¿Esclavos cubanos en el Perú?

Foto de Ian Vasquez
Ian Vásquez

Ha publicado artículos en diarios de Estados Unidos y de América Latina y ha aparecido en las cadenas televisivas.

Es miembro de la Mont Pèlerin Society y del Council on Foreign Relations.

Recibió su BA en Northwestern University y su Maestría en la Escuela de Estudios Internacionales de Johns Hopkins University.

Trabajó en asuntos interamericanos en el Center for Strategic and International Studies y en Caribbean/Latin American Action.

CATO – EL COMERCIO- Ian Vásquez señala que los médicos cubanos enviados al extranjero no reciben su sueldo directamente, puesto que los gobiernos que los reciben le pagan directamente al régimen cubano, y ven su libertad de movimiento e interacción social severamente limitadas.

Han llegado 85 médicos y enfermeros cubanos al Perú. Según el régimen cubano y el gobierno peruano, los profesionales vienen a colaborar en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Según reportes de organizaciones internacionales, su llegada debe ser motivo de indignación.

Los profesionales cubanos que han hecho estas misiones en otros países han sido explotados por el régimen y sometidos a trabajo forzoso. No queda claro en detalle el caso peruano, pero no hay por qué pensar que el trato sería muy diferente al que ha tenido Cuba con otros países.

Cuba tiene cerca de 40.000 galenos trabajando en 70 países que le produce ingresos por $6,4 mil millones al año (más de tres veces de lo que genera el turismo). La ONG Cuba Archive ha documentado las violaciones a los derechos de los cubanos bajo este programa, muchas de las cuales llevaron al secretario general de la Organización de Estados AmericanosLuis Almagro, a afirmar que representa “Un sistema de esclavitud moderno” que produce “ganancias ilícitas”.

¿Cuáles han sido esas violaciones? Los pagos a los médicos se giran al Estado cubano, no a los doctores o a las enfermeras, dado que los acuerdos son entre los gobiernos de los países anfitriones y la dictadura cubana. De esta manera, los profesionales solo terminan quedándose con entre 5% y 25% del salario. El Estado cubano se queda con el resto. A los profesionales cubanos se les obliga dejar sus familias en la isla, típicamente por años. A quienes abandonan la misión, como ha sido el caso de miles de cubanos, no se les permite regresar a Cuba por hasta ocho años y sus familias sufren represalias. La libertad de movimiento de los doctores y enfermaras cubanos en países extranjeros está severamente restringido, así como su intercambio social. No se les permite casarse con extranjeros, por ejemplo.

Las Naciones Unidas, a través de sus relatorías especiales sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud y sobre la Trata de Personas, mostró recientemente su preocupación sobre esos y otros abusos. Dijo que muchos “médicos cubanos no recibirían un contrato de trabajo o si los tuviera no siempre recibirían una copia del mismo” y que “muchos profesionales reportaron recibir amenazas regulares por parte de funcionarios estatales de Cuba en los países de destino”. Agrega que las condiciones de los profesionales podrían considerarse como trabajo forzoso, cosa que “constituye una forma contemporánea de esclavitud”.

También se ha documentado cómo los doctores cubanos han tenido que reportar data falsa respecto a las medicinas distribuidas o a la atención medica en varios países para mejorar la imagen del programa. Muchos doctores cubanos han testificado que su trabajo consiste además en propaganda o actividades puramente políticas. De hecho, en la página web del ministerio del exterior de Cuba, aparece una foto de los médicos cubanos en Arequipa sosteniendo la imagen del Che Guevara junto a las banderas del Perú y Cuba. 

El gobierno peruano ¿está promoviendo la esclavitud cubana en territorio nacional? En caso que no, debe producir evidencia convincente de que ninguno de los abusos que son tan comunes en los demás países con los que Cuba tiene acuerdos se estén dando en el Perú.Este artículo fue publicado originalmente en El Comercio (Perú) el 16 de junio de 2020.

Buscar