Medidas económicas de Argentina buscan contener al dólar en mercado cambiario, afirma analista

Economista, colaborador de Libertad y Progreso

Lic. en Administración de Empresas. Magister en Economía Aplicada de la UCA. Doctorando en Economía en la UCA.

(Xinhua) — La reestructuración de la deuda soberana de Argentina mediante la extensión de los plazos de pago, sin alterar capital e intereses, tiene como principal objetivo que las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) se concentren en contener al dólar en el mercado cambiario y evitar una nueva devaluación del peso, la moneda nacional, antes del fin del mandato del presidente Mauricio Macri, afirmó hoy el experto Iván Cachanosky.

En una entrevista con Xinhua, el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso (FLyP) dijo que las medidas oficiales “buscan ser pragmáticas, en un contexto donde el BCRA tiene una herramienta y tres problemas. La herramienta son las reservas internacionales netas, y los problemas se concentran en tres vías de demanda de dólares: el mercado cambiario; las Letras de deuda en dólares y los depósitos en el sistema bancario”.Valor del dólar en Argentina, devaluación del peso

“Antes de las primarias de agosto, con resultado desfavorable para el Gobierno, el BCRA tenía una herramienta, pero su preocupación era sólo una, el mercado cambiario. Las Letras venían con un promedio de renovación del 88%, y los depósitos no eran una amenaza. Lo que cambió es que ahora la misma herramienta tiene que atender tres problemas en lugar de uno y esto limita la magnitud de acción de la autoridad monetaria”, opinó el economista.

El miércoles, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, informó de cuatro medidas para dar “alivio financiero” al sistema, que constan fundamentalmente de extender los términos para el pago de la deuda de corto plazo, sin alterar capital e intereses.

La primera medida es extender los vencimientos de la deuda de corto plazo de las Letras en dólares y pesos en manos de inversores institucionales, que constituyen el 10 por ciento de los tenedores. El otro 90 por ciento, los ciudadanos comunes, no se verán afectados.

En segundo lugar, el Poder Ejecutivo elevará al Congreso un proyecto de ley “que provea las herramientas necesarias para promover una extensión voluntaria de los plazos de la deuda, sin quita de capital ni intereses”.

Además, se prevé iniciar un proceso para extender los plazos de los bonos bajo legislación extranjera y, finalmente, se iniciará un diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para “reperfilar” los vencimientos de la deuda que el país tiene con el organismo multilateral.

“El principal objetivo de las medidas es que las reservas del BCRA se concentren en contener al dólar en el mercado cambiario y tratar de evitar a toda costa un episodio devaluatorio de aquí a octubre, cuando se realizan las elecciones generales, y de aquí a diciembre, cuando el presidente Macri concluye su mandato”, consideró el analista.

Para Cachanosky, las medidas en torno a la deuda con inversores institucionales pueden abrir “dos escenarios posibles. Uno es que se las interprete como un incumplimiento del contrato y otro es que se entienda que se busca pragmatismo para dar batalla en el mercado cambiario. En el primer escenario habrá una presión en el dólar. En el segundo no necesariamente”.

La medida oficial que incluye a los inversores privados institucionales extiende los plazos de pago: “El 15% se pagará en la fecha de vencimiento, es decir, cuando corresponde. Un 25% se posterga por tres meses y un 60% se posterga por seis meses. Desde luego que la decisión no es simpática, porque implica una decisión unilateral y no acordada. En caso de que el Gobierno logre un consenso voluntario de postergar dicho pago, el nivel de incertidumbre se reduciría”, observó el Magister en Economía Aplicada de la UCA.

Durante la jornada, el BCRA vendió reservas por 223 millones de dólares y logró efectivizar una menor presión sobre la moneda estadounidense, que recortó la fuerte suba con que inició el jueves y cerró con una paridad de 60,30 pesos por unidad, un avance de 0,13 centavos respecto del miércoles.

En cuanto a la situación de Argentina con el FMI, Cachanosky dijo que “más allá de lo que sucedió en las primarias del 11 de agosto, se iba a una negociación en los vencimientos de la deuda con el organismo. Gran parte de los vencimientos se concentraban en 2022 y 2023 y no se veía una Argentina en condiciones de generar la cantidad necesaria de dólares para poder afrontar dichos vencimientos en esos años”.

“Esto es algo que tenían bien claro tanto el oficialismo como el FMI y la oposición. Desde luego, con el incremento de la incertidumbre tras las primarias, el tema de la refinanciación cobró mayor protagonismo”, añadió el experto.

El analista estimó además que “si el FMI decidiera postergar o no efectuar en septiembre el desembolso de 5.400 millones de dólares, en el marco del préstamo stand-by acordado entre las partes, el ‘ahorro’ que logra el Gobierno al diferir el pago de Letras para personas jurídicas atenuaría esa eventual medida del organismo multilateral. Actualmente, el FMI tiene bajo evaluación principalmente las metas fiscales y monetarias acordadas, que se cumplen en el tercer trimestre del año”.

El miércoles, Lacunza subrayó que Argentina “no tiene un problema de solvencia sobre la capacidad de pago de deuda”, aunque reconoció que enfrenta “un escenario económico y financiero complejo”, con un dólar y una tasa de inflación “demasiado elevados”.

El país enfrenta una nueva volatilidad cambiaria sumada a la incertidumbre en el ámbito financiero, agudizadas desde el pasado 11 de agosto, cuando se dio a conocer el resultado de las elecciones primarias, que mostró una ventaja considerable para la oposición de cara a los comicios presidenciales del 27 de octubre.

En la semana siguiente a dicha jornada electoral, el dólar escaló más de 20 por ciento y el mercado de valores doméstico llegó a hundirse cerca del 40 por ciento, mientras que también cayeron las acciones de compañías argentinas en Wall Street.