2025

Por José María Dagnino Pastore

Este racconto ilustra cuanto los grandes inventos desde nuestra aparición en el mundo (homo sapiens, por ahora), vía saltos de los elementos esenciales de la comunicación humana, abren nuevas dimensiones y expanden magnitudes de nuestra libertad.  

Los elementos esenciales de la comunicación son:

#1 Alguien (el “Emisor”) que pueda pensar [cerebro] el contenido de un mensaje, y

#2 que pueda emitirlo [p.e.: gesticulación, vocalización, digitación];

#3 Algún mensaje (“Información”) con contenido [p.e.: amor], y

#4 con formato [p.e.: gesto, palabra, dibujo];

#5 Algún medio que pueda trasmitir un mensaje del(os) emisor(e)s al(os) receptor(es) [p.e. video, audio, libro];

#6 Alguien (el “Receptor”) que pueda recibirlo [p.e.: visión, audición, lectura];

#7 que pueda entender [cerebro] el contenido de un mensaje.

 

  1. GRANDES INVENTOS Y CAMBIOS ESENCIALES

DE LA COMUNICACIÓN

 

Tanto por los efectos de los inventos sobre la evolución de la humanidad como sobre la de los elementos esenciales de la comunicación, en este racconto distingo tres etapas: a) la lenta emergencia, desde nuestra, homo sapiens, aparición (~300.000 a.C.) hasta el fin de la 1* Revolución Industrial (1850); b) el despegue, desde la aplicación de la electricidad hasta el fin de la 2* Revolución (~1960); y, desde entonces, c) la explosión incontenible, con la 3* Revolución, la digital, y la emergente 4* Revolución, impulsada por la llamada[1] inteligencia artificial.

 

LA LENTA EMERGENCIA 

  • Con el homo sapiens, y su evolución cerebral[2], que llevó a la Revolución Cognitiva (~50.000 años a.C.), vino el lenguaje oral, que hizo aportes fundamentales a las comunicaciones gestual y gutural primitiva:
  1. Amplitud de pensamiento (conceptualización) [#1, #7],
  2. Contenidos y ordenamiento de mensajes (sustantivación, adjetivación, verbalización; gramática) [#3];
  3. El habla [#2, #5, #6].
  • La escritura (~3.000 años a.C.)[3] abrió posibilidades trascendentales[4]:
  1. La no improvisación del emisor en la expresión de los contenidos de los mensajes (y viceversa por parte del receptor: el tiempo de reflexión [#1, #7];
  2. La habilidad de escribir y de leer (alfabetización) mensajes escritos [#2, #6];
  3. Los mensajes escritos (tinta, papiro…papel), en adición a los gestuales y orales previos [#4], con su consecuente registro y conservación (bibliotecas) ¡El fin de la prehistoria y el comienzo de la historia! ¡La acumulación y transmisión inter temporal del conocimiento!;
  4. La no simultaneidad entre la emisión y la recepción de mensajes [#5]: la comunicación asincrónica;
  5. La no presencialidad entre el emisor y el receptor de mensajes [#5]: la comunicación a distancia;
  6. La portabilidad de los mensajes incorporó el transporte, con sus componentes de distancia y tiempo, como parte de la transmisión [#5].

Los cuasi coetáneos carros con ruedas y navegación a vela extendieron (viajes, correos) el alcance y redujeron los tiempos de la comunicación con entre emisores y receptores lejanos.

  • Desde el Siglo XV la imprenta (Gutenberg, 1455) aportó la reproducción múltiple de los escritos (vgr.: libros), lo que hizo posible su distribución a numerosos lectores en distintos lugares [#5]. El Correo moderno y la entrega de periódicos a domicilio empezó en el Siglo XVIII.

La máquina de vapor (1° Revolución Industrial, 1760-1840) expandió y aceleró (ferrocarriles, barcos), el alcance y los tiempos de la comunicación mundial.

 

 

EL DESPEGUE

 

  • Con la aplicación de electricidad y luego, ya en la 2* Revolución (1870-1914), se produjeron inventos que ampliaron las comunicaciones.
  1. El telégrafo (Morse, 1844), aunque con limitaciones [#2], agregó formas hábiles para comunicar mensajes escritos a distancia de manera sincrónica [#5];
  2. El aporte del teléfono (Graham Bell, 1876) fue la comunicación oral a distancia -hasta en los hogares- [#6], sincrónica [#5];
  3. La radio (Marconi, 1879) trajo el envío simultáneo de mensajes orales, sincrónicos, a distintos destinos [#2], lo que posibilitó su acceso a multitud de escuchas por doquier [#4, #5];
  4. Los grabadores de sonido (Edison, 1877) [discos] contribuyeron la comunicación oral registrable y portátil [#4, #5], ergo asincrónica;
  5. El cinematógrafo (los Lumiere)[5] [pantalla, películas] resucitó la comunicación gestual, muda (1895) y mixta con la oral (1927) ahora a distancia, asincrónica, reproducible y portátil [#4, #5], aunque solo accesible donde hubiera cines;
  6. La televisión (1941) [pantalla] agregó a esta comunicación mixta, gestual y oral, a distancia, sincrónica [#5], la recepción desde los hogares [#6].

 

Las telecomunicaciones quitaron al transporte su rol clave en el alcance de las interacciones humanas [#5].

 

 

LA   EXPLOSIÓN INCONTENIBLE

 

  • A partir de los avances de la electrónica con los inventos de los transistores (Shockley, Bardeen y Brittain, 1947) y de los chips (Kilby y Noyce, 1959) se produjeron (3* Revolución, Digital, 1970- ¿2010?) dos grandes hitos del progreso informático:
  1. el empleo generalizado de las computadoras personales [PCs] (1980s), y
  2. de la World Wide Web, Internet, (1990s):

que superaron las limitaciones en la producción y en el acceso a mensajes escritos, orales [audios] y visuales [videos] sincrónicos a distancia [#4, #5, #6], llevándolos a los hogares.

