La fundación Libertad y Progreso reclama la libertad para Mauricio Díaz y el restablecimiento de los derechos humanos en Nicaragua

Mauricio Díaz, ex embajador nicaragüense; ex diputado ante el Parlamento de Nicaragua y candidato a la Alcaldía de Managua, fue detenido por policías del dictador Daniel Ortega cuando se dirigía a bordo de su vehículo hacia su domicilio. Se convirtió en el detenido 32 desde mayo. María Asunción Moreno y el ex líder de la “Contra” Luis Fley, ambos candidatos a presidentes por la oposición, abandonaron Nicaragua por razones de seguridad.

Fue interceptado por patrullas con policías cuando regresaba de una reunión en el Ministerio Público. Golpearon a su hijo y al abogado que lo acompañaban en ese momento.  Se lo llevaron con rumbo desconocido. Las fuerzas de seguridad no ofrecieron evidencia y justificaron el accionar en la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz.

El accionar del Dictador busca menoscabar a la oposición para ser reelecto en elecciones generales del 7 de noviembre. Elecciones que no cuentan con legitimación de origen ni ejercicio.

Las autoridades nicaragüenses han arrestado a los opositores Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga; Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena y Noel Vidaurre, por supuesta traición a la patria. También han aprehendido a un ex canciller; dos ex vicecancilleres; dos históricos ex guerrilleros sandinistas disidentes; un dirigente empresarial, un banquero; una ex primera dama; cinco dirigentes opositores; dos líderes estudiantiles; dos dirigentes campesinos; una abogada y defensora de los derechos humanos; un politólogo y especialista en sistemas políticos y electorales; un periodista; un comentarista; dos ex trabajadores de una ONG y un conductor de Cristiana Chamorro.

Nicaragua no es un estado de derecho. Su dictador mantiene a su población a base de violencia y miedo. Se trata de un estado moribundo asediado por un dictador que busca su quinto mandato, cuarto de forma consecutiva, y segundo con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. La Fundación Libertad y Progreso reclama la libertad de todos los opositores y el restablecimiento de la democracia y los derechos humanos en Nicaragua.