“Que hacen los argentinos con sus dólares”

Por LUÍS VARELA

Argentina, país escopeta, irremediable… Es tan grave la situación en la que hemos caído que, de manera poco profesional, escribiré esta perspectiva partiendo de mi experiencia, absolutamente personal.

Cuando era chico, mis viejos eran los venezolanos de esa época. No habían nacido en Caracas, eran gallegos de Coruña, pero sufrían casi lo mismo, huían de un dictador mesiánico: aquel se creía Franco, este de hoy se cree Maduro. En la década del 50 llegaron al país en pleno segundo gobierno peronista, poco después nací yo. Vivíamos todos en un patio, con nueve familias pobres, todos luchando para parar la olla. Llegar a fin de mes, era como llegar a Marte. Y en aquel contexto mi pobre cabeza empezó a ver dónde había nacido.

Para subsistir, mi viejo, mi padrino y sus compañeras ni pensaban en ir a pedir un plan, una ayuda al Estado, y mucho menos en hacer un piquete. Todavía los veo como si fuera ahora: “¿Qué hacemos?”, decía Manolo. Y mi viejo le contestaba: “Andá al mercado y trae lo más barato que encuentres”. Al mediodía siguiente, mi padrino apareció con una bolsa gigante: “¿Qué trajisteeee?”, le preguntó mi papá. “Mejillones!!!”, contestó mi padrino, era lo más barato. Y ahí se lanzaron, a lo que fue el sustento de nuestras vidas.

Hoy, por alguna razón cultural y económica, este país se fue transformando en una nación que expulsa gente, y la que queda se va dividiendo en dos: menos de la mitad todavía se las ingenia para ganar la moneda diaria, pero la otra mitad creciente está atrapada, desalentada, ya no inicia nada, no funciona. Y con ese panorama recibo en Saber Invertir una buena cantidad de mensajes a diario:

“Luis, estoy en la lona. Se hacer muchas cosas y no hago problemas, si se te ocurre algo, contá conmigo”, me dicen algunos.

“Luis, cómo hago para mandar la guita al exterior, ¿va a alguna parte cierta?, ¿cuando la quieras traer de nuevo te la devuelven?”.

Y vía Facebook, en un diálogo interpersonal se dio lo siguiente (copio y pego):

Xxxx: Luis, qué momento. Decime por favor, qué carajo hago con los dólares que tengo guardados.

Luis Varela: ¿Qué hiciste con los dólares en estos últimos tres años?

Xxxx: Los tuve en el banco, a plazo fijo, con una tasa mínima.

Luis Varela: Por lo que veo en tus posteos, vos sos kirchnerista hasta la médula, es así?

Xxxx: Si.

Luis Varela: Bueno, me imagino que ahora vas a votar a los Fernández Bis, así que tranquilo, dejalos.

Xxxx: No, ni loco, los quiero sacar.

Luis Varela: ¿Los dejaste con Macri a quien aborrecés, y ahora los querés sacar porque viene Alberto porque vos mismo lo votás? ¿Quién te entiende?

La gran cuestión es que todas estas consultas de lectores me condujeron a tener que escribir una nota intentando adivinar qué puede llegar a pasar con el dinero de marzo en adelante. Es decir, una vez que tengamos el nuevo Presidente, una vez que ya haya anunciado sus medidas económicas, y una vez que se acomode todo al nuevo poder político.

Frente a eso, me surgieron dos preguntas:

1) ¿Cuántos dólares tienen las familias argentinas en cajas fuertes, en sus casas y en cuentas del exterior?

2) ¿Qué harán con ese dinero si el dólar global empieza a retroceder y si la tasa que pagan los bonos norteamericanos se va acercando a cero?

Economistas profesionales a los que consulté dijeron que entre cuentas externas, cajas fuertes y colchón hay aproximadamente unas siete bases monetarias, considerando que una base monetaria es la suma del dinero legal en manos del público (billetes y monedas) y las reservas bancarias totales (depósitos en bancos y en el banco central emisor).

Ese dinero está fuera del sistema financiero porque la Argentina escopeta colocó una estructura tributaria que es una de las más caras del mundo, una esponja que se lleva cada vez más dinero. La gente se harta de pagar tanto, y huye.

Hasta ahora los que tenían dinero en el exterior estaban más o menos conformes, porque las tasas de los bonos mundiales rendían alrededor del 4% anual en dólares, y eso les permitía tener una renta suficiente para vivir sin grandes problemas.

Pero ahora el mundo cambió, está entrando en recesión, y los grandes Bancos Centrales del planeta están tirando dinero desde helicópteros para que haya actividad económica. Tiran dólares, yuanes, euros, libras, lo que sea, y ese gigantesco reparto de dinero está haciendo que la tasa de interés mundial se vaya acercando a cero. Y algunos bonos en algunos países incluso tienen tasa negativa (al final se cobra menos de la cotización actual, una locura).