 

Se popularizaron además los teléfonos móviles [celulares, smart], oral y escrita (SMS) que hicieron portátil las tres formas de comunicación.

 

La informática se fue apropiando de la transmisión de mensajes de todo tipo [#5].

 

  • Y estamos en los albores de la 4* Revolución (¿2010? - …) lanzada por la llamada inteligencia artificial [AI] -de machine learning (usado desde los 80s) a deep learning (desde ~2012)- y manifiesta en el Internet de las cosas [IoT], en Big Data y en la Nube.

 

 

  1. COMUNICACIÓN AMPLIADA Y

GRADOS DE LIBERTAD

 

Antes del sapiens, la comunicación de los homos era básicamente gestual-visual[6] y presencial. Ya con nosotros, sapiens cognitivos, el lenguaje primero y la escritura después desplegaron una dimensión esencial de la comunicación, la de sus formas, que ahora podía ser también hablada-escuchada y escrita-leída. Dos impactos sobre la libertad: la de poder expresar las conceptualizaciones de nuestros cerebros -una enorme expansión de posibles contenidos- y la de elegir por qué vía hacerlo.

 

La escritura, al permitir el registro y conservación de los mensajes, agregó una dimensión a la comunicación, la asincronía, el lapso entre el momento de la emisión y el de la recepción. La libertad de elegir cuando llegan y cuando se leen los mensajes.

Y adicionó, a la imperfecta tradición oral, la memoria escrita y acumulada de nuestro conocimiento, extendiendo los límites de nuestra libertad.

 

Además, al desligar de la presencialidad y ser portátil (vgr.: libros), aportó una dimensión más a la comunicación, la posibilidad de distancia entre el lugar de la emisión y el de la recepción de los mensajes. Desde entonces somos libres para comunicarnos con destinatarios no muy cercanos, sino también lejanos.

Los progresos en el transporte terrestre y acuático ampliaron las distancias alcanzables. La imprenta trajo la reproducción de los mensajes escritos, primer paso de la ubicuidad, otra prolongación de la libertad.

 

Las grabaciones7 (vgr.: discos) y el cine7 extendieron a la comunicación oral y gestual las dimensiones de asincronía y distancia. Nos dieron libertades de opción que solo teníamos con los mensajes escritos.

 

Hemos visto los inventos gracias a los cuales gozamos la libertad de comunicarnos oralmente y por escrito a distancia, mediando lapsos de tiempo.

El telégrafo, el teléfono y la radio[7], y la televisión7 la ampliaron, para las tres formas de expresión, a la comunicación a distancia, pero sincrónica. 

Abrieron un nuevo mundo a la comunicación, la virtualidad.

 

Las computadoras personales y Internet extendieron el alcance de la ubicuidad a los hogares y oficinas, y los Smart phones la hicieron móvil.

 

El progreso tecnológico amplió también el ámbito de la libertad superando dificultades que limitaban nuestro acceso, a la información. Los diccionarios bilingües (Nebrija, 1492-5) facilitaron la libertad de comunicarse en distintos idiomas y hoy las aplicaciones de computación realizan la traducción oral y escrita instantánea.

 

La reproducción de los mensajes de todo tipo, al abrir la dimensión de ubicuidad, vía distribución geográfica, primero a los hogares y oficinas, y a Smart phones hoy, generalizó el acceso a la información a prácticamente toda la población.

 

Nuestra libertad de expresión dio un salto cuando la emergencia de la Red permitió que la difusión amplia de los mensajes no estuviera restringida a emisores estatales y corporativos, sino que estuviera abierta a nosotros, emisores individuales.

 

Finalmente, a nosotros, productores y usuarios de información de todo tipo, la nube nos provee el acceso a una riqueza de conocimientos acumulada que desborda todos los límites.

 

Como vimos, el progreso tecnológico, al descubrir nuevas dimensiones de la comunicación:

  1. Las formas de expresión;
  2. La distancia;
  3. La asincronía;
  4. La virtualidad;
  5. La ubicuidad;
  6. La movilidad;

y al extender sus magnitudes (p.e.: la asincronía, desde el principio hasta un futuro que vamos construyendo), va abriendo mundos a nuestra libertad de optar.

 

Hoy cualquiera de nosotros puede emitir y recibir, en medios fijos o móviles, mensajes orales, escritos y visuales y elegir sus destinatarios y remitentes, desde receptores individuales (e-mail), a grupos predeterminados - de amplitud menor (whats-app) a mayor (grupos por redes) - y abiertos, en todo el mundo. Comunicación instantánea o diferida. Y acceder al conocimiento acumulado de la humanidad (Wikipedia, AI, etc.).

 

El mundo y su historia, aquí y ahora, para todos, en nuestra mano. Esa libertad nos dio la tecnología.

 

 

José María Dagnino Pastore

Buenos Aires, mayo de 2025

 

[1] Ver Benegas Lynch, Alberto (h.) ¿Inteligencia artificial? Un apunte telegráfico, publicado por la Universidad del CEMA.

[2] Globularizacion, conectividad y microestructura cerebrales.

[3] La alfabética ~1.200 años a.C.

[4] Ver Vallejo, Irene El infinito en un junco, Siruela.

[5] Hablado desde 1927.

[6] Y precariamente gutural-auditiva.

[7] Cuyos mensajes son, además, replicables.

Doná