Reactivación en Brasil ¿en peligro por el contexto político?

Por Florencia Merino y Mariano Deagusto

PORTFOLIO PERSONAL.- En el primer trimestre del año la economía de Brasil creció un 1,12% (ajustando por estacionalidad) con respecto al último trimestre de 2016. Es el primer dato en terreno positivo luego de ocho trimestres consecutivos de caída. Si bien la variación mensual de marzo fue negativa, la tendencia parecería indicar que la recesión llegó a su fin, si es que la inestabilidad política se lo permite.

Es que a pese a los datos positivos, la aparición de un vídeo del presidente interino Michel Temer discutiendo el pago de una posible coima derivó en un pedido de renuncia por parte de la oposición. Los mercados reaccionaron negativamente ante la noticia y resta esperar cuál será el desenlace para el mandatario, que tenía la difícil tarea de conseguir el consenso para aprobar las reformas estructurales que necesita el país. Cuanto antes se disipe la volatilidad política, más rápido se recuperará la confianza de los inversores en la economía.

El dato de actividad mostró que la economía brasileña llegó a un punto de inflexión durante el primer trimestre de 2017 y sugiere una consolidación del crecimiento en los próximos meses.  Como dice Charly García, la alegría no es sólo brasilera: que a Brasil le vaya bien es de vital importancia para la Argentina. Brasil es el principal socio comercial del país y uno de los destinos más importantes de nuestras exportaciones industriales. Su industria y la nuestra están fuertemente asociadas. Con lo cual, si su actividad repunta, ayudaría a que la nuestra también lo haga.

Actualidad: Pero, ¿cuáles son los impulsores de su crecimiento en lo que va del año? La producción industrial retrocedió 0,5% interanual en el primer trimestre pero es la menor caída desde 2014. Las perspectivas industriales son buenas pero tibias, aunque es importante resaltar que más de la mitad de los rubros industriales han tenido un desempeño positivo durante los primeros tres meses del año. En tanto, la actividad del sector de servicios sufrió su peor caída en 5 años. Entonces, la razón del crecimiento está asociada casi con exclusividad al sector agrícola gracias a la cosecha récord de soja. Por otra parte, las importaciones brasileñas crecieron en abril 2% interanual, demostrando una mejora en la demanda interna. Pero esto no se reflejó aún en una mejora en el comercio con Argentina, ya que las importaciones desde nuestro país cayeron 10%.

Expectativas: Con la inflación bajo control, el Banco Central de Brasil están en condiciones de relajar más rápidamente su política monetaria y dar el respiro que la actividad necesita. Además, la confianza de los consumidores creció en abril 26,6% respecto al mismo mes de 2016. Sin embargo, estos datos positivos que reforzaban la idea de una recuperación en el país vecino podrían verse afectados por el nuevo vuelco que dio el clima político.

Un año atrás pedíamos que la economía brasileña deje de retroceder. Hoy pedimos que crezca pero que su impulso sea más homogéneo, incluyendo sobre todo a la industria para que la consolidación de su crecimiento permita fortalecer nuestra reactivación.

ACTIVIDAD ECONÓMICA EN BRASIL

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*Florencia Merino es economista (UBA) y Mariano Deaugusto es Economista (UBA) en Fundación Libertad y Progreso.