Enrique Blasco Garma
INFOBAE – Los acuerdos normativos abren a todos, incluso los más pobres, a las satisfacciones mayores, según las habilidades que desarrollen. oportunidades de progreso. Las reglas definen oportunidades, el juego de todos los deportes y actividades. Sin ellas, todo se trabaría.
El libro “Por un País más Justo y Floreciente” explica: “el valor de las habilidades personales crece con reglas estables, libres de estorbos, a lo largo de individuos, oficios, países, situaciones, tiempos. Tal enseñanza se comprueba con las diferencias de ingresos de los países”. Las 25 naciones más prósperas del planeta, tienen ingresos promedio de USD 54.000 al año por habitante. Y los otros 170 países, registran ingresos que van decreciendo a medida que aumentan las trabas redundantes e incertidumbres que los gobernantes imponen a sus individuos. Desde USD 39.000 anuales por habitante en Japón, hasta USD 260 en Burundi. Las diferencias no están en sus gentes sino en las reglas que las rigen.
Contundente: las variaciones de reglas y trabas artificiales engrosan incertidumbres que entorpecen las actividades y decisiones. Quitan experiencias, tiempos y ocasiones de aprendizajes, contrariando el ejemplo del fútbol o de cualquier deporte.
Las variaciones de reglas y trabas artificiales engrosan incertidumbres que entorpecen las actividades y decisiones
El Sistema Métrico Decimal impulsó el comercio y negocios en todo el globo terráqueo. El Sistema Uniforme de Mediciones, gran creación de la Revolución Francesa, propuso reglas para el entendimiento universal. Simplemente, estableció medidas justas: esto es iguales para todos los humanos, para todos los tiempos.El Sistema Métrico Decimal impulsó el comercio y negocios en todo el globo terráqueo (Pixabay)
La inflación, modificaciones de impuestos, tipos de cambio, regulaciones, obstruyen el aprendizaje de mejores alternativas. Un grave daño al bienestar de los pueblos. La decadencia de los ingresos argentinos corrobora ese efecto. Hoy el ingreso promedio de los argentinos es apenas una tercera parte de lo percibido 40 años atrás. Enseñanza contundente para quienes están dispuestos a librarse de prejuicios ideológicos.
La estabilidad normativa favorece los intercambios
La libertad de intercambiar derechos individuales -transacciones-completa a las personas, avanzando ingresos y riquezas. Las capacidades productivas aumentan integrando asociaciones con intercambios crecientes, liberando de trabas y variaciones innecesarias de las condiciones comerciales y propiedades individuales.
En esa medida, aprenden y aprovechan habilidades, trabajos, obras, realizadas por otras gentes sin dedicar tiempo, energías, a realizarlas. Un descubrimiento que avanza la atención de las necesidades individuales.
Una constelación de incentivos, valores, propiedades, precios, costos, impulsa a trabajar y satisfacer necesidades ajenas para que todos se beneficien intercambiando bienes. Y alientan esfuerzos de otros que atienden nuestras demandas.La libertad de intercambiar derechos individuales -transacciones- completa a las personas, avanzando ingresos y riquezas
Las transacciones -intercambios voluntarios de derechos- aprovechan habilidades, realizaciones, dispersas entre todos los humanos; de modo más eficaz cuanto más libres de intromisiones arbitrarias. Haciéndose mucho más productivas, satisfactorias, cuánto más voluntarias, menos obstruidas con vallas arbitrarias, intromisiones, violaciones, corrupción. Transacciones generadas con reglas estables, iguales para todos los participantes.
Sin embargo, los políticos exhiben una pulsión para innovar y legislar, así justifican sus remuneraciones. Ahora proponen aumentar el mínimo no imponible de los ingresos de los asalariados. Una parte de los contribuyentes. No dicen si reducirán los gastos estatales o quien pagará la cuenta final. Distraen con pases mágicos mientras entorpecen subsidiando a los que obstaculizan el tránsito. “Mejor que trabajar es conseguir planes”.
Dos ordenamientos que atendieron este planteo
1. La Constitución de 1853/60 liberó las actividades a los entonces menos de un millón de pobladores de estas tierras, atrayendo a millones de inmigrantes de buena voluntad. Bajo el lema, gobernar es poblar, los habitantes aumentaron a 7,9 millones, en 1914, consiguiendo el mayor ingreso y desarrollo más espectacular del planeta. “Rico como un argentino” pasó a ser una expresión corriente.
Quebrantamientos de las reglas atenuaron la bonanza. En los últimos 40 años, los abusos regulatorios precipitaron la pavorosa contracción de los ingresos.
