El plan del liberalismo para sanear la economía argentina

LA NACIÓN – Mejorar el funcionamiento de la Justicia haciendo cambios en el Consejo de la Magistratura; hacer una reforma laboral que incluya revisar la indemnización por despido y paritarias por empresa, hablar de la posibilidad de dolarizar la economía; disminuir la cantidad de empleados públicos y lograr que las provincias generen sus propios ingresos para pagar sus gastos son algunas de las propuestas de la Fundación Libertad y Progreso, que presentó ayer en la Ucema la tercera edición del libro “Las reformas necesarias para crecer en libertad”. Allí reafirma la necesidad de que haya cambios estructurales en la Argentina, que deben hacerse, según la fundación, todos juntos cuando comience el nuevo gobierno y de manera urgente.Cómo Mejorar la economía argentina

Libertad y Progreso se define como un centro de pensamiento que trabaja “por una Argentina inspirada en los valores de Juan Bautista Alberdi y la Constitución de 1853. Pretendemos una sociedad abierta y tolerante, con bajos impuestos y regulaciones, con respeto por los proyectos individuales de las personas e igualdad ante la ley”.

La corrección fiscal por la disminución del gasto, la estabilidad y una mayor eficiencia productiva son las propuestas de base. ¿Cómo alcanzarlas? Algunos de los lineamientos que se pueden ver desde sus primeras páginas y que presentó Manuel Solanet, director de Libertad y Progreso, son entre otros:

  • Seguir con la reducción de los subsidios a la energía y al transporte. “El impacto sobre los estratos de muy bajos ingresos deberá amortiguarse selectivamente con instrumentos de subsidio a la demanda”, se puede leer en el libro que presentaron.
  • Eliminar subsidios aun remanentes a actividades productivas, suprimiendo el control e intervención de precios.

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  • Reducir gradualmente los planes sociales y transformarlos en trabajo.
  • Empleo público: según la fundación, el número de empleados públicos creció de 2,6 millones en 2003 a 4,6 millones en 2015 y 4,7 millones en 2017 y es responsable de gran parte del gasto. “Mientras que el Gobierno nacional redujo durante la gestión Macri la planta en 30.000 agentes, el conjunto de provincias y municipios la incrementó en 102.000. Parte de la propuesta es, entonces, lograr que provincias y municipios paguen a sus propios empleados, y que no lo hagan a través de la coparticipación, sino a través de sus ingresos.
  • Reforma de la coparticipación bajo la premisa de que todas las provincias pueden generar riqueza. “Lo fundamental es que los gobiernos provinciales y municipales tengan incentivos para gastar menos y mejor. Hoy, por el régimen de coparticipación los gobernadores tienen el beneficio de gastar, pero no el castigo de aumentar sus impuestos”, dice Libertad y Progreso. “Nuestra propuesta es devolver las potestades tributarias a las provincias eliminando la coparticipación vertical de Nacion a provincias”, sostuvieron.
  • Elevar la edad de jubilación en un proceso que debe iniciarse con 67 años para hombres y 63 para mujeres, hasta llegar a los 70 años para ambos sexos en una década o menos. Iniciar sistemas suplementarios de capitalización.
  • Prohibir la propaganda gubernamental, así como la electoral, partidaria o personal de funcionarios públicos empleando fondos estatales.
  • Arancelar las universidades estatales de manera que solo paguen quienes puedan hacerlo. El resto de los alumnos deberían ser becados o recibir préstamos de honor.
  • Reforma impositiva para simplificar la administración de los contribuyentes, eliminar impuestos distorsivos y reducir la evasión. “Este es un desafío vigente en un país con más de 100 impuestos o tasas”, se lee en el libro.
  • En la medida en que baje el gasto público, eliminar los derechos de exportación.
  • Apertura exterior con tratados de libre comercio.
  • Reforma laboral: privilegiar las negociaciones a nivel de empresa sobre los acuerdos colectivos a nivel de sector de actividad, con la condición de que se unifique la representación de los trabajadores de la empresa. “Las paritarias tienen que ser a nivel de empresa, en una contexto de comprensión por el impacto que producen” dijo Solanet. También se habló de reducir el costo y riesgo de despido mediante la supresión de la indemnización por despido compensándola con un fondo y un seguro de desempleo.
  • Se deben corregir las normas que impiden el uso de otras monedas, estableciendo su curso legal.
  • Solanet fue el responsable de la edición del volumen, con la colaboración de expertos como Julián de Diego, Carlos Ayerra, Hernán Celorrio y Edgardo Zablotsky, entre otros.

    Costo social

    En base a estas premisas, los economistas directores de Libertad y Progreso Aldo Abram y Agustín Etchebarne también hablaron sobre las propuestas “para que la Argentina crezca y salga del sendero de decadencia en el que se encuentra desde hace varias décadas”.

    “Si no queremos macanear hay que decir que todo esto que se propone en el libro va a costar, va a haber un costo social para hacer las reformas”, dijo Abram. Aclaró también que es un programa que “no dejaría sin ingresos a ninguna persona”.

    “Lo que pasa es que cuando uno llega al poder tiene que preguntarse cuáles son las alternativas que existen y ahí elegir el esquema que tenga el menor costo social posible. Lamentablemente lo que se observa es que los políticos tienen la tendencia a llevar a delante lo que tiene menos costo político, mas allá de que terminemos con el mayor costo social, que es lo que pasa cuando no se hacen estas reformas”, dio Abram.

