Aldo Abram fue consultado por IProfesional
No tiene techo. Esa era la sensación con la que abrió el mercado cambiario el miércoles, luego que el propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, salió a decir que “no le preocupaba” esta escalada verde, dando a entender que el Gobierno no iba a intervenir en este rally de la divisa.
Por eso, si bien la cotización alcanzó un nuevo récord, no fue una situación del todo sorpresiva. Y mientras los expertos del mercado empiezan a preguntarse dónde está el “techo” en el cual se estabilice la cotización, algunos empiezan a poner la lupa en el mercado de las Lebacs, a la búsqueda de señales en el sentido de que el Banco Central intervenga de manera indirecta.
Los operadores tenían claro que lo que no iba a ocurrir era que el BCRA interviniera con ventas de reservas, lo cual implicaría una contradicción ante su argumento en favor de la libre flotación. Y en consecuencia la atención se centró en si funcionaría como desincentivo a la dolarización la suba, por segundo día consecutivo las tasas de sus Lebac en pesos en el mercado secundario, ya que en ese lapso el interés a más corto plazo ascendió de 25,50% a 26,10% anual.
Por lo pronto, lo que quedó en evidencia es que, con este ascenso de 60 puntos básicos, resultó insuficiente como para seducir y torcer el rumbo hacia las posiciones verdes en un entorno complejo.
Algunos funcionarios del BCRA también hablaron desde las redes sociales del “gataflorismo cambiario” que existe entre mucha gente, respecto a que cuando el precio de la divisa estaba en los $15 se hablaba de “atraso” y que se perjudicaba a los exportadores, cuando se mantenía estable muchos acusaban al organismo de utilizarlo de ancla y de favorecer la “bicleta financiera“. Y ahora, que sube con fuerza, se empieza a decir que “se viene el traslado a los precios”.
Lo cierto es que, con la nueva suba de ayer, el ajuste acumulado del dólar desde el 14 de junio al presente es del 8%.
Este miércoles contribuyeron, además del contexto político, los diversos factores que estuvieron generando en los últimos días que el valor de la moneda estadounidense vuelva a trepar con fuerza (más de 20 centavos), tanto coyunturales como estructurales de índoles doméstica e internacional.
En especial, uno de los aspectos que traccionaron la suba fue que el mercado volvió a operar con normalidad luego del feriado en Estados Unidos del martes por el Día de la Independencia, a lo que se sumó una mayor demanda de billetes por el efecto estacional del cobro del medio aguinaldo salarial y la llegada de las vacaciones de invierno.
A ello se le sumó la sostenida compra de divisas para coberturas de bancos y empresas que estaban muy expuestos en pesos, y que ante los ruidos políticos en la previa a las elecciones se volcaron a equilibrar posiciones.
Claro, también fue protagonista un aspecto clave que ocurre siempre entre los argentinos cuando el dólar trepa: el “efecto contagio”. Es decir, se sigue pensando a la moneda estadounidense como reserva primordial de valor y referente para cuidar el poder de compra, por lo que el temor a que siga subiendo su precio generó que muchos ahorristas salgan a hacerse de billetes verdes.
Tampoco el contexto mundial ayuda a brindar “calma” al mercado, ante el delicado momento del Presidente de Brasil, Michel Temer, por las acusaciones de corrupción, y del incremento mundial de la cotización del dólar, entre otros hechos.
En la plaza oficial, la divisa se negoció en la rueda con un incremento de 22 centavos en el segmento minorista a $17,40 en promedio, según surge de la habitual encuesta que realiza el Banco Central entre las principales entidades del microcentro porteño.
Pero más allá de ese nivel, lo más destacado fue la marcada dispersión de las cotizaciones que mostraron las pizarras, ya que se movieron desde un mínimo de $17,30 (Credicoop, Supervielle y Macro) a un máximo de $17,50 (ICBC).
En el Banco Nación la cotización avanzó 21 centavos para tocar $16,97 para la compra y $17,37 para la venta.
En los primeros tres días hábiles del mes -y en toda la semana- el billete minorista ya escaló 52 centavos.
Por su parte, en el mercado marginal, la divisa blue se ofreció a $17,21, unos 25 centavos más que en la previa, por lo que la brecha negativa con respecto al minorista se ubicaba en 1%.
Por el lado del mayorista, también escaló 23 centavos respecto al valor previo y cerró en $17,15, en un mercado de cambios que se operó unos u$s550 millones, un incremento del 24% respecto al volumen del lunes.
“La demanda por cobertura se mantuvo muy firme y presionó sobre el tipo de cambio para alcanzar nuevos máximos históricos“, dijo el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Finalmente, en la Bolsa, el contado con liquidaciónrecuperó posiciones y se acomodó a los nuevos precios del mercado en $16,97, luego del feriado del martes en los Estados Unidos.
Desde hace dos semanas el dólar se despertó, desde el 14 de junio avanzó $1,27, u 8%, y ahora surge la inquietud respecto a cuál es el nivel máximo considerado por el Gobierno y el Banco Central para preocuparse por su cotización e intervenir.
Temores al acecho
El temor que existe en el mercado es hasta que nivel de ascenso podría comenzar a trasladarse al resto de los precios de la economía, y por consiguiente, que impulse más la inflación. Indicador cuya meta para el BCRA es de entre 12% a 17% para todo el 2017, mientras que los analistas consideran que llegará a alcanzar el 22% en todo el año.