En los últimos 40 años, los abusos regulatorios precipitaron la pavorosa contracción de los ingresos
2. El ordenamiento de 1989-1999 es complejo y disputado. Atendió demandas insatisfechas durante largas décadas. La estrella fue la Convertibilidad. Unificó al peso con el patrón dólar, dotando de valor confiable a las transacciones y mercados por primera vez en más de medio siglo. En conjunto, las reformas consiguieron una sustancial liberación de las actividades. Un salto cuántico en la competencia para satisfacer las necesidades individuales.
Desregulando, privatizando las empresas del Estado, liberando los servicios públicos, reduciendo la corrupción regulatoria. Tales novedades modernizaron la energía, el transporte, servicios domiciliarios, teléfonos, internet, agua, cloacas, luz, gas. De galpones inútiles a los edificios de Puerto Madero. De las rutas estrechas a la ampliación de la Panamericana.
Números de la Convertibilidad
La Convertibilidad terminó con la inflación, la puja por actualizaciones salariales, jubilaciones, tarifas, precios. Un salto gigantesco en las capacidades productivas y calidad de las decisiones estirando horizontes.
En diez años, el ingreso por habitante, medido en dólares corrientes, se duplicó. El valor de los patrimonios mucho más, con la liberación del mercado de capitales. Los depósitos en los bancos se multiplicaron por 93, sumando el equivalente a USD 93.000 millones, 30% del PBI. La inversión bruta interna fija pasó del 12,5% del PBI en 1989 al 18,5% del PBI en 1998. El gasto público no excedió del 30% del PBI. La pobreza en GBA en octubre 1989 era 47%, en mayo 1995 había bajado a 22% y en octubre 1999 subió a 27% de la población.
Sin retenciones a las exportaciones ni cepos cambiarios, los precios internos reflejaban las variaciones internacionales, favoreciendo la asignación de los recursos. Si bien liberaron algo el mercado laboral, no fue suficiente y la desocupación se duplicó, de 8% a 16%, incidido también por las privatizaciones, racionalizaciones y las crisis del Sudeste asiático, default ruso y devaluación del real de Brasil. Los prescindidos del sector público recibieron compensaciones significativas.
La inversión bruta interna fija pasó del 12,5% del PBI en 1989 al 18,5% del PBI en 1998. El gasto público no excedió del 30% del PBI
Las privatizaciones impulsaron inusitadas mejoras de los servicios y redujeron los déficit gemelos. Las empresas privatizadas pagan impuestos y cumplen regulaciones. Se habla que las empresas públicas, “joyas de la abuela”, se vendieron a precio vil. En 1999 el Estado vendió YPF en poco más de USD 15.000 millones a Repsol. Entonces el barril de petróleo cotizaba alrededor de USD 10 a USD 15. En 2014, el gobierno pagó por el 51% de YPF, USD 5.000 millones. Ahora, con el barril de petróleo en USD 60, el valor bursátil de toda la petrolera es menor a USD 3.000 millones. La venta fue gran negocio para el Estado y liberó la actividad de privilegios perjudiciales.
Con el prestigio ganado con las reformas, se consolidó la deuda interna y renegoció la deuda externa, abriendo el acceso al mercado internacional de capitales. Se actualizó la legislación, adaptando normas mundiales de quiebras, patentes y marcas, fideicomisos, leasing, cédulas hipotecarias, etc. Los préstamos hipotecarios a largo plazo con las menores tasas de interés de América Latina impulsaron la compra de viviendas.
Tan profundas reformas no podían hacerse sin amplios consensos involucrando al Congreso, sindicatos y entidades representativas que frenaron algunas liberaciones de normas. Así y todo, se desreguló el sistema de las obras sociales sindicales, permitiendo la libre elección por los trabajadores, las negociaciones colectivas y estableciendo la cobertura contra riesgos del trabajo. La reforma previsional abrió las AFJP, de capitalización.
Tan profundas reformas no podían hacerse sin amplios consensos involucrando al Congreso, sindicatos y entidades representativas
Enfocado en los consensos, se resolvieron las disputas de límites pendientes con países vecinos y se fundó el Mercosur.
Se consiguió la más amplia libertad de prensa y se privatizó la mayor parte de los medios de comunicación. Se castigó al último levantamiento militar y se eliminó la conscripción obligatoria. Las Fuerzas Armadas se especializaron mejor.
Los argentinos ganaron la confianza mundial, en sus instituciones y en sí mismos. Pero las reglas son frágiles ante incentivos contrarios a mantenerlas. A diferencia de Sansón, los endeudados en dólares arremetieron contra el sistema financiero esperándo beneficiarse.
La Argentina ahora está en una suerte de montaña rusa.