Organizado por la Fundación Libertad y Progreso y con el auspicio de la red RELIAL, bajo la consigna “Los liberales luchan contra la corrupción”, el abogado y periodista del diario La Nación Diego Cabot disertó en el ciclo de desayunos para socios de Libertad y Progreso, analizando los avances de la justicia argentina en materia de investigación de la corrupción, la posibilidad de que el caso Odebrecht se extienda a la Argentina, las limitantes económicas y políticas que condicionan al Gobierno de Mauricio Macri y el papel del PJ en el mediano plazo.
“Si los empresarios hubieran organizado tours a Río Gallegos en 2004 nos hubiéramos ahorrado muchos problemas. Santa Cruz fue el laboratorio donde los Kirchner ensayaron lo que después hicieron a nivel nacional, en cuanto a operar en la Justicia, en el manejo de la obra pública, etc”, dijo Cabot, que junto al periodista Francisco Olivera investigó extensamente la corrupción en la obra pública, el transporte y la energía en la era kirchnerista, lo que dio por resultado la publicación de varios libros (“Hablen con Julio”, “El buen salvaje” y “Los platos rotos:memoria y balance del estado k”).
“La justicia es muy permeable a los humores sociales. Por otro lado, el kirchnerismo hizo una jugada que le permitió tener a la justicia un poco atada. Generó un esquema de funcionarios muy bien pagos, pero con casi cero recursos para investigar. Hay jueces que cuentan con 3 empleados para seguir un montón de causas”, explicó Cabot. “En este contexto, un juez puede acumular poder pisando denuncias. Tiene una gran pila y amenaza con reflotar tal o cual. Así generan poder. Este Gobierno tiene la justicia que heredó, que no es probablemente la que quiere. Es lo mismo que le pasó a Alfonsín en 1983 y a los que siguieron”, agregó.
Seguidamente, el periodista dijo que ve a la Justicia actual más enfocada. “Hay cierta renovación y una sensación de que no se puede firmar cualquier cosa desde los otros poderes. O sea estamos mejor que antes. Los jueces se están cuidando más también. Hay un proceso más virtuoso en funcionamiento, aunque obvio no es suficiente”, señaló.
Consultado si había posibilidades de ver a otros símbolos prominentes del kirchnerismo como Ricardo Echegaray o Guillermo Moreno en la cárcel en 2018, Cabot dijo que continuará el desfile de referentes K a la prisión. “Hay gente como Echegaray o Cristóbal López que está muy complicada. Vamos a seguir viendo kirchneristas procesados y encarcelados. Guillermo Moreno es más difìcil. Uno, porque en el esquema planteado por Néstor Kirchner Moreno era el que ponía trabas, y el empresario tenía que ir a tocar otro engranaje para salvar el obstáculo. En segundo lugar, Moreno podría estar complicado por el Indec y las estadísticas, pero esto generaría una contingencia enorme para los bonos atados al PBI. Si va a la cárcel podrían darse reclamos por los tenedores de bonos. Creo que ahí Moreno tiene un reaseguro”, destacó Cabot.
Finalmente, Cabot habló de la posibilidad de que los coletazos del escándalo Odebrecht se expandan a la Argentina. “Es difìcil. Odebrecht quería mantener los contratos y el Gobierno no se lo podía garantizar. Por otro lado acá no tenemos la figura del arrepentido como ellos, que le perdonan la pena al que confiesa. No se les daba garantías a los brasileños en cuanto a la permanencia de las obras ni en cuanto al proceso judicial, así que los brasileños no mandaron la información. De todos modos acá ha habido corrupción de sobra como para investigar, no es que necesitamos Odebrecht, acá hay mucho por hacer”.
Panorama político y económico
Cabot también habló sobre las perspectivas del Gobierno, destacando entre otras cosas:
*”Soy optimista. No tengo dudas que vamos a un país más previsible, más ordenado, más transparente, más serio. El gran tema es la velocidad”.
*El incumplimiento de la promesa a los votantes de que se iba a una baja del gasto y del tamaño del Estado es una asignatura pendiente pesada de llevar para el Gobierno. “El mandato de los votantes de acabar con este Estado gigante no se cumplió y es una Espada de Damocles para el Gobierno”.
*”El PJ tamiza todas las políticas del Gobierno, hace que le cueste mantener la línea de lo que había trazado al principio y lo limite en cumplir los mandatos que la sociedad le otorgó”
*”Los acuerdos con los gobernadores claramente no te garantiza que las reformas se aprueben en el Congreso. Pero, en el caso de la reforma laboral, el acuerdo con la CGT es definitorio. Si la CGT lo aprueba nadie se va a oponer”