En resumen, en la City volvió el temor al fantasma del denominado “pass through”, que es un término económico con el que se denomina al traslado a precios de una suba del dólar.
Algo que el Gobierno tiene muy presente apenas asumió al poder a fines de 2015, cuando durante la gestión de Alfonso Prat Gay pasaron a los precios la devaluación de la salida del cepo cambiario, lo que provocó un sacudón en la inflación.
Según fuentes consultadas por iProfesional en el Banco Central, desde la entidad monetaria afirman que “no hay objetivo de tipo de cambio, no se va a usar el precio del dólar para anclar la inflación“, como ocurrió en el Gobierno anterior.
El argumento oficial es que ahora es “flotante” el mercado cambiario, por lo que puede subir y bajar libremente de acuerdo a la demanda y oferta de divisas.
Incluso, el propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, salió el martes a última hora a frenar los rumores de la City, al afirmar que el tipo de cambio no le “preocupaba”, sino que el foco debe estar el bajar la inflación.
“Flota, sube y baja, hace un mes hablábamos de lo bajo que estaba el dólar, cambian los flujos de oferta y demanda, no me preocupa, beneficia a las economías regionales, beneficia la generación de empleo”, afirmó el primer mandatario.
Y agregó que esta alza “hace a un equilibrio en la economía, no hay de qué preocuparse, el Banco Central tiene muchísimas reservas, muchas más de las que teníamos hace 18 meses, hoy hay decenas de miles de millones. A los argentinos les digo que no se preocupen por el dólar, hay que preocuparse por bajar la inflación, trabajar en las empresas para bajar los costos y ofrecer productos de calidad y más baratos, para que nadie tenga que irse a Chile a conseguir cosas más baratas“.
En defensa de la postura del BCRA, el economista Miguel Kiguel afirmó: “Que difícil es hacer política monetaria/cambiaria en la Argentina. Todavía no parece que estemos listos para que el tipo de cambio flote“.
El economista Rodrigo Benitez, de la Consultora Alpha, le dijo a iProfesional: “No hay un precio ideal para el tipo de cambio. Claramente eso se debe ir definiendo de acuerdo al mercado. Lo cierto es que el valor de hoy de $17 en el mayorista no me parece caro. En términos de tipo de cambio real estás al mismo nivel de diciembre de 2016″.
Por su parte, el economista Jorge Vasconcelos del IERAL de la Fundación Mediterránea, restó importancia a la causa electoral como motivo principal a este recalentamiento en el tipo de cambio, ya que dijo Desde la cuarta semana de junio, cuando se estaban cerrando las listas de los candidatos.
Al respecto, cita en un informe que desde la cuarta semana de junio, cuando se estaban cerrando las listas de los candidatos que competirán en las legislativas de octubre, el precio del dólar contra el peso subió 5,5%.
“Hay quienes rotulan este comportamiento como ‘efecto Cristina’, pero si hubiera tanto temor por el efecto negativo sobre la economía de esta postulación, el precio de las acciones bursátiles tendría que haberse derrumbado, y ha ocurrido lo inverso, ya que el Merval ha subido casi un 7% desde entonces. Tampoco los indicadores de riesgo país muestran anomalías significativas”, ejemplificó Vasconcelos.
Según este experto, las últimas fluctuaciones tendrían que ser encuadradas como una corrección dentro del nuevo régimen de flotación, en el que los reacomodamientos de la paridad se dan por saltos, en la búsqueda de nuevos equilibrios.
“El sector externo ofrece suficientes argumentos como para encontrar explicaciones técnicas, antes que políticas. En esencia, lo que parece haber ocurrido en las últimas semanas es la constatación de una economía argentina más dependiente del financiamiento externo, con datos que anticipan un ensanchamiento del déficit comercial y del de cuenta corriente de la Balanza de Pagos”, afirmó.
Todo en un momento, agregó, en el que el real brasileño se debilitaba por la prolongación de la crisis política, y que las tasas de interés de largo plazo en los Estados Unidos se ajustaban esperando mayor inflación en el futuro, “lo que puede hacer más costoso el endeudamiento”, resumió Vasconcelos.
Desde la otra vereda, uno de los economistas que salió al cruce de la política del Gobierno fue Enrique Szewach, ex vicepresidente del Banco Nación, que indicó que el régimen de flotación cambiaria que mantiene el Banco Central (BCRA) “no sirve” en el contexto actual.
Según su fundamento, “si flota para arriba, se te va a los precios, y si flota para abajo, se te atrasa el tipo de cambio“.
En la misma sintonía, el economista Aldo Abram, director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, consideró que “el Banco Central debe intervenir para defender el valor de la moneda, si no lo hace, debe abandonar las metas de inflación o su presidente debe renunciar“.
Hasta ahora, el mayorista sube en todo el 2017 alrededor del 8%, y se acerca peligrosamente al 12,5% acumulado de inflación en el mismo período, pero con la salvedad que el billete verde trepó ese porcentaje desde el pasado 14 de junio, fecha en que tocó el mínimo de $15,88. Es decir, en dos semanas trepó de una manera brusca y, por el momento, no encuentra un límite.
En el mercado de futuros del dólar (NDF) del Rofex, este miércoles se pactaron 445 millones, de los cuales el 54% fue en “roll-over” de julio a $17,40 a agosto a $17,69 con una tasa implícita de 19,3% anual.
El período más extenso negociado fue febrero del 2018 a $19,10, y los precios de todos los plazos aumentaron en 25 centavos.