“La Argentina tuvo un capitalismo de amigos; nunca hubo libre mercado”

LA GACETA – “La Argentina jamás tuvo libre mercado. Eso que se vivió en los años 90 fue una ficción, un capitalismo de amigos, pero no fue una economía de libre mercado. Y mucho menos la que tuvieron en los últimos 15 años”. La afirmación pertenece al economista canadiense del Fraser Institute, Fred McMahon, quien disertó en Tucumán invitado por el Grupo Joven de la Fundación Federalismo y Libertad, conjuntamente con la Fundación Friedrich Naumann.

El experto, que realiza la medición global del Índice de Libertad Económica del Fraser Institute, aseguró a LA GACETA que si el kirchnerismo hubiera ganado las elecciones en 2015, la economía argentina habría sufrido el mismo proceso de destrucción que la economía venezolana. “Las mediciones de nuestro Índice de Libertad Económica, que mide 40 variables diferentes, muestran que Venezuela desde 2000 y Argentina desde 2003 recorrieron el mismo sendero de derrumbe económico con curvas casi idénticas. Si en 2015 hubiera ganado el kirchnerismo, en 10 años la economía se hubiera destruido completamente como pasó en Venezuela”, dijo el economista, que elabora el Indice de Libertad Económica desde hace más de una década.

Para Mc Mahon, la diferencia fue que, antes de Hugo Chávez, Venezuela experimentó décadas de capitalismo de amigos, lo que preparó el terreno para la decadencia posterior. “Lo peor es que los venezolanos creen que antes de Chávez tuvieron economía de mercado, y fue un capitalismo de amigos, que es lo peor que puede pasar. Por eso se volcaron en contra de la libertad económica. Algo similar pasó en los años previos a la crisis de 2001. Eso no es economía de mercado, es capitalismo de amigos, pero la gente tiende a confundir eso con neoliberalismo o liberalismo”, explicó McMahon.

Asignaturas pendientes

Mc Mahon vino al país a presentar la Auditoría de Libertad Económica de la Argentina, realizada por el economista Martín Krause junto a Libertad y Progreso y la Fundación Naumann, en base al índice de Fraser. Mc Mahon señala, en consonancia con este documento, que si bien el país mejoró su libertad económica desde el cambio de Gobierno, aún tiene asignaturas pendientes muy importantes, como, por ejemplo, la reducción del tamaño del Estado. “El tamaño del Estado es una de las 40 variables que medimos en Fraser para calibrar el grado de libertad económica y Argentina es el único país no rico con un Estado gigantesco. Un Estado grande es caro pero Suecia o Inglaterra se lo pueden permitir. Sin embargo, el caso de la Argentina es insólito. Si un sueco viera esto diría que este comportamiento es muy irresponsable”, señaló el experto.

Y agregó: “la gente tiende a creer que los suecos o los noruegos son socialistas, cuando en realidad tienen estados gigantes pero en todo lo demás están orientados al libre mercado y al libre comercio. Si ellos vieran la falta de libertades que hubo acá serían muy críticos”, insistió.

Respecto del actual plan económico, McMahon señaló que, desde diciembre de 2015, el gobierno de Mauricio Macri avanzó en reformas importantes tendientes a mejorar el grado de libertad existente. Entre ellas se destaca, como positivos, los recortes importantes en las retenciones a las exportaciones, y otros impuestos; un modesto avance en el ajuste de las tarifas; la eliminación del cepo cambiario; el aumento de la base de los que pagan impuestos desde el blanqueo; la mejor percepción que se generó sobre el derecho a la propiedad del país; la voluntad del Gobierno de hacer una reforma fiscal; los avances en la baja de la inflación; la recuperación del rol del Banco Central y los avances en acuerdos de libre comercio.

Freno a la inflación

Entre los temas pendientes, el estudio destacó la necesidad de corregir el déficit y achicar sustancialmente el tamaño del Estado; la necesidad de reducir “el nivel de impuestos insostenible que tienen Nación, provincias y municipios combinados”; el aumento del número de ministerios, secretarías y subsecretarías nacionales; la poca voluntad de las provincias y los municipios de bajar los impuestos; la “mala costumbre de rescatar empresas en quiebra” y el mantenimiento de 42 empresas estatales, de las cuales sólo ocho fueron rentables en 2016.

“También necesitan reveerse las leyes laborales excesivamente restrictivas y la aún elevada inflación pese a los logros del Gobierno en frenarla”, dijo.