Economistas señalaron que en la Argentina el problema económico es un estado gigante y el gasto público

Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso.
Doctor en Administración por la Universidad Católica de La Plata y Profesor Titular de Economía de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA. Sus investigaciones han sido recogidas internacionalmente y ha publicado libros y artículos científicos y de divulgación. Se ha desempeñado como Rector de ESEADE y como consultor para la University of Manchester, Konrad Adenauer Stiftung, OEA, BID y G7Group, Inc. Ha recibido premios y becas, entre las que se destacan la Eisenhower Exchange Fellowship y el Freedom Project de la John Templeton Foundation.

TERRA – Los economistas Fred McMahon, del Instituto Fraser (Canadá) y el académico de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Martín Krause señalaron que la gran traba para el desarrollo económico del país es un estado gigante y el gasto público.

“La madre de las batallas en la Argentina es el tamaño del Estado y el gasto público”, destacaron los especialistas, que presentaron la Auditoría de la Libertad Económica en la Argentina, basada en el Indice de Libertad Económica en el Mundo del Instituto Fraser de Canadá.

La jornada se llevó a cabo en la universidad del CEMA y estuvo organizada por las Fundaciones Libertad y Progreso y Naumann y Atlas Network.

El canadiense explicó que “la libertad económica se mide por 42 variables diferentes, una de las cuales es el tamaño del Estado”, ante lo cual indicó que la Argentina “es uno de lo países en este Índice con uno de los Estados más grandes”.

“Pero lo peor del caso es que comparte la tabla con países muy ricos, como los escandinavos, donde los Estados son grandes pero hay mucha libertad para hacer negocios y ergo generan la riqueza necesaria para permitirse un Estado grande”, resaltó.

Asimismo, agregó que “si un ciudadano sueco o un noruego viera semejante tamaño de Estado y gasto diría que los argentinos no están muy bien asesorados o no están en sus cabales”.

Por su parte, Krause apuntó que el nivel de gasto en relación al PBI de la Argentina, que está en 47 por ciento, es incluso alto en comparación al estándar de los países más ricos.

“Los países avanzados tienen un 42 por ciento de gasto en relación al PBI y si bien es un número alto, lo pueden pagar. Los países latinos tienen un 35 por ciento. Acá tenemos un 47 por ciento, lo que es inviable”, señaló.

Seguidamente, sobre el tamaño del Estado, el investigador y economista de la UBA ilustró la evolución del Estado argentino: “En 1940 había ocho Ministerios y una Subsecretaría. En 2008 pasamos de 10 a 16 Ministerios, de 70 a 87 Secretarías y de 162 a 207 Subsecretarías. Hoy estamos en el nivel mas alto. Tenemos 21 Ministerios, 87 Secretarías, 207 Subsecretarías, 687 Direcciones, 122 Entes”.

El argentino también manifestó que “hay situaciones ridículas, como una Secretaría de Planificación Macroeconómica y otra de Planificación Microeconómica, o una Secretaría de Alimentos y Bebidas”.

A continuación, Mc Mahon mostró una serie de números ilustrando cómo los países del mundo más libres económicamente son también los que más bienestar proporcionan a sus ciudadanos.

“El segmento integrado por los países más libres económicamente tiene un ingreso per cápita de 40.000 dólares anuales, tiene la menor brecha educativa entre varones y mujeres, tiene la mayor expectativa de vida, son los de menos corrupción en los índices internacionales”, precisó.

Ante ello, ironizó: “Al parecer a la gente la hace feliz ser libre para elegir su trabajo o desarrollar su emprendimiento. Quién lo hubiera dicho”.

Sobre la desigualdad, Mc Mahon dijo que “si bien la libertad económica no mejora la desigualdad, tampoco la profundiza, pero es muy buena solucionando la pobreza”.

El Índice Libertad Económica en el Mundo del Fraser mide el grado en que las políticas e instituciones de los países promueven la libertad económica.

Los pilares de la libertad económica son la elección personal, el intercambio voluntario, la libre competencia y la garantía de la propiedad privada.