Y en ese contexto, con la Argentina incendiándose, aquí viene la gran pregunta: qué van a hacer a partir de marzo los argentinos que tienen la fortuna de tener dólares guardados.En ese contexto, mientras el Presidente de EE.UU., Donald Trump, está a los gritos con el titular del Banco Central norteamericano, Jerome Powel, es tan grande la cantidad de dólares que tira la Reserva Federal que el dólar empezó a retroceder contra una canasta de monedas. Esto es, los que tienen dólares en cuentas externas, en cajas fuertes o en el colchón, empiezan a tener pequeña una poliyita que se los va comiendo por un extremo.

politica económica
Yo tengo mi propia opinión sobre eso, pero para confirmarla, tratando de equivocarme poco, opté por consultar a los que saben, y me comuniqué con economistas senior. Sorprendentemente, mentes muy lúcidas me contestaron: “Luis, sabés que no pensé en eso”. Pero hubo unas pocas cabezas brillantes que sí respondieron.

Fernando Marengo, Aldo Abram, Juan Luis Bour y Ricardo Arriazu me dieron sus respuestas. A continuación les copio sus análisis:

Fernando Marengo: Los argentinos atesoran dólares no por la rentabilidad que los mismos ofrecen sino para evitar las estafas que se realiza de manera recurrentes a los tenedores de pesos a lo largo de la historia. De este modo, el argentino que tiene dólares no está pensando en el interés que le devengan sus inversiones sino que lo piensa como una caja de seguridad. De hecho se estima que muchos argentinos tienen sus ahorros efectivamente en cajas de seguridad. Quizás los más sofisticados pudieran estar preocupados por la baja de interés internacional, y estos quizás puedan decir reestructurar sus portafolios intentando algún retorno. Sin embargo, la probabilidad que en este escenario de tasas alguno decida invertir en pesos es prácticamente nulo. Hay que pensar que el inversor busca maximizar tasa de retorno ajustada por riesgo. Los niveles de riesgo país demuestran que Argentina debe trabajar sobre el riesgo para que regresen las inversiones.

Aldo Abram: La verdad es que no sé, pero algunos dicen que los argentinos debemos tener más de US$90.000 millones en cash. Lo que suceda con el dólar y la tasa de interés en el mundo tiene ínfimo impacto en este atesoramiento, ya que es una simple forma de preservar los ahorros líquidos de la posibilidad de que te lo deprecien con devaluaciones. También, dicen que somos el segundo país del mundo que más capitales fugó per cápita. Esto quiere decir que están invertidos en el exterior. Alguna parte estará en activos líquidos y, probablemente, sí se vean afectados por la posibilidad de que los rendimientos internacionales bajen; ya que los llevarían a evaluar colocaciones más riesgosas; pero que brinden más ganancias. Sin embargo, para que pudieran elegir volver a la Argentina habría que brindarles una perspectiva de estabilidad e incertidumbre decreciente; lo cual suena difícil si quien esté el 11 de diciembre en la Casa Rosada no encara rápidamente las reformas estructurales pendientes (Reforma del Estado, baja de impuestos, modernización de la legislación laboral y desregulación). Si no lo hace, más bien el escenario previsible apunta a una nueva crisis y nadie va a querer invertir acá con esa perspectiva.

Juan Luis Bour: No tengo mucha idea. Sobre el stock de USD, está el informe de la Reserva Federal del 2005 que habla de uno 50 mil MUSD en Argentina. Parece ser un número algo exagerado, y si lo querés restringir a cajas fuertes y en la casa debe ser bastante menos (quizás menos de la mitad, o la mitad). Pero no sé: me parece que con ese monto alcanza y sobre para las transacciones “reales” que vemos. Qué harán si la tasa va a cero? La mayoría lo tiene como forma de ahorro respecto del peso, y si tienen ese stock con tasa positiva más aún lo tendrán con tasa cero. No veo “formalización” importante en el horizonte de 2 a 3 años, por lo que lo que hagan va a depender más de las políticas locales (si se incentiva el uso de esos dólares en propiedades, u otra cosa).

Ricardo Arriazu: El INDEC publica trimestralmente una estimación de las inversiones de argentinos en el exterior (incluyen las incorporaciones por el blanqueo). El monto a fines de marzo de este año era 379.246 millones de dólares, pero este monto incluye las reservas (66.187), por lo que el monto oficial es 313 mil millones. A esta cifra hay que agregarle lo que no se blanqueó y las salidas de capitales de los últimos meses. Creo que 450 mil millones sería una buena estimación. Ese dinero está fuera de Argentina por el temor a la estafa permanente y no volverá a la Argentina por razones externas (baja de tasas, etc.) y tampoco volverán si se intenta un regreso forzado (van a preferir irse del país). La única manera que regresen es con confianza y buena política, y desde el punto de vista macroeconómico conviene que si regresan lo hagan muy lentamente (todo ingreso de capitales tiene como contrapartida un déficit en la cuenta corriente).