LA MAÑANA – Para el economista, se deberá permitir que las compañías consideren el plus salarial como pago a cuenta de futuros aumentos para conseguir que algunas empresas puedan cumplir con esa iniciativa.
Medios nacionales informaron que tras la devaluación registrada luego de las Primarias del 11 de agosto, varias empresas importantes de la Argentina ya ofrecen bonos que se ubican entre los $ 8.000 y los $ 20.000. Al ser consultado sobre este tema, el economista Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación “Libertad y Progreso”, afirmó a La Mañana que si bien hubo compañías que abonaron sumas por encima del número propuesto por el Gobierno nacional, se trata de firmas de gran envergadura, con limitada cantidad de personal y que en ciertos casos tienen altos niveles de exportaciones.
“No me extraña que haya empresas que en este momento puedan estar pagando bonos altos a sus empleados. El empresario no quiere que su personal se sienta mal y trabaje en malas condiciones. El tema es que el empleador pueda darles un bono a sus empleados. Hay compañías que son fuertes exportadoras. Aquella empresa que tiene cifras elevadas de exportaciones, está teniendo una relación entre los precios de exportación y los costos de sus empleados que resulta fenomenal, por la pérdida de valor del peso”, expresó el profesional.
“El problema es cómo hace una pequeña o mediana empresa. Una compañía grande puede aumentar un poco más su nivel de pérdida para 2019 y luego analizar cómo recupera durante el año próximo. A su vez, una firma grande tiene relativamente menos cantidad de trabajadores para una misma producción. Pero una PyME que tiene fundamentalmente empleados y bajo capital, y cuyos dueños no son ricos y no pueden tener maquinarias que ahorran mano de obra, tendrá dificultades para pagar el bono. Asimismo, si no produce para el exterior y depende del mercado interno, en el cual hoy nadie compra nada, ¿cómo hace?”, explicó Abram a este diario.
A continuación, el economista advirtió que se deberá pensar en la posibilidad de que el bono de $ 5.000 que propone la Nación sea considerado a cuenta de futuros aumentos, para conseguir que ciertas PyMEs puedan cumplir con esos pagos.
“Es muy fácil desde la política tomar la decisión de ‘dar alivio’ a la ciudadanía con el ‘bolsillo ajeno’. Pero tiene que haber conciencia de que no todo el mundo hoy se encuentra en condiciones de pagar un bono. Los dueños de las PyMEs son en general gente de clase media que en la actualidad la pasa tan mal como sus obreros”, aseveró Aldo Abram.