    “El hecho de que hayamos ido de crisis en crisis en las últimas décadas no es otra cosa que no haber hecho estas reformas estructurales y estar pateándolas una y otra vez hacia adelante. Una crisis es licuar los problemas que generó no haber resuelto estos temas. Va a haber costos sociales, si, pero siempre una crisis es el peor costo social posible. Ya lo hemos vivido en 2001 con mas del 50% de los argentinos en situación de pobreza. Si queremos que esto se repita sigamos como vamos que vamos bien”, sentenció.

    También se refirió a otras reformas necesarias:

    • Avanzar en una mejora de la calidad institucional, mejorando la justicia desde su base. “El hecho de que en el Consejo de la Magistratura hoy tenga un mayor poder la política es un condicionante para los jueces, para ser imparciales”. aseguró Abram. Dijo que habían asesorado al gobierno para que lo lleve a cabo en los primeros meses de gestión, pero que “lamentablemente no tuvimos mucho éxito porque su percepción era que no iban a usar mal ese instrumento que tenían disponible. Pero las políticas de Estado no tienen que pensarse para gente de buena sino a prueba de gente mala”. Agregó que esta reforma “podría haberse hecho (alprincipio del mandato de Macri) y que hubiera mejorado tremendamente la calidad institucional”.
    • Aclaró que, por otro lado “este gobierno ha mejorado la calidad institucional de la Argentina aunque por este tipo de detalles podría haber mejorado aún mas. La realidad es que estábamos en el puesto numero 142 entre 192 países en materia de calidad institucional cuando se fue Cristina, cerca de Venezuela y Corea del Norte. Un vecindario bárbaro para vivir. Ahora estamos mejorando, estamos en el puesto 112”.
    • En el campo de la educación la fundación plantea cambios, como por ejemplo “dar la posibilidad de autogestión a las instituciones educativas para que se puedan ir especializando”.

    Cambiar al Gabinete

    Por su parte, Agustín Etchebarne dijo que siempre, en forma recurrente, se solucionan los problemas a través de una devaluación “para generar pseudocompetitividad y aumentar impuestos”. El resultado, dijo, es que, entre 2000 y 2019 el mundo creció al 3,8%, los países emergentes al 5,3%, los países avanzados que son ricos crecen menos porque aumentaron su gasto público, pero crecieron al 1,8% y la Argentina creció al 0,8% (de 1998 a 2019). “cuando un país cambia y empieza a introducir las reformas promercado, crece”, aseguró. Dio el ejemplo de Irlanda, que era igual de rica que la Argentina en 1980 y que hoy es tres y medio veces más rica que este país, “era el país pobre de Europa y hoy nos pasó el trapo”, afirmó.

    Si crecemos, dijo, los policías, los maestros, enfermeras entre otros deberían ganar 3,5 veces más en dólares. Para esto, “hay que reducir el trabajo improductivo y aumentar el productivo. Si tenemos tres veces mas docentes por alumno que Australia, bajando la cantidad de docentes, con un sistema eficiente, los que quedan pueden ganar el doble al mismo costo. Pero si la Argentina esta creciendo a ritmo fuerte, se les va a poder pagar mas aún”

    La apuesta según Etchebarne es que en 20 años la Argentina crezca siete veces más en sus exportaciones. ¿Cómo? “Por ejemplo, tenemos nueve provincias que no quieren hacer minería. Si la hacemos con las mismas reglas de eficiencia y cuidado del medioambiente que otros países que crecen, la Argentina puede tener un boom de minería”, recordó.

    Con respecto al elevado índice de pobreza, una de la razones por las cuales se implementó el gradualismo, Etchebarne opinó que “no se puede esperar a sacar el 30% de las personas la pobreza para hacer las reformas. Es al revés. Hay que hacer las reformas para cuidar a la gente. El costo social es no hacer las reformas. Si no las hacemos se viene el default y la pobreza va a crecer. En la próxima década nos pasa Botswana”.

    El economista agregó que “en la Argentina se le da subsidios a lo que no funciona y se le pone impuestos a lo que funciona hasta que esto tampoco funciona. Lo mismo pasa con la Coparticipación Federal, le sacamos a los que andan mejor para darle a los que andan peor y los dos pierden. Imagínense si se le da la provincia de Formosa por un tiempo a Israel. Haría maravillas. No hay ninguna provincia pobre”.

    Por otro lado se refirió a que la gente ahora está entendiendo cuáles son los problemas y que “cuando gana un gobierno hay una oportunidad. Si gana, supongamos, Mauricio Macri, Dios quiera que esto sea así, la oportunidad es formar un nuevo gabinete, cambiar al jefe de Gabinete, nombrar un Gabinete nuevo. Eso crearía un shock de confianza fenomenal, si los elegís bien. Habría una expansión de la economía que empezaría a recuperarse. Pero es una ventana de oportunidad muy breve, de dos o tres meses. Si se hacen además las reformas, se vuelve a generar optimismo”.

    Y por último habló de la dolarización. “No salís de la pobreza con el consumo sino con el ahorro para poder tener capital de trabajo. La dolarización permitiría llegar a una moneda sana, si fuera con un tratado monetario con los Estados Unidos”.